Independencia: el pueblo paraguayo salió masivamente a conmemorar los 200 años de la declaración de la independencia el 15 de mayo de 1811. El discurso del presidente Lugo estuvo marcado por la coyuntura política. Llamó al diálogo y condenó la “narcopolítica”, en clara alusión al precandidato presidencial por el Partido Colorado Horacio Cartes, sospechado de tener vínculos con el tráfico de tabaco y drogas. La renegociación de los acuerdos energéticos con Brasil y Argentina fue la carta de presentación de Lugo ante la población por su valor de reivindicación soberana. Dilma Roussef y Cristina Fernández no asistieron a la celebración.
Casi un millón de personas celebraron en las calles de Asunción el Bicentenario patrio en un movimiento inédito y fundacional. “Nunca vi tanta gente en mi vida”, decía una ama de casa frente al Panteón de los Héroes en la medianoche del 14 de mayo, cuando la andanada de fuegos artificiales coloreaba el cielo para celebrar la llegada del 15, día en que se dio el primer paso para la independencia del Paraguay hace 200 años.
Los festejos se desarrollaron principalmente en el recientemente inaugurado Parque Costero Bicentenario, en la fachada litoral del Palacio de López. Ya por la mañana, el presidente Fernando Lugo escribía en el libro de visitas de la Casa de la Independencia: “Desde esta histórica casa, ruego que mi grito sea para que ninguna nación tenga la osadía de arrebatarnos la independencia y soberanía que nuestros próceres de Mayo tan valientemente nos legaron. ¡Honor a nuestros Próceres! ¡Viva el Paraguay siempre libre!”. Después llamó, en su discurso frente al Panteón de los Héroes, a la unidad: “que no se despoje de la belleza de la pluralidad, unidad que no tensione las divergencias propias de una democracia joven y entusiasta que vivimos”. Y agregó: “¿Qué nos cuesta sentarnos a la mesa siempre fraterna del diálogo, a agotarnos en el debate; con la herramienta de la palabra honesta, sincera, comprometida hasta lograr un mapa del futuro nacional, con los puntos cardinales precisos, integrados desde las grandes representaciones institucionales y la gran participación cívica?”.
En la invitación a cambiar los ejes centrales de la discusión del país llamó a “arrojar al basurero de la historia, esa camiseta desgarrada de la informalidad, el pokarê (robo), la coima, la falsificación, el narcotráfico, la narcopolítica, el contrabando y a abrir las velas al nuevo viento que está soplando hacia el rumbo del Paraguay, con seriedad, con competitividad y compromiso con el país confiable”. Su alusión a la narcopolítica fue una acusación directa el precandidato presidencial por el Partido Colorado Horacio Cartes, millonario empresario sospechado de haber obtenido su capital gracias al tráfico ilegal.
La instauración de un prolongado feriado entre el 13 y el 16 de mayo, la buena organización de la agenda cultural que puso en valor la actuación de los artistas nacionales y la televisación en directo fueron elementos que ayudaron a la movilización popular. Con banderas, gorros y camisetas de la selección de fútbol, los paraguayos tomaron las calles del centro asunceno, transformándolas en peatonales, en un hecho que conmovió a los más adultos y desató la algarabía de los jóvenes. Se estima que la movilización dejó en los comercios y en los vendedores ambulantes del centro unos 30 millones de dólares, una cifra inédita para un fin de semana en la ciudad.
Energía y relaciones bilaterales
El presidente Lugo dijo entender las disculpas de las presidentes Dilma Roussef y Cristina Fernández y del presidente Hugo Chávez, que eran esperados para los festejos del Bicentenario y cuyas ausencias fueron lamentadas.
Los festejos coronaron, de alguna manera, la aprobación por parte del Senado de Brasil del acuerdo que implicará el pago de 360 millones de dólares al Paraguay por el excedente de energía paraguaya en Itaipú, una cifra que triplica los 120 millones de dólares por año que paga el Estado brasileño hoy.
Se trató de una medida celebrada porque el tema de la renegociación del tratado de Itaipú y el aumento de las compensaciones, fue una promesa electoral de Lugo.
Como prueba de la sanción, una copia de las “notas reversales”, firmadas en julio de 2009 entre el Presidente y su entonces par Luiz Inácio Lula da Silva, fue recibida el sábado 14 por el canciller paraguayo Jorge Lara Castro, de parte del canciller brasileño Antonio Patriota.
Encaramado en el logro, el presidente Lugo anunció: “Dijimos que avanzaríamos en un diálogo maduro con Brasil (...) Igualmente, con Argentina esperamos que pronto esas negociaciones, que traducen una nueva diplomacia con dignidad y personalidad, den sus frutos”.
“Las tareas de negociación (con Brasil) las hemos hecho con perfil bajo, silenciosamente, así como Chile está conversando con Bolivia sobre su salida al mar, así como Venezuela está conversando con Colombia para limar sus asperezas”, aseveró Lugo en un contacto posterior con periodistas. “Así estamos conversando con Brasil, así estamos conversando con Argentina para que este sueño de genuina soberanía de nuestro país sea realidad lo más pronto posible”, recalcó. Diferentes medios de comunicación vincularon la ausencia de las mandatarias de ambos países a estas negociaciones, aunque no hay versiones oficiales que avalen dicha hipótesis.
Paraguay reclama a la Argentina la posibilidad de vender a otros países de la región su excedente de energía, algo que no permite el tratado bilateral actual; y la revisión de la deuda de construcción, que equivale a unos 15 mil 800 millones de dólares.
En principio, Argentina autorizó la posibilidad de utilizar su red eléctrica para que se pueda exportar energía de la pequeña represa de Acaray, completamente paraguaya, a Uruguay. Las diferencias de precios son claras para entender el por qué del reclamo de Lugo. Uruguay pagará entre 40 y 50 dólares por megavatios/hora por la energía de Acaray, mientras que Brasil paga 9 dólares por megavatios/hora y Argentina 10.
Yacyretá tiene una potencia de entre 1.400 y 1.500 megavatios, de la cual el 50% pertenece a Paraguay como socio condómino. Según el tratado, si el país no usa tal energía está obligado a vendérsela a Argentina, que paga por ella cuatro veces menos que el valor de mercado.
Desde Asunción, Jorge Zárate
Se fortalece Urupabol
Los gobiernos de Paraguay, Bolivia y Uruguay acordaron profundizar el proceso de cooperación de Urupabol en la reunión que mantuvieron los presidentes Fernando Lugo, Evo Morales de Bolivia y José Mujica del Uruguay en la residencia Presidencial Mburuvichá Róga (Casa del jefe en guaraní), durante los actos del bicentenario. El encuentro de los gobernantes también contó con la presencia de los cancilleres Jorge Lara, de Paraguay; Luis Almagro, de Uruguay; y David Choquehuanca, de Bolivia.
Morales consideró que hubo avances en temas energéticos y cuestiones vinculadas al comercio y tráfico en los ríos Paraguay y Paraná. Destacó el papel de Unasur y recordó que de los 12 países de la región, sólo los Congresos de Paraguay y Brasil no han ratificado la entrada al bloque.
Al ser consultado sobre si Bolivia desarrolla un proceso de rearme en la frontera con Paraguay, apuntó que si su país tiene armas es para luchar contra el narcotráfico como derecho de cualquier nación soberana. El presidente Lugo mencionó la voluntad de Ecuador de integrar el subgrupo regional, pedido que se analizará en las próximas semanas.
Casi un millón de personas celebraron en las calles de Asunción el Bicentenario patrio en un movimiento inédito y fundacional. “Nunca vi tanta gente en mi vida”, decía una ama de casa frente al Panteón de los Héroes en la medianoche del 14 de mayo, cuando la andanada de fuegos artificiales coloreaba el cielo para celebrar la llegada del 15, día en que se dio el primer paso para la independencia del Paraguay hace 200 años.
Los festejos se desarrollaron principalmente en el recientemente inaugurado Parque Costero Bicentenario, en la fachada litoral del Palacio de López. Ya por la mañana, el presidente Fernando Lugo escribía en el libro de visitas de la Casa de la Independencia: “Desde esta histórica casa, ruego que mi grito sea para que ninguna nación tenga la osadía de arrebatarnos la independencia y soberanía que nuestros próceres de Mayo tan valientemente nos legaron. ¡Honor a nuestros Próceres! ¡Viva el Paraguay siempre libre!”. Después llamó, en su discurso frente al Panteón de los Héroes, a la unidad: “que no se despoje de la belleza de la pluralidad, unidad que no tensione las divergencias propias de una democracia joven y entusiasta que vivimos”. Y agregó: “¿Qué nos cuesta sentarnos a la mesa siempre fraterna del diálogo, a agotarnos en el debate; con la herramienta de la palabra honesta, sincera, comprometida hasta lograr un mapa del futuro nacional, con los puntos cardinales precisos, integrados desde las grandes representaciones institucionales y la gran participación cívica?”.
En la invitación a cambiar los ejes centrales de la discusión del país llamó a “arrojar al basurero de la historia, esa camiseta desgarrada de la informalidad, el pokarê (robo), la coima, la falsificación, el narcotráfico, la narcopolítica, el contrabando y a abrir las velas al nuevo viento que está soplando hacia el rumbo del Paraguay, con seriedad, con competitividad y compromiso con el país confiable”. Su alusión a la narcopolítica fue una acusación directa el precandidato presidencial por el Partido Colorado Horacio Cartes, millonario empresario sospechado de haber obtenido su capital gracias al tráfico ilegal.
La instauración de un prolongado feriado entre el 13 y el 16 de mayo, la buena organización de la agenda cultural que puso en valor la actuación de los artistas nacionales y la televisación en directo fueron elementos que ayudaron a la movilización popular. Con banderas, gorros y camisetas de la selección de fútbol, los paraguayos tomaron las calles del centro asunceno, transformándolas en peatonales, en un hecho que conmovió a los más adultos y desató la algarabía de los jóvenes. Se estima que la movilización dejó en los comercios y en los vendedores ambulantes del centro unos 30 millones de dólares, una cifra inédita para un fin de semana en la ciudad.
Energía y relaciones bilaterales
El presidente Lugo dijo entender las disculpas de las presidentes Dilma Roussef y Cristina Fernández y del presidente Hugo Chávez, que eran esperados para los festejos del Bicentenario y cuyas ausencias fueron lamentadas.
Los festejos coronaron, de alguna manera, la aprobación por parte del Senado de Brasil del acuerdo que implicará el pago de 360 millones de dólares al Paraguay por el excedente de energía paraguaya en Itaipú, una cifra que triplica los 120 millones de dólares por año que paga el Estado brasileño hoy.
Se trató de una medida celebrada porque el tema de la renegociación del tratado de Itaipú y el aumento de las compensaciones, fue una promesa electoral de Lugo.
Como prueba de la sanción, una copia de las “notas reversales”, firmadas en julio de 2009 entre el Presidente y su entonces par Luiz Inácio Lula da Silva, fue recibida el sábado 14 por el canciller paraguayo Jorge Lara Castro, de parte del canciller brasileño Antonio Patriota.
Encaramado en el logro, el presidente Lugo anunció: “Dijimos que avanzaríamos en un diálogo maduro con Brasil (...) Igualmente, con Argentina esperamos que pronto esas negociaciones, que traducen una nueva diplomacia con dignidad y personalidad, den sus frutos”.
“Las tareas de negociación (con Brasil) las hemos hecho con perfil bajo, silenciosamente, así como Chile está conversando con Bolivia sobre su salida al mar, así como Venezuela está conversando con Colombia para limar sus asperezas”, aseveró Lugo en un contacto posterior con periodistas. “Así estamos conversando con Brasil, así estamos conversando con Argentina para que este sueño de genuina soberanía de nuestro país sea realidad lo más pronto posible”, recalcó. Diferentes medios de comunicación vincularon la ausencia de las mandatarias de ambos países a estas negociaciones, aunque no hay versiones oficiales que avalen dicha hipótesis.
Paraguay reclama a la Argentina la posibilidad de vender a otros países de la región su excedente de energía, algo que no permite el tratado bilateral actual; y la revisión de la deuda de construcción, que equivale a unos 15 mil 800 millones de dólares.
En principio, Argentina autorizó la posibilidad de utilizar su red eléctrica para que se pueda exportar energía de la pequeña represa de Acaray, completamente paraguaya, a Uruguay. Las diferencias de precios son claras para entender el por qué del reclamo de Lugo. Uruguay pagará entre 40 y 50 dólares por megavatios/hora por la energía de Acaray, mientras que Brasil paga 9 dólares por megavatios/hora y Argentina 10.
Yacyretá tiene una potencia de entre 1.400 y 1.500 megavatios, de la cual el 50% pertenece a Paraguay como socio condómino. Según el tratado, si el país no usa tal energía está obligado a vendérsela a Argentina, que paga por ella cuatro veces menos que el valor de mercado.
Desde Asunción, Jorge Zárate
Se fortalece Urupabol
Los gobiernos de Paraguay, Bolivia y Uruguay acordaron profundizar el proceso de cooperación de Urupabol en la reunión que mantuvieron los presidentes Fernando Lugo, Evo Morales de Bolivia y José Mujica del Uruguay en la residencia Presidencial Mburuvichá Róga (Casa del jefe en guaraní), durante los actos del bicentenario. El encuentro de los gobernantes también contó con la presencia de los cancilleres Jorge Lara, de Paraguay; Luis Almagro, de Uruguay; y David Choquehuanca, de Bolivia.
Morales consideró que hubo avances en temas energéticos y cuestiones vinculadas al comercio y tráfico en los ríos Paraguay y Paraná. Destacó el papel de Unasur y recordó que de los 12 países de la región, sólo los Congresos de Paraguay y Brasil no han ratificado la entrada al bloque.
Al ser consultado sobre si Bolivia desarrolla un proceso de rearme en la frontera con Paraguay, apuntó que si su país tiene armas es para luchar contra el narcotráfico como derecho de cualquier nación soberana. El presidente Lugo mencionó la voluntad de Ecuador de integrar el subgrupo regional, pedido que se analizará en las próximas semanas.