21 de abril de 2025

Yaguaron y su Misa Guarayo, ícono de la religiosidad nacional

 

A sólo 48 kilómetros de Asunción se puede realizar un viaje en el tiempo a través de la música y el arte religioso. La celebración del rito con las partituras que se hallaron en Chiquitos, Bolivia, adquieren gran significado en la brillante ejecución de los músicos locales. Además el evento incorpora los estacioneros que mantienen vivo el “Ñembo´e Purahei y la banda Peteque Peteque.

El historiador y gestor cultural Fernando Díaz cuenta que la “La Misa Guarayo es un espectáculo musical que combina repertorios de partituras encontradas y recuperadas en el proceso de restauración de las iglesias de la Chiquitanía boliviana. Hans Roth las encontró tiradas, tomó contacto con el maestro Luis Szarán y allí se dieron con que contenían canciones litúrgicas que estaban escritas en lengua guarayo, entre ellas muchas de las canciones de la misa”.

Relata que fue en la escuela de Música “Maestro Cecilio Valiente” de Yaguarón donde “se inicia el proceso de desarrollar un espectáculo musical en el templo San Buenaventura y buscando repertorios, llegan hasta el maestro Szarán que a través del Proyecto Sonidos de Paraquaria investiga y difunde el repertorio barroco misionero y desarrolla la recuperación de esas músicas y las cede gentilmente para su puesta en escena en Yaguarón”.

El director de la escuela arriba citada, Pedro Sosa Villalba, recuerda que fue el propio Szarán el encargado de dirigir la orquesta de la institución en el estreno de la obra: “En aquella oportunidad nos dejó las partituras para que puedan seguir interpretándose todo este tiempo”, recuerda.

Tiempo después, “nosotros ideamos un concierto que decidimos sea exclusivamente de música de las reducciones jesuíticas y franciscanas. Quisimos hacer los Miércoles Santo porque queríamos aprovechar el movimiento de gente que había en nuestra ciudad durante la Semana Santa”.

Desde esa vez, hace ya más de 20 años, la cita “se volvió una tradición a la que le fuimos agregando algunos elementos como las túnicas franciscanas que usan los cantantes como para evocar el pasado de la ciudad y, decidimos iluminar la iglesia con candiles y velas para darle ese aire que habrán tenido las misas durante las reducciones jesuíticas y franciscanas”, apunta.

El concierto se desarrolló el miércoles santo en la Iglesia de San Buenaventura cuya construcción fue iniciada en 1755 y finalizó en 1772, uno de los templos históricos que atesora el Paraguay. 

 Sosa Villalba recordó que para llevarlo adelante “contamos con el apoyo de la Municipalidad de Yaguarón, desde siempre, para las presentaciones. También de Sonidos de la Tierra y el ensamble "Sonidos de Paraquaria" dirigido por el maestro Luis Szarán. Este año también con tamos con el apoyo de la Fundación José de la Sobera”, destacó.

Canto evangelizador

Díaz recuerda que los franciscanos adaptaron la misa a los diferentes pueblos que iban evangelizando: “los cantos y oraciones se hacían en latín, castellano y en la lengua propia de cada pueblo. En nuestro caso el mayoritario en guaraní, así como también las procesiones, los estacioneros, los ritos de piedad popular, los pasos, las coplas, las novenas, los pesebres, los calvarios, todos sirven para enseñar de manera sencilla la fe”, en la práctica de los religiosos.

Sosa Villalba apunta que “el mejor instrumento que tuvieron los evangelizadores fue la música porque a través de ella pudieron enseñar el dogma católico a los nativos. A ellos les encantaba y eran buenos músicos también, aprendían rápido. Así que es muy importante el rol que jugó la música durante la evangelización”. 

 Explica luego que “para los músicos es realmente una experiencia única, siempre nos hacen saber al término de cada presentación que les emociona hasta las lágrimas incluso. Es una música realmente bella y todos disfrutamos la oportunidad que tenemos de presentarla cada año”.

Siendo una misa que los franciscanos representaban en territorios de Paraguay, Argentina y Bolivia se les preguntó si tuvieron oportunidad de acercar esta puesta a los países vecinos. Sosa Villalba comenta: “Todavía no tuvimos la oportunidad de llevarla al extranjero aunque nos gustaría. Hemos elaborado algunos proyectos, pero lastimosamente la cuestión financiera no nos ayuda porque bien sabido es que para salir al exterior se necesita de recursos económicos de los que carecemos hoy pero nos perdemos la fe y la esperanza de que alguna vez se dará”.

Innovación e intercambio

Entre tanto siguen “innovando en el formato de nuestro concierto porque como es tradición presentamos en la primera parte la Misa Guarayo y en la segunda, lo que hacemos es darle espacio a la música de tradición oral, a la banda Peteque Peteque que tiene casi 300 años de vigencia”.

El director musical recordó que “tocan instrumentos que fueron elaborados por ellos mismos, todos con elementos extraídos de la naturaleza y recrean la música que vino transmitiéndose de boca en boca prácticamente de generación en generación hasta nuestros tiempos”.

También tienen su espacio los miembros del grupo estacionero San Buenaventura “que mantienen vivo el Ñembo´e Purahei, algo bastante tradicional en nuestro país durante la Semana Santa y mostramos también el trabajo en conjunto que hacemos con ellos en la institución, por ejemplo, ya tenemos en la escuela de música formado un ensamble que toca los instrumentos y la música de la banda Peteque Peteque, así como tenemos un coro que cantan las músicas de los Estacioneros, es decir, vamos educando también en estas artes tradicionales”, expone.

Díaz destaca “la importancia de esta puesta en escena radica fundamentalmente en restituir un poco del pasado barroco al templo, con una visión, más que nada, de una cultura compartida y con expresiones propias, algunas desaparecidas, otras aún preservadas, pero todas fruto de ese contacto, de ese influjo que aún está latente debilitado o invisible, capaz haya más de lo que vemos o sabemos”

Recordó entonces que “en la región hay grandes espectáculos y festivales de barroco misionero, sobre todo en Bolivia y Argentina donde estos repertorios tienen gran difusión y estudio”, dijo para alentar el intercambio.

Luego insistió en la invitación a visitar Yaguarón, más allá de los eventos de la Semana Santa porque “tenemos una gran cantidad de espacios que ofrecen todos los servicios que el visitante pueda necesitar aparte de vivir una verdadera inmersión en las tradiciones y la cultura religiosa del Paraguay en cada una de sus calles y rincones”, destacó.

Una conmemoración especial

Milciades Larrosa, director de Cultura y Turismo destaca que la presentación de la Misa Guarayo es posible gracias al apoyo municipal: “Es una inversión que se hace para ofrecerle a todos los turistas dentro del circuito turístico denominado “Yaguarón de Ensueños” y especialmente en estos días del “Araguasu Yaguarón”, dice.

Lo hace recordando que toda la comunidad se prepara para la Semana Santa, limpiando sus casas, pintando las veredas, tenemos el hermoso Paseo de los Mitos, donde los artistas pintan los murales, las esculturas que fueron restauradas, todo con participación comunitaria”, destaca. 

 Asegura que todo es producto de “un silencioso y coordinado trabajo que se viene ejecutando desde hace años entre gestores culturales, promotores de turismo, músicos, artesanos, artistas plásticos, historiadores, trabajadores de la gastronomía, pobladores entusiastas y autoridades, con un enfoque de desarrollo sostenible”.

Larrosa entiende que Yaguarón es una suerte de “capital de la Semana Santa”, ya que fueron declarados de interés turístico nacional y “eso es un gran compromiso para nosotros que nos alienta a seguir apostando a las actividades religiosas, culturales y turísticas propias de nuestro "Pueblito pintoresco de Gente con Encanto"

Jesuitas suizos en la historia

Es posible que la Misa Guarayo, que estaba entre esos papeles, sea del también suizo Martin Schmid, inspirado en Domenico Zipoli, o una creación colectiva de los sacerdotes y los músicos indígenas. La versión que llegó a nuestros días fue recopilada en 1988 por el historiador José A. Perasso en el pueblo guarayo de Ascensión y revisada nuevamente en origen, en sucesivas visitas por el maestro Luis Szarán.

Vale recordar que estas partituras fueron encontradas por el arquitecto suizo Hans Roth Merz que tuvo a su cargo la restauración de las iglesias jesuíticas de la Chiquitanía boliviana. “Como legajos inservibles, los salmos, himnos y misas barrocas habían sido usados para cubrir tallas antiguas o tapar algún agujero de un muro resquebrajado en una sacristía. Roth trajo expertos de Europa y de Chile, y dirigió las delicadas tareas de restauración de las partituras”, cuenta el colega La Nación de Argentina. 

 Las Misiones Jesuíticas de Chiquitos, situadas en el noreste de Bolivia, obra urbanística y cultural creada a finales del siglo XVII eran parte del sueño de la orden de realizar la utopía de una ‘Ciudad de Dios’ en la tierra.

Schmid, jesuita, suizo de nacionalidad, vivió entre 1694 y 1772 y fue además de sacerdote, arquitecto y músico. De hecho fue también un gran luthier: Bajo su guía los nativos dieron a luz Violines, violas y violoncelos; flautas, oboes y chirimías; arpas, clavicordios y salterios en el taller de San Javier.

Hans Roth, que nació en el mismo cantón suizo de Zug que su compatriota Schmid, se congratulaba de haber encontrado esas 5 mil hojas de partituras de música barroca en Santa Ana y San Rafael. Este acervo conforma el Archivo Musical de Chiquitos, uno de los más importantes a escala mundial de este período artístico. A tal punto que dio lugar a la creación de un Festival Bienal de Música Barroca que ya lleva XIV ediciones realizadas. 

Roth, otro gran jesuita

Roth llegó a Bolivia en 1972 enviado por jesuitas suizos para restaurar la Iglesia de San Rafael, “tarea que concluiría tras dos años de trabajo delicado y minucioso por la importancia implícita”, cuenta el sitio Swiss Info. Luego entiende que debe hacer lo propio con los templos de Concepción y San Javier. Su labor se expandiría más tarde a San Miguel, Santa Ana, San Rafael y San José. 

 Para ello pasa más de 30 años y trabaja en otras 200 edificaciones, entre ellas escuelas, hospitales, iglesias, capillas, casas para sacerdotes y de religiosas en la región de la Chiquitanía.

Su respeto a las edificaciones originales y la practicidad de su obra, se resumen la Iglesia de Asunción de Guarayos, erigida con un techo de unos 20 por 40 metros sostenido por sólo cuatro columnas de quebracho o el  Santuario Mariano de la Torre en el Chochis que fue construido en piedra arenisca roja. Este último en 1996 postuló al premio Mies van de Rohe de Barcelona. 

Jorge Zárate

Links

https://www.swissinfo.ch/spa/cultura/los-grandes-hombres-quedan-detr%C3%A1s-de-las-obras/7039212

https://www.facebook.com/reel/1552425502381732

https://festivalesapac.com/martin-schmid-constructor-de-cultura-viva/

https://www.lanacion.com.ar/lifestyle/musica-de-la-chiquitania-nid1207417/

https://portalguarani.com/1080_luis_szaran/16178_reducciones_jesuiticas_n_1__luis_szaran__ano_2022.html

https://open.spotify.com/intl-es/album/3pWNVd9XB4kUCTXh0pnWKo?si=BA3XhOXORfqLRycA1CmBSA

 

 

“Nuevas visiones de la Pasión”, una historia de las imágenes cristianas

 

Se trata de “obras nunca antes vistas” que se exponen durante la Semana Santa en el Museo de Arte Sacro. El espacio ofrece la muestra para “reconectarnos con nuestras raíces históricas y con nuestras más queridas tradiciones paraguayas, programando una visita en familia para aprender y disfrutar con estas obras de excepcional belleza”.

"Jesús nazareno" Anónimo andaluz del Siglo XVII

“Estas obras, nunca antes expuestas en nuestro país, se unirán a otras obras de la colección privada y de la colección permanente del Museo de Arte Sacro para contar, en orden temático/cronológico, los episodios de la pasión, muerte y resurrección de Jesús de Nazaret”, cuenta el muséologo Luis Lataza.

“Como es habitual en las muestras temporarias del Museo, se profundizará en el análisis iconográfico de cada una de las obras: Sus orígenes históricos y sus derivaciones devocionales, haciendo especial hincapié en las reinterpretaciones en clave simbólica que tanto el guaraní como el mestizo paraguayo hicieron del arte sacro de la Europa barroca”, apunta.

La exposición permanecerá abierta hasta el domingo 27/4 en Manuel Domínguez esquina Paraguarí, todos los días en el horario de 9 a 18 y no es necesario reservar ni llamar previamente.

La entrada general es de 25 mil guaraníes e incluye la posibilidad de visitar también la Colección permanente del Museo de Arte Sacro en la modalidad, ya habitual, de las dos muestras por la misma entrada. Los niños menores de 12 años entran gratis todos los días.       

Aquí la charla de Luis Lataza, responsable de la exposición con Nación Media:

-¿Cómo llegan estos maravillosos cuadros a Asunción?

 “Nuevas visiones de la Pasión” del Museo de Arte Sacro muestra en forma temporal tres pinturas europeas de gran formato, realizadas entre los siglos XVII y XVIII, que fueron recientemente adquiridas en subastas internacionales por el coleccionista Nicolás Latourrette Bo para su colección privada. 

"Lamentación sobre Cristo muerto" Anónimo hispano-flamenco del Siglo XVII. Óleo sobre tela.

-¿Qué tiene de especial el período de los Siglos XVII y XVIII en que se produce esta obra para este tipo de expresiones?

El periodo entre esos dos siglos es fundamental para comprender el desarrollo de nuestro arte paraguayo, cuyos primeros años fueron 100% sacros. Tanto la escuela hispanoflamenca como la sevillana – a la que pertenecen las obras expuestas- fueron las más prolíficas e influyentes de las consolidadas en el Siglo de Oro español, cuya producción se exportaba desde Sevilla a las ciudades de la América Hispana que podían pagarla. No era el caso de Asunción. Pero igualmente esta influencia llegaba por medio de los miles de grabados impresos que las reproducían en un formato mucho más accesible expandiendo sus motivos y sus novedades iconográficas a todo el mundo cristiano. 

- Nos ha dicho que la exhibición hace “hincapié en las reinterpretaciones en clave simbólica que tanto el guaraní como el mestizo paraguayo hicieron del arte sacro de la Europa barroca”. ¿Qué nos puede comentar sobre ello?

Toda obra artística es siempre una reinterpretación. La pretendida “originalidad” es un mito y una falacia. No existe obra sin antecedentes y sin un contexto que la explique y mucho menos dentro del arte sacro. Cada cultura hace su reinterpretación de los nuevos contenidos o de los nuevos parámetros que se incorporan a ella. Barrocos mestizos surgieron en toda América y del mismo modo, en nuestro Hispano-guaraní podemos rastrear formatos previos nativos y las reelaboraciones en clave simbólica de los temas naturalistas del barroco europeo utilizados, en este caso, para contar los episodios del martirio de Jesús de Nazaret.

-¿Desde cuándo datan las pinturas de la pasión, muerte y resurrección de Jesús de Nazaret? Y por qué se destacan en la pictórica de la Europa antigua?

Los episodios del martirio de Cristo fueron representados con total libertad desde el Edicto de Milán del año 313 sustituyendo poco a poco a los temas mayormente simbólicos utilizados previamente por los primeros cristianos para evitar las persecuciones dentro del Imperio Romano. El ciclo de la vida, prédica, pasión y resurrección de Jesús de Nazaret es el centro y principal contenido de los primeros 2000 años del arte occidental, no sólo del arte antiguo y no sólo del arte cristiano. El mensaje de Jesús de redención a partir de la sencillez y el amor como un ideal a alcanzar es la base del humanismo que sustenta y explica toda la historia europea; influyendo desde ahí, sea por adhesión o por oposición, a todo el resto del mundo. 

-¿Por qué es una muestra recomendada para visitar en familia?

Las exposiciones temporales son parte de la tarea que tiene que realizar todo museo. Con ellas se pretende profundizar en sus contenidos y renovar la comunicación con su público, ofreciéndole nuevos datos y nuevos puntos de vista sobre su Colección. 

En esta ocasión el Museo de Arte Sacro ha realizado el esfuerzo de reunir pinturas nuevas y nunca vistas en Paraguay, complementándolas con otras obras de la Colección Privada y esculturas de la Colección Permanente del Museo para ofrecer una nueva mirada, contextualizada y comprensiva, de los hechos históricos que celebramos en la Semana Santa.

El ideal cristiano está tan entroncado en nuestro ser paraguayo que valorar nuestro arte sacro es una forma de valorarnos a nosotros mismos. Por ello es que esta muestra temporaria “Nuevas visiones de la Pasión” es también una excelente oportunidad para reconectarnos con nuestras raíces históricas y con nuestras más queridas tradiciones paraguayas, aprendiendo y disfrutando con estas obras de excepcional belleza.

Jorge Zárate

Quince años de un espacio sui generis

El 24 de marzo pasado el Museo de Arte Sacro cumplió sus primeros 15 años de actividades al servicio de la ciudadanía, “poniendo en valor y difundiendo nuestro patrimonio hispano-guaraní”.

Según recordó la institución “fue un deseo e iniciativa del mecenas Nicolás Darío Latourrette Bo que a partir de la Fundación que lleva su nombre cedió parte de su colección privada para que sea el núcleo fundacional de la Colección permanente que atesora el Museo. Esta Colección está compuesta de casi un centenar de imágenes religiosas paraguayas de los siglos XVII y XVIII de incalculable valor artístico e histórico y que -a juzgar por las expresiones de los especialistas extranjeros que la han estudiado- es digna de figurar en los grandes museos del mundo”. 

La Fundación Nicolás Darío Latourrette Bo, adquirió la espectacular Villa Lina, declarada Patrimonio de la Ciudad de Asunción luego de su puesta en valor en una restauración y refuncionalización del edificio realizada por el Ingeniero Daniel Codas.

En la datación de las obras expuestas trabajó la restauradora Estela Rodríguez Cubero y finalmente la creación de la museografía junto con la redacción del guión museológico y los textos generales y específicos estuvieron a cargo del museólogo Luis Lataza.

La colección de 97 esculturas está distribuida “en forma temática, perfectamente clasificada y catalogada, lo que permiten una lectura comprensiva del arte sacro paraguayo y de su evolución a partir del barroco europeo importado por franciscanos y jesuitas”.

Sus salas fueron abiertas a todos los públicos, a los que recibió con visitas guiadas adaptadas al interés y franja etaria, desde niños a especialistas. Ha recibido también destacadas visitas internacionales, desde presidentes a embajadores y diplomáticos de distintos lugares del mundo, interesados en conocer lo mejor de nuestro patrimonio paraguayo.

Exposiciones y conferencias

Paralelamente a la exhibición de su Colección permanente, ha realizado 24 exposiciones temporales basadas en su mayoría en la Colección Privada de Nicolás Latourrette Bo. “Tuvimos la oportunidad de conocer cientos de obras que nunca estuvieron expuestas al público y que abarcaron una variedad y rango cronológico que va desde arte del antiguo Egipto, frescos pompeyanos, bronces franceses de la Belle Epoque hasta pintura paraguaya contemporánea”, comentó.

El Museo ha realizado, hasta la fecha, 64 conferencias de difusión del arte sacro en ocho ediciones consecutivas del ciclo anual “Un verano con el arte” y también ha dado espacio en su Auditorio Franca Bo a 6 ponencias internacionales, 2 jornadas de capacitación en Arte Sacro, 3 reuniones de la  Academia de la Historia y fue sede de 4 lanzamientos de libros y publicaciones paraguayas.

En los jardines del Museo se han realizado 14 conciertos multitudinarios al aire libre, una gran feria de arte y dos eventos por el Día del Niño.  El Museo de Arte Sacro ha participado de 2 bienales de Asunción y 3 eventos de Pintasud y fue uno de los 5 únicos museos en participar de la primera Noche de los Museos. También ha sido sede del primer Congreso paraguayo de Museología fue aquí donde surgió la idea de crear la Asociación de Museólogos que lo nombró Museo del año en el 2021.

El Museo “continuará por la misma senda, apostando por el arte, por la comprensión y entendimiento entre las culturas y comunidades, mostrando con orgullo las capacidades creativas del hombre paraguayo para responder a su medio natural y social y será un transmisor activo y creativo de los valores de nuestra cultura a todo el mundo”, recordó.

14 de abril de 2025

Tañarandy: el camino que sigue bajo la luz y legado de Koki Ruiz

 Las hijas del querido artista plástico cuentan la experiencia de recrear la conmemoración que nació en el seno de su familia y se expandió en esta comunidad misionera que se transforma en el centro de atracción nacional durante la Semana Santa. Visitado por unas 30 mil personas, los cuadros vivientes, la iluminación con velas y fuego, el canto de los estacioneros, sembraron una marca que revive cada año en buena tradición. 

Un camino de velas entorna el “yvaga rape” de la Colonia Tañarandy conteniendo una procesión multitudinaria y conmovedora, una verdadera postal de la semana santa paraguaya cuyas imágenes recorrieron el mundo entero.

Un rito que se da cada viernes santo iniciando con el descenso de la imagen de la Virgen de los Dolores que es acompañada por lloronas y estacioneros hasta llegar al predio que llaman “montecito” donde se representan los cuadros que evocan los últimos momentos de Jesucristo, la última cena y su calvario.

Esta será la primera ocasión en que la conmemoración no tendrá en la dirección artística del arquitecto y artista plástico Koki Ruiz fallecido en diciembre pasado.

Aquí sus hijas, al frente del evento, cuentan cómo Delfín Roque Ruiz Pérez, tal su nombre completo, ideó todo para honrar la fe católica de su madre Rosa.

Macarena Ruiz es también artista plástica y mientras va concluyendo detalles pictóricos de una escenografía recuerda que en principio todo fue puertas adentro:  “Surgió como algo espontáneo en una reunión familiar acá en La Barraca, estaban mi papá con sus hermanos, mi abuela, y esto era campo, no estaba poblado como ahora y ella estaba muy sentida porque no podía participar de de un Vía Crucis. Entonces le dice que él le iba a hacer uno y armaron un camino con velas con mi mamá, los hermanos, los primos y cantaron e hicieron las estaciones entre ellos”.

 Lo fueron repitiendo año tras año, como una tradición, aunque Koki, según dice Macarena: “no digo que era una persona muy devota, ni muy practicante de la religión, pero sí que encontró en el arte popular religioso una herramienta como para expresarse y crear arte”.

Almudena agrega: “yo creo que era un hombre de mucha fe pero no lo definiría como practicante como su mamá, por ejemplo, pero si era algo que le conmovía mucho y, lo que encontró en Tañarandy, en su pueblo porque él era de acá, es que la religiosidad popular estaba muy viva. Era algo que conocía de su propia infancia en celebraciones de Semana Santa y encontró en eso una posibilidad de hacer lo que él podía que no es predicar desde la parte evangélica sino desde la parte de la expresión artística”.

Macarena apunta que “sentía que ahí estaba su identidad como artista al conectar y trabajar con la gente. Por eso su lema siempre era “cada ser humano es un artista y cada acción una obra de arte”, usaba esa frase de Joseph Beuys, el artista alemán y yo veía que a él le gustaba mucho que la gente se apropie de su obra. Con la religiosidad popular  logró esa conexión con la gente porque a él le importaba mucho su historia, la cultura paraguaya, lo nuestro”.

 De la familia a la comunidad

Macarena Ruiz cuenta: “Yo tenía cuatro años cuando empezó y me acuerdo a partir de los siete más o menos y lo que primero recuerdo es que era como más un acontecimiento familiar y que era una tradición, era algo que hacíamos siempre con los tíos, con los parientes de mi papá, de mi mamá y es para mí algo que está muy interiorizado, muy naturalizado también y como parte de nuestra identidad como familia”, dice.

Almudena recuerda a su turno: “yo crecí mucho más en la tradición no tanto ya familiar sino más comunitaria. En los 2000 que cuando empiezo a tener memoria esto ya era algo que se extendía en el camino de la comunidad”, apunta. 

Macarena Ruiz
 Explica que para ese entonces “ya era algo que se extendía, empezaron pronto los cuadros vivientes, a crecer mucho la presencia de público, la actividad, entonces siento, y es algo que también le pasa mucho a los hijos de los que iniciaron con este trabajo, que es como una especie de normalidad, de tradición, de cosas que hay que hacer todos los años”.

Sólo interrumpida por la pandemia del Coronavirus, la conmemoración tendrá su 33 edición en Tañarandy, “la tierra de los irreductibles”, colonia vecina a San Ignacio, Misiones, a 230 kilómetros de Asunción.

Unas 80 personas actúan en los cuadros vivientes que fueron evolucionando en el tiempo: “En un principio era todo bastante local, eran rostros de Tañarandy que mi papá de repente iba viendo durante el año, le paraba a una persona y le decía “vos vas a ser mi Jesús, déjate la barba, déjate el pelo largo”, primero era así”, cuenta Macarena.

“Después llegamos a tener visitas de colegio o de grupos de actores formados interesados en participar. De hecho, el grupo “Yakaira” continúa viniendo”, agrega.

Almudena Ruiz
 Pero esencialmente, la gente de la comunidad es la involucrada: “Estamos haciendo mucha práctica, entre prueba y error, ya que estamos con los nervios que todo salga bien. Ahora mismo practicamos bastante con nuestros vecinos hasta afinar todo en el ensayo general del jueves santo”, explica.

El evento requiere una logística importante en la que la familia Ruiz tiene la ayuda de un equipo de 10 personas que formó el propio Koki. “Ellos son los que ahora tienen todo el conocimiento para hacer esto. Entonces una vez que se tiene la idea se empieza a hacer todo y a medida que va pasando los días se va sumando más gente a medida que el trabajo es más grande”, cuenta Almudena.

Macarena explica que “este año la municipalidad de San Ignacio se acercó a darnos una mano en el tránsito y otros temas que hacen al bienestar de los que visitan la ciudad”.

Para las jóvenes, encarar esta edición sin la presencia rectora de Koki plantea importantes desafíos: “sobre todo en la parte final donde se hace la representación de la pasión y muerte de Cristo, ahí es donde él iba jugando, experimentando y ahí es donde está su espíritu personal,  entonces lo que intentamos hacer es seguir lo que sabemos que a él le gustaba, lo que entendimos y aprendimos que era su camino, su expresión artística pero ahí es donde también uno tiene miedo de equivocarse”, expone.

Ovejas pastando en paisaje misionero de Koki Ruiz

El sueño de un memorial

Macarena y Almudena Ruiz sueñan con la posibilidad de crear un espacio donde se pueda visitar la obra de Koki una situación difícil porque la mayoría de la obra del gran artista está en manos privadas. “La mayoría de sus cuadros tienen dueños, porque él no pintaba para nuestra casa, así que no tenemos clara cuál es nuestra posibilidad de tener sus pinturas expuestas pero sí un espacio donde su obra, su legado esté presente”, dice la mayor.

De hecho, hay poca obra de Koki Ruiz expuesta en espacios públicos, entre ellas el fantástico cuadro de las ovejas pastando en paisaje misionero que puede verse en el Restaurante Arcadia ubicado en diagonal a la Plaza San Roque González de San Ignacio. Otro que se puede visitar es el cuadro relativo a la expulsión de los jesuitas que está en el Hotel La Misión, en Asunción, por dar un par de ejemplos. 

 “Entendemos que podría ser un espacio cultural así como La Barraca donde nos reunimos a pintar, porque él había formado otros artesanos, un espacio que lleve su nombre, como algo que él dejó y que continúe, si nos gustaría poder hacerlo en algún momento”.

El artista, merecedor de la Orden Nacional del Mérito en el grado Gran Cruz, merecería un espacio de celebración del arte como el que se vivió en el teatro El Molino, un antiguo silo arrocero de San Ignacio en el que se prepararon los retablos que enmarcaron los actos del Papa Francisco en Ñu Guasu en 2015.

Memora Macarena: “Fueron como tres meses de trabajo intenso en los que él dejó todo para hacer para abocarse a ello. Lo recuerdo de muy buen humor, estaba muy contento y fue un trabajo en donde contrató un montón de gente de Tañarandy para concretar aquellas obras con cocos y maíz”.

“Lo que más le emocionó, más allá de que haya sido un retablo para el Papa es que la gente se acercaba muchísimo a firmar los cocos. El dio la idea a la gente de ir a firmar los cocos porque vio una persona hacer eso y ahí sintió que era posible que todos vengan a hacerlo y le puso muy contento que haya prendido esa idea”. 

 Relata Almudena que en ese mismo 2015 “había hecho dos retablos de maíz antes que eran más pequeños pero allí sintió que estéticamente ya había encontrado la fórmula, sabía que eso le iba a funcionar. Entonces, una vez que él preparó el proyecto para el Papa era un desafío mucho más grande pero sentía que algo le faltaba a esa obra y cuando descubrió lo de la firma lo tuvo todo claro”.

Todo pasó casi por casualidad, cuando “vino una pariente encontró y escribió “gracias” en uno de los cocos porque se curó de una enfermedad muy grande. Él vio en ese detalle algo muy lindo, una manera de participar que tuvo ella firmando uno de los 200 mil cocos que iba a tener ese retablo y allí él encontró como el ingrediente que prendió”.

La historia es que se firmaron todos los coquitos en jornadas que las chicas recuerdan con afecto. “Nos dedicábamos a recibir nombres y pedidos todos los días y le mandábamos foto a la gente porque quería poder formar parte. Había  gente que venía con una lista enorme de pedidos y de agradecimientos que tenía que anotar en los cocos. No sé, pedir algo y ponerlo en tu coco, hay algo que realmente volvió importante a esa obra. Le dio un valor distinto”.

Una puesta en comunidad

“Yo crecí en La Barraca”, cuenta Rolando Corvalán, que ayudó a Koki Ruiz desde los comienzos del evento de la Semana Santa en Tañarandy. Lo hace en un descanso del montaje de los escenarios en los que se representarán los cuadros vivientes. “Esto fue creciendo gracias a que la comunidad acompañó y fue creyendo en la idea de Koki”, dice apuntando que “con más apoyo se fue haciendo todo más grande y también nos fueron ayudando, haciendo las cosas posibles”.

Rolando, que llegó a Tañarandy a los 12 años fue viendo crecer a la compañía que estima hoy es habitada por unas 4 mil personas. “La gente tiene sus vacas, las ordeña para la leche, hace queso, tiene las gallinas caseras y vende huevos, casi todas las familias tienen chanchos, algunos producen verduras, frutales, están también los que venden remedios refrescantes y tienen sus puestos en el centro de San Ignacio”, dice de la vida rural entornada por la bella naturaleza misionera.

Corvalan dirige la cuadrilla con la experiencia ganada en los años de instalar la infraestructura para la conmemoración. “Los cuadros de San Francisco y San Ignacio son los que estuvieron durante la visita del Papa Francisco instalados en Ñu Guasu”, recuerda.

“En realidad Koki me enseñó como montar todo, así que ya estamos entrenados”. Recuerda que en aquella ocasión “trabajamos casi 5 meses para hacer toda la estructura, la parte de carpintería siempre con el Koki dirigiendo”, memora. 

 

Entre tanto el equipo va aprontando el andamiaje para presentar el cuadro de Chiquitunga, la impresionante imagen hecha en maíz de la beata paraguaya, que engalanara los festejos de su consagración durante el masivo acto realizado en La Olla de Cerro Porteño en junio de 2018.

Mano derecha del gran artista, Rolando dice cuenta que “lo extrañamos a cada momento porque con él era un aprendizaje constante, cada cosa tiene su lugar, era muy detallista siempre, para estas ocasiones y cuando pintaba en su taller en La Barraca”.

Mientras recorre la escena con la mirada, comenta que “después viene toda la decoración que hacemos ya desde el lunes santo porque incorpora productos como zapallos, andai, etc que colocamos a último momento para que no se descompongan. También la colocación de los apepú para la iluminación se hace en esos días”, apunta.

“Ya nos está quedando chico el lugar”, opina recordando que unas 25 mil personas promedio se acercaron a presenciar la conmemoración en los últimos años.

“Esperamos que venga la gente porque esto tiene que seguir. Gracias a Dios que están sus hijas que aprendieron todo de su papá para seguir este buen camino ahora”, pide. 

Jorge Zárate

Fotos de Mariana Díaz

Transporte de Víctor González

7 de abril de 2025

“Folklore Profundo”, una vuelta a las raíces de Ismael Ledesma


El nuevo disco del excepcional arpista paraguayo se terminó de grabar en estos días en Asunción. Revisita clásicos de la música nacional con invitados que engalanan la apuesta. También incorpora composiciones propias, muchas concebidas antes de la impresionante obra moderna del autor de “Yakaré”. Se presentará este jueves 10 en la Alianza Francesa en un concierto muy especial. 

Click aquí para escuchar a Ismael Ledesma en Spotify

Con su arpa viajera recorrió el mundo llevando siempre la música paraguaya y sus inspiradas creaciones en el instrumento. Subió a un escenario desde los 5 años pasando por todas las etapas que un músico de tradición sigue en el país, festivales, restaurantes, serenatas hasta que su tío Kike Lucena lo invitó a acompañarlo en Francia, allá en el lejano 1982.

Ese incansable creador ahora acaba de concluir un sueño: Grabó en los estudios Blue Caps, con Digno Acuña y Emilio José Bareiro en guitarras; Martín González, en bandoneón y Paula Rodríguez en el contrabajo un homenaje a la música nacional. Además, se destaca como invitado central, el gran requintista Juan Cancio Barreto.

El disco “Folklore Profundo” se presentará en el Teatro de la Alianza Francesa, sito en Mariscal Estigarribia 1030, este 10 de abril a partir de las 20.30 en un evento cuyas entradas ya están a la venta y cuestan 100 mil guaraníes.

Aquí su charla con Nación Media:

- ¿Cuáles son tus primeras sensaciones en medio de las sesiones de “Folklore Profundo”, el disco que grabaste en Blue Caps”?

- Son sensaciones muy agradables, primeramente por reencontrarme nuevamente con Héctor Benítez Zacarías, con quien yo ya había grabado hace unos 29 años. Él fue el ingeniero de sonido y volver a grabar con él era para mí una gran seguridad porque conozco su trabajo y su claridad. Y además, sentirme rodeado de grandes músicos como Digno Acuña; Martín González; Paula Rodríguez; Juan Cancio Barreto y Emilio José Barreiro fue por demás satisfactorio.

-Hablaste de una “vuelta a las raíces”. ¿Con qué nos encontraremos en este nuevo material?

-Tenía una idea de volver a mis raíces y de refrescar nuevamente los oídos de mis compatriotas. Pensé en que debería realizar un proyecto con música de la época en que me fui, hace 43 años.

Esto porque siento que ahora no es lo mismo, estoy escuchando muchas cosas que para mí están opacando un poco el folclore, entonces mi intención es nuevamente tocar la música paraguaya con el sentimiento que teníamos en la época en que yo viví por acá, ¿verdad?

Por suerte encontré esa sensación con estos músicos, verdad, porque ellos son experimentados y sienten la música paraguaya que es lo que estoy tratando de transmitir en este disco “Folklore” Profundo.

Este material va con 12 temas, entre ellos “Che kamba resa jajay”; “Ndarekoi la culpa”; “Al partir”, verdaderos clásicos del floklores y composiciones mías como el tema que dediqué a mi padre, “A Don Raimundo”. También dediqué a mi madre un tema que se llama, “Una pena” y revisitamos “Niñerías”; “Pueblo Yeroky” y “Caminando por Aregua entre otros”.

Juan Cancio Barreto e Ismael Ledesma

-El folklore te acompañó siempre en tu trayectoria, ¿Por qué la necesidad de revisitarlo hoy?

El folclore lo tengo en la sangre, en la piel, e hizo parte de mi vida desde que nací. Como se sabe yo empecé a tocar el arpa a los cinco años y vengo de una familia de músicos y en mi trayectoria artística por afuera siempre he interpretado música paraguaya y latinoamericana.

 Mi base es la música tradicional, eso es indiscutible en toda mi vida profesional, en todos mis espectáculos hay folclore y siempre he mezclado nuestra música con mis propias composiciones. Esa fue siempre mi característica, hacer los dos, mostrar mi identidad y también mostrar mi propio universo musical.

Quiero salir de una suerte de “ruido” que estoy escuchando ahora y que proponen muchos grupos ahora, respetando la elección de cada artista.

Con Héctor Benítez y Paula Roríguez
Estoy tratando de dar, dar una música pura, una música sencilla tal cual es la música paraguaya, sin tantas decoraciones, sin tantos arreglos, simplemente darle la prioridad y el protagonismo a la melodía y a los instrumentos que acompañan, que son típicos de nuesta música como el requinto, el bandoneón, el contrabajo; la guitarra y lógico, ¡el arpa!.

La idea es dar prioridad a la interpretación que es muy importante para sentir el sabor y el color de la música paraguaya.

-Entre tanto sigue tu admirable búsqueda por mostrar las posibilidades del arpa paraguaya en la que, haciendo una síntesis, fuiste desde su ductilidad para las melodías del mundo, hasta la sinfonía en discos de gran factura. ¿Qué sigue en este camino?

Durante toda mi carrera he experimentado esa creatividad que tengo, que es algo natural, y mi manera de componer siempre tuvo influencias de otros géneros: La música flamenca; la orienta; también del jazz; del rock… en todos estos 43 años di la vuelta a todo eso y ahora vuelvo al Folclore porque es mi identidad de paraguayo. Mi identidad como músico es lo que he creado y toda mi carrera se ha basado en mis propias creaciones. Mi búsqueda seguirá, he experimentado muchas cosas y me siento muy satisfecho por eso, entonces ahora vuelvo a lo que es lo simple y lo sencillo de la música paraguaya.

En la mente de un compositor siempre nacen ideas, yo a veces digo que voy a parar de componer, pero es imposible, llegan las ideas según las situaciones que yo vivo, y el camino que viene seguramente será la sorpresa. No sé, por ahora estoy muy contento de poder realizar la música folclórica de mi país y esa es mi actualidad. Y más adelante no sé qué me nacerá posiblemente nuevas sorpresas y nuevas sensaciones.

-¿Cómo ves el arpa paraguaya hoy, qué te llama la atención, qué destacarías?

El arpa paraguaya está muy vigente siempre, hay muchos jóvenes talentosos. Esto aunque el panorama aquí en nuestro país es siempre difícil, veo que muchos arpistas trabajan y veo que están avanzando.

Siempre espero un poco de creatividad de la parte de los músicos, por eso me frustra un poco ver que se conforman con tocar los mismos temas de siempre… pero bueno, el mercado aquí es así y creo que el público exige también al músico que toque lo que el público quiere ver, entonces el artista normalmente tiene que también luchar y tomarse el riesgo de presentar cosas nuevas y y desarrollar también su creatividad.

-¿Qué mensaje darías a los jóvenes que ven un ejemplo en tu carrera?

-Lo que yo puedo aconsejar a los jóvenes es siempre ir hacia la excelencia y aprender bien su instrumento y pasar todas las etapas que debe pasar un joven y tener paciencia sobre todo, seguir con la disciplina, con su instrumento y conseguir este espacio para tocar y experimentar, conseguir una gran experiencia finalmente para poder anhelar una vida duradera en el arte. También me doy cuenta que los jóvenes se apuran, que ya apenas tocan el arpa o apenas cantan o apenas están en un circuito y ya parecen estrellas y no es así. Hay que ser muy perseverante, hay que aprender mucho, tener mucha paciencia y ser humilde. Esa es la regla principal.

Ismael de niño
Si los jóvenes desean tenerme a mí como referencia, bueno, es un honor para mí. Y bueno, si deben tomar ejemplo de lo mío, pues tendrán que darse cuenta que existe mucha disciplina en mi vida personal y en mi vida artística. Y una de las primeras cosas que yo puedo aconsejar es evitar la competencia entre músicos. Eso no tiene sentido y no sirve de nada. A quien hay que agradar es al público y también a sí mismo.

He caminado con el arte a mi manera e hice realmente lo que yo quería que es algo difícil porque estuve en el extranjero… El que desea arriesgarse también podría ir al extranjero a probar y empezar de cero.

Un festival con impronta

El maestro Ismael Ledesma organizó durante 2024 el primer Festival Internacional de Arpa del Vexin lo que fue para él “una gran satisfacción, una gran lucha también por dar un espacio al arpa en general, a la clásica, a la celta, la paraguaya y la africana, en fin, a todas las que existen”, comentó.

“La idea es hacer conocer el arpa en la región donde yo vivo en Francia, ya que no se conoce prácticamente. Ahora se está preparando la segunda edición que será el 12 o el 13 de septiembre de este año con nuevos invitados”, anticipó.

Entre tanto, sigue adelante con el grupo Ysando: “Es muy agradable tocar con mis compañeros Orlando Rojas (guitarra) y Andrea González (violín). Entonces tenemos previsto volver a Paraguay con un concierto y seguramente con un nuevo disco. Esa es la principal motivación artística que tengo actualmente”, comentó.

Ledesma que pulso las 36 cuerdas en escenarios de Francia, Inglaterra, Alemania, Bélgica, Italia, México, Argentina, Estados Unidos, Japón, entre otros. Tiene más de 25 discos publicados y, durante 2024 fue escogido por la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN) para ofrecer un concierto en el marco de los 20 años de la agrupación.

Jorge Zárate

 


Links

www.ismaelledesma.fr

https://open.spotify.com/intl-es/artist/5YLwTUVkX2hJIyraE07cdU?si=e5ehqKB5TOmKi2TplseyvQ

https://www.lanacion.com.py/gran-diario-domingo/2022/03/13/ismael-ledesma-mucho-quebranto-paso-defendiendo-a-nuestro-pais/

https://es.wikipedia.org/wiki/Ismael_Ledesma

https://www.ultimahora.com/el-arpista-ismael-ledesma-retorna-a-paraguay-con-una-nueva-propuesta

https://www.abc.com.py/espectaculos/musica/2024/07/18/ismael-ledesma-recorre-su-historia-con-del-folklore-al-mundo/