Locura
mundial por el 21 de diciembre se disparó con fenómeno
climático
Cientos de miles mirando
al cielo durante todo el día, los comentarios que pasan por mensaje
de texto, por fotos de celulares, por las redes sociales.
Una aureola circundó al
Sol en un fenómeno que pudo verse en el país, principalmente en el
sur, y que conmovió a la gente que comenzó a tejer relaciones entre
lo que veían sus ojos, la Profecía Maya y la disparatada teoría
del fin del mundo.
“Son nubes cirrus que
tienen cristales que refractan la luz del sol y forman el halo
alrededor del sol, es un fenómeno óptico meteorológico”, explicó
Blas Servín, el decano de los astrónomos paraguayos.
Entre tanto el fenómeno
de la auerola provocó comentarios graciosos en las redes sociales
donde se dio rienda suelta a la creatividad y se publicaron fotos
desde distintos lugares del país tomadas con celulares o pequeñas
cámaras, algunas de gran belleza.
Allí lucía el colorido
de arcoiris que los cristales de hielo provocan al refractar la luz
solar. Todo en esas altísimas nubes ubicadas a 7 mil metros sobre el
nivel del mar.
Entre tanto Servín
recordó que lo único que pasará “el 21 de diciembre a las 8.12
de la mañana es que ingresamos en el verano, es todo el fenómeno
astral que va a ocurrir. Coincide con la profecía maya aunque nunca
hablaron del fin del mundo. Esto fue una invención de un tal
Argüello y pegó mucho la historia porque vende, porque es
comercialmente explotable”, consideró.
La primera de las 7
lecturas de la Profecía Maya dice: "el mundo de odio y
materialismo terminará y con ello el final del miedo". Ninguna
otra cosa.
Para el titular del
Planetario Padre Suárez la cuestión del fin del mundo, que desató
un verdadero fenómeno mundial, tiene más que nada un atractivo
publicitario. “El relato que más me impresionó fue ese que habla
de que un planeta (Nibari) va a chocar contra la tierra, cuestión
que es imposible porque los planetas tienen sus rutas y no salen de
allí”, agregó.
“Ya van a ver que el 22
y 23 vamos a estar hablando de nuevo como si nada”, dijo entre
risas.
Un investigador español
encontró 160 predicciones del fin del mundo que nunca se cumplieron
y todo indica que esta será la 161.
Ojalá.
Disparates y razones
El Planeta Nibiru se
acerca y chocará la Tierra, dicen los más jugados. Este 21 de
diciembre, según las miles de publicaciones que hay en Internet
sobre el tema algo raro ocurrirá, aunque todo indica que no habrá
asteroides, ni planetas errantes, ni llamaradas.
Están los que dicen que
fueron los Mayas los que lo previeron cuando en realidad este 21
acaba un ciclo de 5.125 años, el segmento cronológico mayor que los
mayas usaban para medir el tiempo. Termina apenas un Baktun, tal el
nombre que le daban. Sería el final del decimotercer Baktún, un
espacio de casi ciento cincuenta años.
El calendario maya está
pensado para registrar intervalos de 26 mil años. Es como un
cuentakilómetros que cuando agota todos sus dígitos empieza de cero
otra vez. Esta repetición es clave en el fenómeno 2012.
“El 22 de diciembre
hablaremos los mayas”, dijo Rigoberta Menchu, la premio Nobel de la
Paz, descendiente de este pueblo sabio que hoy vive en la pobreza y
la marginación, perseguidos por los explotadores de la tierra más
que por los fenómenos astrales.
Lika Guhathakurta, experta
en estrellas de la Agencia Espacial de los Estados Unidos (NASA, su
sigla en inglés), dice que el Sol tampoco es una amenaza. Está ahí
incluso desde antes de que existiesen los mayas y nunca ha destruido
el mundo. Es cierto que se acerca a u un máximo de sus ciclos de
actividad de once años pero no es más que uno de tantos y no el más
pronunciado en 50 años.
Jorge Zárate
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