Nataniel Viuniski, nutricionista brasileño de Herbalife |
Nataniel Viuniski,
es uno de los nutricionistas más consultados del Brasil. Dice
que en el futuro convivirán los alimentos de diseño con un regreso
a las frutas y verduras. También que es posible realizar un “fast
food saludable” que reemplace al modelo de grasas excesivas que
prima en la alimentación mundial. Asegura que la industria, un
villano de esta historia, está cambiando de actitud.
“El gran desafío del
siglo XXI es cambiar el modelo por el que las personas están
comiendo muchas calorías, que da más energía de la que necesitamos
pero con muy poca nutrición”, dice Nataniel Viuniski, señalando
que el tema es tan grave que “para la Organización Mundial de la
Salud (OMS) estamos sufriendo una epìdemia de obesidad”.
“La gente come mucha
grasa y pocas vitaminas, por primera vez en la historia del planeta,
tenemos más gente sufriendo por exceso de grasa en el cuerpo que
personas sufriendo por falta de grasas. Esto nunca había pasado en
la historia de la humanidad”, relata.
El profesional considera
que la cuestión se produce por lo que llama “un ambiente
obesogénico”. Lo describe así: “Por un lado está la
disponibilidad de alimentos con mal perfil nutricional con mucha
energía y poca nutrición y por otro lado se gasta mucho menos
energía para hacer las cosas. En la época de nuestros abuelos para
lavar la ropa se iban a la vera del río y hoy en día se lava en
máquinas. En los últimos 30 o 40 años se redujo la cantidad de
energía que gastamos y la cantidad que comemos es mucho mayor y esas
grasas se acumula principalmente en la región abdominal causando
daños a la salud”.
En el modelo mucho tiene
que ver la exigencia laboral. “Hay una investigación que hicimos
en Brasil con la Escuela Superior de Propaganda y Marketing en 20
ciudades para ver cómo se alimenta el brasileño y cuanto tiempo
tiene. Así nos dimos con que tiene 15 minutos para el desayuno, 30
minutos para el almuerzo, 15 para un snack en la mediamañana, otros
15 para la cena. La gente no tiene tiempo y este es el motivo que
lleva a comer en la calle”.
Entonces como es muy
dificil cambiar este sistema en las ciudades, propone desarrollar “
un fast food saludable. El desafío es desarrollar una comida de este
tipo que tenga alto valor nutricional, proteínas, fibras, y valor
alimenticio”.
Un mal emocional
“La obesidad es la
acumulación de grasa en la zona abdominal y esa grasa provocar una
serie de cambios en la salud. La diabetes, la hipertensión, aumento
de grasa en sangre e hígado. Hay una relación directa entre el
aumento de peso y la ocurrencia de infartos y derrames. Hay molestias
sencundarias como piedras en la vecícula, problemas para dormir como
la apnea, entre otras”, describe Viuniski.
“Pero para mí que hace
20 años que trabajo con problemas de obesidad, lo más importante
son los problemas emocionales. La gente que padece exceso de peso,
tiene baja autoestima”, expone.
“Es directa la relación
entre obesidad y depresión. Cuanto más obeso más deprimido y
cuando más deprimido menos ganas tengo de hacer cosas, me pongo a
comer más, y aumenta la obesidad. Hay que quebrar el círculo
vicioso y la única arma que tenemos es el estilo de vida saludable”,
cuenta.
El rol que juega el stress
en el problema no es menor. “Cuando estamos estresados aumenta la
producción de una hormona llamada cortizol, la gente que duerme
poco, que tiene problemas, aumenta la producción de esta hormona”,
revela.
“El stress es como
cuando nos preparamos para la guerra. Lo que queremos es llenar las
baterías para enfrentar los problemas”, cuenta para recomendar que
en los programas para adelgazar “es importante que se tenga un
acompañamiento emocional, un coach, un amigo, alguien en quien
apoyarse”.
Una recomendación
especial es dormir bien. “También hay una relación entre las
horas de sueño y la obesidad. La gente que duerme poco tiene más
posibilidades de desarrollar obesidad que la gente que tiene buen
sueño”, explicó.
Actividad física para
los niños y adultos mayores
“El ejemplo más
dramático son los niños”, asegura el nutricionista Nataniel
Viuniski y recuerda: “Cuando eramos chicos andábamos en la calle,
corríamos todo el día, sudábamos, hoy le pregunto a mis pacientes,
¿Jugás a la pelota? Y me responde que tiene el Fifa Soccer en la
Play Station (Risas)”.
El también médico
pediatra señala que “la actividad física es un hábito como
cepillarse los dientes. En Brasil trabajamos con los ministerios de
Salud y de Educación en un programa que se llama “Escuela
Saludable” donde desde el primer año de la escuela se promovía
fuertemente la práctica de la actividad física porque cuando
comienza en la niñez, lo lleva para toda la vida”, comentó.
“También hay otras
medidas sencillas que se pueden tomar desde los municipios, como
cerrar algunas calles para favorecer el uso de bicicletas, skates o
simplemente caminar con los perros” expuso para mostrarse favorable
a los planes para incrementar los espacios públicos.
“En Brasil hay un
programa para las personas mayores que está incorporando aparatos en
las plazas para que se puedan hacer ejercicios acordes para ellos,
para los miembros superiores e inferiores. Así que la gente que
antes se quedaba en los bancos mirando los pájaros ahora está
haciendo actividad física con lo que se produjo un cambio muy
importante en la salud”, cuenta.
“Los administradores
entienden el lenguaje del costo beneficio. La ciencia comprobó que
cada centavo que nosotros invertimos en la prevención de la
obesidad, se economizan dolares en el sistema de salud”, expone.
Alimentos diseñados y
naturales
Viuniski considera que “la
industria de los alimentos está cambiando su postura y esto es
alentador. En los 90 la considerábamos uno de los villanos de esta
historia. Ahora por ejemplo las gaseosas reemplazan el azucar por
edulcorantes naturales, los grandes del Fast Food están teniendo ya
ofertas de frutas y ensaladas, las galletitas ya están viniendo sin
grasas saturadas, hay una tendencia”, señala.
El técnico incluye en ese
movimiento a laempresa de la que es consultor y por la que llegó a
nuestro país para dar una exposición en un seminario desarrollado
en el Hotel Granados Park. “Herbalife es un ejemplo, hoy día es
una empresa presente en 78 países y tienen como misión cambiar los
hábitos nutricionales de la gente. Me encanta como consultor que no
limita a sus productos, tiene un programa de vida saludable,
recomendando frutas y verduras. Es una gran incentivadora de la
práctica de actividad física. Por eso patrocina atletas, más de 50
equipos de fútbol en todo el mundo”, cuenta.
La empresa produce polvos
alimenticios que se mezclan con leche o agua para producir un licuado
que aporta las calorías suficientes para que una persona pueda
afrontar el día. Se expandió notoriamente basado en un sistema de
ventas muy particular y en “el hecho comprobable de que ayuda a
bajar de peso”.
Sin embargo para el
experto estos alimentos de diseño son sólo una parte de la comida
del siglo XXI. “Es posible que la comida del futuro sea la comida
del pasado. La obesidad comenzó cuando las personas dejaron de comer
con su familia porque tenían que estar en la calle trabajando, hasta
llegar a este modelo”.
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