11 de junio de 2015

Pai Pablito: “Tenemos miedo pero no vamos a amilanarnos”

  El Norte contó su verdad en Asunción
Crónica del evento del Martes 9 de Junio de 2015
Presentación de la reedición del libro "Relatos que parecen cuentos" de Monseñor Pablo Cáceres y Benjamín Valiente
Pablito y toda su entereza. Foto de Rufo Diana

Anoche, el admirable coraje de Pai Pablito, de Benjamín, de Marciano, de todos los compas de Arroyito brilló para iluminar la Plaza Italia, el centro de esta capital que anda triste, de este país que se resiste al oscuro.
El Norte contó su verdad en Asunción ante unas 200 personas que pusieron el cuerpo en la plaza para dar apenas un abrazo para gente que necesita un baño de multitud.
Una solidaridad organizada que se acerque hasta aquella zona donde rige la absurda ley de la fuerza bruta, un acto mayor de toda la organización política y social que quiere un país diferente.
Para ventura, el py´a guasu se siembra y contagia y esa deuda que se tiene con estas maravillosas personas que hacen patria en Concepción invita a seguir peleando por el retiro de la militarización, de la aparatosa, inútil y avasalladora de campesinos Fuerza de Tareas Conjunta (FTC).

“Relatos que parecen cuentos”, de monseñor Pablito Cáceres y Benjamín Valiente, recrea las ejecuciones extrajudiciales en Concepción realizadas por esta indescriptible, torpe y abusiva fuerza.
El mismo retomó estado público al ser ubicado como objeto de investigación por el fiscal Joel Cazal, que lo hizo tras dar a conocer que se encontró un ejemplar del libro en la mochila de uno de los presuntos miembros del Ejército Paraguayo del Pueblo (EPP).

Tras la apertura de Santiago Ortíz, secretario general del Sindicato de Periodistas (SPP) y Vidal Acevedo del Servicio de Paz y Justicia (Serpaj), dos de los organizadores del evento se pudo escuchar el canto fuerte y claro de Claudia Miranda y Sergio Peña.

La lectura de dos episodios en las voces de Cony Oviedo y Mariela González abrieron paso para público nuevo, “a una historia que deberíamos haber escrito nosotros, los que nos dedicamos a la tarea diaria de recopilar, escribir y presentar la información, los cronistas”, como expuso Julio Benegas a la hora de ponderar el trabajo.
Los cerrados aplausos de la gente, homenajearon este testimonio fuerte, eficaz y sentido.
Marciano Jara y Juan Cuevas del asentamiento Arroyito pusieron en dimensión histórica lo que representa la lucha por la tierra en la región del que fuera el más grande latifundio de América, La Industrial Paraguaya. “Que de industrial no tenía nada, y de paraguaya muy poco”, como bien señala uno de los textos recreados en la noche.
Después fue tiempo de los autores, aquí en los testimonios recogidos por el Serpaj:
“La Iglesia fue creada para codearse con los problemas de afuera; en los campos se mata a campesinos y mientras esto siga nosotros tenemos que abandonar nuestro templo y codearnos con los problemas; esa es la convicción que nos impulsa”, dijo Pablito para explicar la motivación del texto cuya reedición fue presentada en la plaza Italia de Asunción.

Los autores insistieron en que no se trata de una obra literaria ni de una investigación científica. “Les pido que nos entiendan, cada relato no tiene nada que ver con el siguiente, este libro es profundamente testimonial, se escribió en la camioneta desde el lugar del hecho”, refirió Cáceres mientras que Valiente apuntó “es una experiencia de nuestro vivir cristiano, testimonio de fe que ponemos a disposición de la gente como elemento reflexión”. Durante la presentación se realizó una descripción de la historia y la actualidad de atropellos en el Asentamiento Arroyito, principal escenario de los sucesos relatados, a modo de ubicar en contexto y situación al auditorio reunido en el espacio público.
“Sí, tenemos miedo; una declaración mía en un medio de comunicación de Asunción y dos horas después le llaman a Marciano (de la comunidad de Arroyito) y le dicen: “van a morir todos”, le llaman a la familia de Benjamín y le dicen: “díganle que se calle, no van a conseguir nada”; hay amenaza permanente, lo último fue lo de un fiscal que amenazó con que íbamos a ser llamados a declarar porque nuestro libro estaba en la mochila de un difunto del EPP; hay mucha amenaza, es doloroso, pero preferimos una iglesia al servicio de la gente que necesita de nosotros y no vamos a amilanarnos, con todo el temor que tengamos”, expresó Cáceres.
Por su parte, Valiente puntualizó que la obra narra la desgracia y sobre todo las barbaridades que suceden en el marco de una guerra increíble entre las Fuerzas de Tareas Conjuntas y la gente que vive en el monte, y en medio la agricultura familiar campesina que trata de resistir, de no mudarse para engrosar el cinturón de pobreza de las grandes ciudades.

“En la portada está la fotografía del Cerro Memby, figura física en la antesala a Concepción llegando desde el Amambay, es también el último bastión ante el avance sojero, es la frontera de la resistencia a la soja”, haciendo referencia a una problemática clave que tiene al campesinado del Norte del país frente al asecho de los grandes intereses económicos”.

Jorge Zárate

Brutal
“El libro narra en clave crónica en varios pasajes del acoso de las familias de Arroyito y Kuruzu de Hierro, Concpepción. Según los datos recopilados, estos pueblos ya tuvieron más de cinco víctimas fatales de las FTC, entre ellas una persona sorda que, espantada por el allanamiento, se refugió en un bosquecillo. Hasta ahí los militares fueron a ejecutarla. Cuando se dieron cuenta del “error”, no tuvieron mejor iniciativa que camuflar el cuerpo de uniforme militar y extender una ametralladora sobre el cuerpo acribillado, para presentárselo como combatiente. Este caso que ha quedado impune, entre los cinco casos registrados y denunciados, afectó a Agustín Ledesma (22) en abril de 2012. También recrea la historia de una comunidad indígena, en los fondos de Yvy Yau, que sufrió las de Caín cuando se le apresara al narcotraficante Ximenes Pavao. Además, reconstruye la vida del dirigente campesino de Arroyito, Benjamín Toto Lezcano, tenaz opositor a la semilla transgénica de la soja, acribillado frente a su casa por sicarios”, explicaron los organizadores.

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