Alberto Rodas, Alas y Cadenas: "Tenemos que ser más duros"

Sigue rodando. Alberto nos recuerda que hay muertes en esta democracia y decidió registrarlo en homenajes individuales que van desde Silvino Talavera, el niño que murió intoxicado con agrotóxicos en Itapúa hasta Enrique Galeano el periodista de Yby Yau que obligaron a desaparecer políticos y narcotraficantes, con canciones que tienen su inconfundible sello. "Hay dos mil procesados por luchar por derechos, por la tierra en el país", recuerda explicando que seguirá en la lucha que iniciara de adolescente hasta que "la cultura de los derechos humanos construya una democracia mundial". Alas y Cadenas es el noveno disco del trovador del rock nacional. Una hazaña si se considera que sigue siendo perseguido por causas de la época de la dictadura y por otras de este tiempo en que la democracia nunca termina de llegar.
Pero el disco que pretende Alberto tendrá otros temas en homenaje a Silvino Talavera, niño asesinado con agrotóxicos por los sojeros en Itapúa, Calixto Cabral y Sebastián Larrosa, dirigentes campesinos muertos en la lucha social, así como Oscar Aguilera, dirigente de los Sin Techo que fuera asesinado por una mafia local en su barrio de Luque.
"Alas y Cadenas tiene un par de canciones para ser una punta de lanza con testimonios de mártires de la lucha en Paraguay por una democracia con justicia social", cuenta Alberto Rodas.
En las radios ya se escuchan Pastizales de Caín en homenaje a Enrique Galeano y Tu vaso Orlando, un tributo a Orlando Amarilla "un gran actor del teatro nacional que falleció en un accidente de tránsito en el que estaba involucrado el hijo de un fiscal que quedó absuelto inexplicablemente en poco tiempo. Es un símbolo de la impunidad", explica.
El artista iniciará además una campaña buscando una ley de amnistía para todos los luchadores sociales que tienen "antecedentes de la ley 209 de la dictadura stronista", cuenta. "Pensé que íbamos a hacerlo entre varios pero ante la atomización que hay, en la que nadie se propone luchar juntos por una causa me toca a mi reclamar en forma personal para poder seguir cantando, para seguir moviéndome por el país y poder salir del país", explica.
Cuenta que la primera es por posesión de material subversivo. "Era un casette de Fidel Castro que compré en los pancheros de Buenos Aires. Figuró como prueba, un cana desgrabó las palabras de Fidel y todavía no lo extinguen como antecendente". Alberto recuerda entre las risas que permite el recuerdo: "Fue en el año 83', fuimos compañeros de celda con (Héctor) Lacognata, (Carlos) Filizzola y un grupo campesinos".
La otra historia es parte de una lucha mayor, su compromiso con los Sin Techo.

Jorge Zárate