20 de junio de 2016

Domingo Laíno: “Tener más de 100 mil personas en las calles cambia las cosas”

A 60 años de su nacimiento a la vida política, el histórico dirigente hace una lectura de la actualidad y dice que el progresismo tiene chances de hacerse con el poder en el 2018. También que se puede destruir el latifundio aplicando la ley. Aquí la charla con E´a.

Por Jorge Zárate y Vicente Páez

– ¿Cómo ve al gobierno actual?
- Creo que las políticas neoliberales de Horacio Cartes vienen de muy larga data, arrancan en 1870. Yo creo que él es una máquina de hacer dinero por todos los medios, no tiene frontera, el asunto es amasar fortuna que es lo que hizo toda su vida, por todos los caminos. Vale decir que los caminos malos fueron sus preferidos. Creo que ni siquiera es neoliberal…
- ¿Que perspectivas percibe en el horizonte?  
- Estoy saliendo al interior, estuve en Arroyito, Concepción, conversando con la gente. Creo que el nivel de crecimiento político de la gente en cuanto a interpretación ha crecido. Veo con mucho optimismo eso… Estoy viajando y puedo ver que hubo una gran evolución, me parece que la gente sabrá mejor elegir en el futuro. Creo que la influencia del caciquismo y de los partidos tradicionales está disminuyendo porque hay colorados, liberales, de todos los partidos fuera de ese esquema estrictamente obediente.
- ¿Entiende posible un tercer movimiento político en el país?
- Creo que está creciendo, evidentemente, tal es así que si analizás Tekojoja o la Federación Nacional Campesina (FNC), la mayoría son colorados o liberales, ellos se nutren de las bases tradicionales de estos partidos. Son gente formada e instruida que les permite captar qué es lo que les conviene o no, se están desprendiendo de ese pensamiento que antes le decía tu papá fue de tal partido y vos tenés que ser lo mismo.
- ¿Como ve la interna liberal?
- No estoy en la interna liberal, sé que hay una elección, pero se que no hay posibilidades de cambio allí, no confío en ellos, pero se que la gran base liberal y en la dirigencia media se puede capturar un gran porcentaje, porque hay gente que está dentro del partido pero evidentemente no están con el pensamiento que están esgrimiendo desde las dirigencias. Están descontentos con la corrupción tremenda que hay dentro del partido que es lo que naturalmente está espantando a mucha gente.
En su carrera política usted tempranamente confronta a la dictadura, advierte el problema de Itaipú, el tema de las tierras, que le deja esa marcha… 

Escribí un libro sobre “Fronteras y penetración brasileña” porque me preguntaba la Marcha hacia el Oeste de Golbery do Couto e Silva, este general brasileño y su idea de la penetración, me permití investigar ese tema, estudiar la geopolítica brasileña de esa época que no cambió mucho lamentablemente. Lula (NDR: Luiz Inacio Da Silva, ex presidente del Partido de los Trabajadores) será diferente pero el sistema no cambió. 
- ¿Cree que es posible plantearse la reforma agraria en un país que no puede resolver las tierras malhabidas?
- Creo que lo primero es comenzar por eso. Tenemos que imprimirle un enfoque moral a toda la cuestión de tierras, porque la tierra es muy importante, la propiedad de la tierra es muy importante y este sistema de latifundios y compañía está capturando los pequeños fundos para agregar los latifundios como hizo (Blas N.) Riquelme, (Tranquilo) Favero y compañía. Esto hace que Paraguay exporte mano de obra, los que van a Buenos Aires y se convierten en zapateros, en albañiles, son todos campesinos que se van de cultivar la tierra a poner ladrillo sobre ladrillo, creo que ese sistema hay que destruir y eso es fácil de destruir.Pero para eso hay que tener un Poder Judicial que responda a las leyes, con este no se puede hacer nada porque son todos unos bandidos. Aplicando la ley se recupera la tierra, porque la mayoría de los latifundios tienen origen espurio.
- ¿Cree posible hacer un Catastro nacional?
- En estas condiciones no. Tiene que haber un cambio de gobierno y una voluntad política y sobre todo hay que apostar mucho a la movilización popular, creo que esa es la salida. Ese fue nuestro gran déficit durante el gobierno de Fernando Lugo, no se apeló a la movilización en ningún momento. Antes de subir había movilizaciones, concentraciones y cuando el subió, jamás se movilizó…hay que volver a mover a la gente, la gente tiene que salir a la calle, ocupar las plazas.Si en el 2018 podemos tener un gobierno reformista tenemos que volver a realizarlo. Es la herramienta más segura, tener 100 mil o 150 mil personas en las calles cambia las cosas…
- …Tuvimos el reciente ejemplo de campesinos y cooperativistas…
- …Asi mismo y ¿por qué?, porque hubo una alianza inteligente, entre los cooperativistas medianos y pobres con la clase campesina, porque por eso se pudo resistir.

Origen y continuidad
- ¿Cuándo y cómo nace Domingo Laíno a la política?
En la dictadura… ( de Alfredo Stroessner). La cuestión era muy sencilla, porque uno veía muy claramente las arbitrariedades, la falta de equidad y de justicia, estamos en el sexto curso del Colegio, en el primer año de la universidad y se escuchaba que se torturaba, que habían desaparecidos, la experiencia de Jejui, las Ligas Agrarias Campesinas…
- …¿Un momento…?
- …Más bien fue una lucha social, luchar por la justicia, veíamos las brutalidades, por el 56 caí por primera vez preso, hace 60 años, estaba en el primer curso, estudiaba econonía y me subí al capó de un coche a pedir la libertad de los presos políticos porque había compañeros nuestros que habían caído presos la noche anterior, porque cuando eso la lucha era la libre enseñanza, el laicismo, muchas lecturas de José Ingenieros, ahí caí preso por primera vez, me garrotearon, me llevaron a la tercera y ahí ya seguí y hasta ahora no termino, seguimos todavía…(Risas).

Historias y programas  
“Paraguay es un país que nunca ha tenido un gobierno que por lo menos se acerque al reformismo, a pesar de que es uno de los pocos países que tienen una rica historia. Infelizmente se desconoce lo que se logró aquí, una verdadera independencia, desde mayo de 1812, no sólo se juega a un cambio de españoles por criollos, como pasó en los países latinoamericanos y caribeños. Aquí se juega algo más, la refundación de la patria, se juega a la transformación total de la estructura socioeconómica, que se juega a romper la estructura de dependencia Metrópoli/Satélite que entonces se tenía nuestros países. Eso lo logró el Paraguay gracias a un hombre diferente a todos los próceres de la época, un hombre brillante, muy iluminado como Jose Gaspar Francia. El fue gestor, porque estuvo trabajando para la conspiración del 14 de mayo de 1811, y fue el intelectual, el hombre que puso el programa de gobierno, que concibió el proceso que nos llevó a romper las cadenas, no para optar por otras cadenas, como generalmente ocurrió en los otros países. Aquí existía una fuerte tendencia porteñista de los que tenían intereses en el puerto de Buenos Aires.
Sin embargo él rompió la cadena con España y con los porteños, fundó las Estancias de la Patria, nacionalizó las tierras de los jesuitas, en fin, monopolizó el comercio exterior sobre todo el de la yerba y el tabaco e inauguró un proyecto nacionalista e igualitario como ningún otro país en la región.
Esto fue durante todo su gobierno de 1811 a 1840 en el que deja el poder a su muerte y le suceden los López, Carlos Antonio y Francisco Solano que siguen su misma línea, naturalmente con cambios porque nace la Revolución Industrial en Inglaterra. Paraguay importa tecnología desde Inglaterra, trayendo los técnicos, pero sigue con el estado fuerte, que maneja parámetros igualitarios, sobre todo, y todo eso hace que tres países que son Argentina, Brasil y Uruguay con sus gobiernos bajo la batuta del imperio inglés que es el que financia esto, vienen a destruir ese modelo independiente y soberano que con autodeterminación manejaron Francia y los López en la Guerra de la Triple Alianza.
Ese corte histórico en 1870 es un corte de gloria, porque no hubo experiencia parecida en ningún otro país.
A partir de allí comienza la política de dependencia, se remataron las tierras, los yerbales, los quebrachales, las inversiones angloargentinas que se instalan en Paraguay, y tenemos el saldo que dejaron Casado, Sastre, si hay una región del ultrasubdesarrollo en el país es esa, donde se vinieron a instalar estas empresas como una demostración de que donde el imperio va no deja nada.
Después de ello seguimos con altibajos con gobiernos más o menos liberales, Eligio Ayala hace un gobierno con algún sentido social, y después las dictaduras…viene el gobierno de (el coronel Rafael) Franco después de la Guerra con Bolivia, reformista, reparte tierras, arados para los campesinos, se crea la Central Nacional de Trabajadores, se consiguen las 8 horas de trabajo, el aguinaldo pago, después las dictaduras de nuevo. 
Recién en el 2008 con Lugo otra vez comienza a diseñarse de alguna manera un gobierno de reforma pero tampoco se logra mucho. Pero no obstante gracias a su política exterior que si se destacó como un gobierno progresista adherido en el No al Alca, etc. se fue desarrollando hasta llegar a la conspiración de la Masacre de Curuguaty, donde se lo destituye en un golpe parlamentario.
– ¿Como vivió esos días?  
- Estaba en Río de Janeiro con Hugo Ruiz Díaz, tomamos un avión lo más rápido posible para volver a Asunción e hicimos lo posible por convencerlo a Lugo para que no aceptase el juicio, para que no renunciara, para que se ponga firme pero fue imposible ya, creo que la Iglesia Católica, los obispos, el Vaticano y los Estados Unidos, estaban ya presionando… 
-… estaba también el miedo a las víctimas en la calle... 
-… y que se iba a ensangrentar el país y cosas por el estilo, en fin.

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