19 de diciembre de 2012

Profecía Maya: Aureola solar no es señal del fin del mundo, dicen astrónomos

Las nubes cirrus a 7 mil metros de altura tienen cristales de hielo que construyen un arco iris con los rayos del sol. Foto de Nicolás Mango, tomada en Villa Angela, Chaco, Argentina el 12 de diciembre pasado.

Locura mundial por el 21 de diciembre se disparó con fenómeno climático

Cientos de miles mirando al cielo durante todo el día, los comentarios que pasan por mensaje de texto, por fotos de celulares, por las redes sociales.
Una aureola circundó al Sol en un fenómeno que pudo verse en el país, principalmente en el sur, y que conmovió a la gente que comenzó a tejer relaciones entre lo que veían sus ojos, la Profecía Maya y la disparatada teoría del fin del mundo.
“Son nubes cirrus que tienen cristales que refractan la luz del sol y forman el halo alrededor del sol, es un fenómeno óptico meteorológico”, explicó Blas Servín, el decano de los astrónomos paraguayos.
Entre tanto el fenómeno de la auerola provocó comentarios graciosos en las redes sociales donde se dio rienda suelta a la creatividad y se publicaron fotos desde distintos lugares del país tomadas con celulares o pequeñas cámaras, algunas de gran belleza.
Allí lucía el colorido de arcoiris que los cristales de hielo provocan al refractar la luz solar. Todo en esas altísimas nubes ubicadas a 7 mil metros sobre el nivel del mar.
Entre tanto Servín recordó que lo único que pasará “el 21 de diciembre a las 8.12 de la mañana es que ingresamos en el verano, es todo el fenómeno astral que va a ocurrir. Coincide con la profecía maya aunque nunca hablaron del fin del mundo. Esto fue una invención de un tal Argüello y pegó mucho la historia porque vende, porque es comercialmente explotable”, consideró.
La primera de las 7 lecturas de la Profecía Maya dice: "el mundo de odio y materialismo terminará y con ello el final del miedo". Ninguna otra cosa.
Para el titular del Planetario Padre Suárez la cuestión del fin del mundo, que desató un verdadero fenómeno mundial, tiene más que nada un atractivo publicitario. “El relato que más me impresionó fue ese que habla de que un planeta (Nibari) va a chocar contra la tierra, cuestión que es imposible porque los planetas tienen sus rutas y no salen de allí”, agregó.
“Ya van a ver que el 22 y 23 vamos a estar hablando de nuevo como si nada”, dijo entre risas.
Un investigador español encontró 160 predicciones del fin del mundo que nunca se cumplieron y todo indica que esta será la 161.
Ojalá.

Disparates y razones
El Planeta Nibiru se acerca y chocará la Tierra, dicen los más jugados. Este 21 de diciembre, según las miles de publicaciones que hay en Internet sobre el tema algo raro ocurrirá, aunque todo indica que no habrá asteroides, ni planetas errantes, ni llamaradas.
Están los que dicen que fueron los Mayas los que lo previeron cuando en realidad este 21 acaba un ciclo de 5.125 años, el segmento cronológico mayor que los mayas usaban para medir el tiempo. Termina apenas un Baktun, tal el nombre que le daban. Sería el final del decimotercer Baktún, un espacio de casi ciento cincuenta años.
El calendario maya está pensado para registrar intervalos de 26 mil años. Es como un cuentakilómetros que cuando agota todos sus dígitos empieza de cero otra vez. Esta repetición es clave en el fenómeno 2012.
“El 22 de diciembre hablaremos los mayas”, dijo Rigoberta Menchu, la premio Nobel de la Paz, descendiente de este pueblo sabio que hoy vive en la pobreza y la marginación, perseguidos por los explotadores de la tierra más que por los fenómenos astrales.
Lika Guhathakurta, experta en estrellas de la Agencia Espacial de los Estados Unidos (NASA, su sigla en inglés), dice que el Sol tampoco es una amenaza. Está ahí incluso desde antes de que existiesen los mayas y nunca ha destruido el mundo. Es cierto que se acerca a u un máximo de sus ciclos de actividad de once años pero no es más que uno de tantos y no el más pronunciado en 50 años.
Jorge Zárate

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