25 de agosto de 2015

Despertar


Ilustración de Federico Caballero.
Abrí los ojos con esa sensación de órbita espacial que me invade a veces antes de que el infierno matinal atronara mis oídos.

El espejo me mostraba como en un cuadro de Federico, distorsionado y real.
Abrí la ducha y el agua en la boca me reveló el corazón aprendiendo a latir, el sol naranja filtrando en la ventana. Despertar no es sencillo, es rito sensual, extraño, un camino que creemos conocer aunque siempre cambian las señales.
Me sentí pleno, nuevo, algo había en el tenor del aire.
No pude resistir mirarla otra vez porque ella era poesía en la cama, con aquel bermejo en la piel, con la almohada encima ocultando un poco, realzando todo.
Nos habíamos amado con la luna roja, con los aceites que ella usa para fluir en mí, sintiendo en aquella danza tibia que no era lo mismo que con las otras lunas, con la que es azul algo se elastiza el tiempo, con la que es plata no viene el mismo amor, sus matices, sus brillos provocan lo extremo.
Pensando lunar me detuve en mi abdomen, en cómo podía mudar la propia piel mientras el agua corría en esas cascadas mínimas que te vuelven mineral, roca un instante, árbol también.
Me dejé secar, solo posé las toallas, después las acomodé para no hacer ruido.
Ahora que ya escurren las últimas gotas miro y espero el momento en que ella abra sus sentidos al amanecer.
Nos toca el amor del sol naranja, de este frenesí que se prepara.
Estoy atento a que saldrá en breve un sol violeta que solo nos deja un momento de horas.
Tiempo que se acelera en la ansiedad de este instante en que es tersa la espera, en que mis escamas tienen ese olor a fuego nuevo.
Solo me paro a mirarla y uso telepatía.
La señal justa, breve.
Parado y tieso, mi cuerpo abierto envía el mensaje, ese solo sentir, esperando ver su reacción, su despertar
Algo hay en la densidad, en la atmósfera de ese minuto en que conectamos.
Debo decir que vi la inocencia más absoluta en el instante en que los párpados perdieron peso en sus ojos, que hubo un momento en que ella era del universo.
Después el fuego en sus ojos amarillos, veo girar su espalda y sus piernas, su cuenca moverse leve, bella guarida, siento su llamado desde el centro del ombligo, desde el gesto mínimo de un dedo.
Me arrojo entonces.
Carnal es todo cuando penetro y pierdo la noción del movimiento, consigue darme vuelta y decide su viaje en ese tiempo suyo que dura lo que tardo en conseguir darla vuelta, sus garras arañan mi espalda y duele que somos un solo y gigante reptil respirando el buen calor de nuestras bocas, ella se viene en mí y entonces me voy en ella, justo cuando presienten las lenguas que comenzamos al fin.
Jorge Zárate





24 de agosto de 2015

Mangabeira: “Queremos construir un nuevo modelo de desarrollo”

Mangabeira cree posible una integración productiva. Foto de Will Ortega publicada en La Nación.
Considera que para América Latina, el modelo de exportación de productos primarios sin valor agregado está agotado y que se hace necesario incorporar tecnología y nuevos paradigmas para permanecer en el intercambio mundial. Piensa que Paraguay tiene caracteristicas similares a las del Brasil Central y que puede sumarse en el desarrollo de una actividad ganadera intensiva y un cambio del monocultivo sojero. Trabaja en la difusión de su propuesta de un nuevo modelo productivo Brasil adentro, aunque también de manera continental, incluyendo Mercosur y Unasur, pero con una clara tendencia a una relación bilateral que abre un nuevo espacio de relaciones diplómaticas y comerciales. “El profeta tiene una vision, pero necesitamos tocar las heridas para creer. Tengo un impulso profético y visionario pero al mismo tiempo un pragmatismo realista. Quiero que nuestra repúblicas sean gobernadas y reiventadas por visionarios prácticos”, dice.

-¿Cuáles son los pasos de su agenda en nuestro país y su objetivo estratégico 
- Necesitamos construir otra estrategia de desarrollo basada en capacitaciones educacionales y oportunidades productivas, una democratización de la economía del lado de la oferta y de la producción y no sólo del lado del consumo y de la demanda y creemos que sería mucho mejor construir esta estrategia en conjunto con nuestros vecinos latinoamericanos, en el marco de las iniciativas multilaterales como Mercosur y Unasur, pero también y sobre todo por iniciativas bilaterales, directas.

- ¿Cómo sería? 
- Entendemos que Paraguay comparte muchas realidades, problemas y oportunidades con el Brasil Central y que una manera de profundizar el trabajo conjunto sería proponerles participar directamente de la construcción de esta estrategia de desarrollo. Hay algunas grandes agendas que están orientando el trabajo de los gobernadores, entre ellos el de Matto Grosso do Sul, que es vecino de Paraguay. Primero una agenda de calificación del modelo agropecuario, nuestra realidad es de la ganadería extensiva frecuentemente degradadora de la tierra, junto con el monocultivo de cereales, sobre todo, soja. Pretendemos organizar un modelo con intensificación de la pecuaria y con una agricultura más diversificada y de más alto valor agregado.

- ¿Por ejemplo qué cultivos incorporaría? 
- La idea es combinarlos con otros cultivos como algodón o café, a lo que se sumaría piscicultura y manejo forestal, por ejemplo. Un punto de partida para esta calificación es recuperar las pasturas degradadas que están en gran parte del territorio y transformar las áreas recuperadas en el núcleo central de este nuevo modelo. Esto exige una serie de modificaciones institucionales, por ejemplo una nueva manera de aplicar la extensión agraria, la ayuda técnica a los productores, pero también aprovechar el potencial productivo de los inventos científicos de la Embrapa, (Empresa Brasileña de Investigaciones Agropecuarias, su sigla en portugués) que está en un período de gran creatividad científica y tecnológica.

- ¿Que otros aspectos contempla la propuesta? 
- Una segunda agenda es la de industrialización, que comienza con la de los propios productos agropecuarios, pero también una industrialización del futuro en biogenética y bioenergía con densidad científica. Una tercera es la agenda de la Educación, el proyecto prioritario del gobierno central de Brasil es calificar la educaciòn básica y construir un nuevo paradigma pedagógico y curricular direccionado a competencias analíticas y no a memorización pasiva y enciclopédica. No solo una nueva educación media sino también una escuela técnica que priorice las capacitaciones flexibles exigidas por las tecnologías contemporáneas. Sin un gran avance en la calidad de la instrucción pública el nuevo paradigma productivo no será viable.

- ¿Y esto tiene una conexión con la integración regional?
- Desde el punto de vista de la política exterior, nuestra idea es que la integración pasa por la convergencia en el modelo de desarrollo, sin eso las iniciativas de integración se quedan débiles porque se reducen a intercambios comerciales sin una base profunda, una base institucional y de estrategia común. Estamos acostumbrados a discutir temas muy puntuales, Itaipú, el modelo energético, el comercio, raramente discutimos las ideas que orientan nuestra estrategia de desarrollo, ahora la idea es elevar esta relación a otro estadio. Proyectar la posibilidad de construir en conjuntos experimentos productivos y de desarrollo.

- Suena bien, pero a la luz de la historia a Paraguay le tocó el rol de proveedor de materias primas, no es un país que ha podido industrializarse y mucho que ver tiene el cierre de sus vecinos, la eterna discusión de las barreras paraarancelarias... - … es cierto, todo eso es importante, pero hablando como un patriota sudamericano, creo que también es accesorio. Comparemos nuestro proyecto sudamericano con el más exitoso proyecto regional en el mundo que es el europeo. Este avanzó sobre dos pasos uno que era la paz perpetua para terminar el siglo de guerras y el otro construir un espacio para un modelo de organización social y económica diferente al de Estados Unidos, la socialdemocracia europea. Nosotros no tuvimos hasta ahora un equivalente a presupuestos de esa grandeza, de esa dimensión y estamos buscando construir la integración con instrumentos que no son suficientes como son los intereses comerciales de corto plazo y la preocupación geopolítica de seguridad, como en el Consejo Sudamericano de Defensa. No las desprecio, pero las considero insuficientes como fundamentos de la integración.

- ¿Entonces su propuestas pasa por...? 
- ...Por tanto veo en la crisis y en la respuesta a la crisis la construcción de un productivismo incluyente y capacitador, una oportunidad de dar a la integración sudamericana el fundamento que le faltaba, una discusión multilateral son importantes, pero más importante en este aspecto es abordar a nuestros vecinos uno a uno y verificar cómo podemos trabajar en cada uno de ellos en experimentos que sirvan como primeros pasos de este nuevo paradigma.

- ¿Qué está pasando en Brasil, por qué tanto descontento? 
- Hay tres fuentes principales, la primera es el estancamiento económico, al que no estamos acostumbrados y ese problema se resuelve con una nueva estrategia de desarrollo, la segunda fuente es la insuficiencia, la falta de calidad de los servicios públicos de salud, educación y seguridad. Millones de personas ganaron acceso al consumo privado y descubrieron que el consumo privado no es suficiente para garantizar una vida decente sino se complementa con el acceso a los servicios públicos de calidad que hay que organizar y proveer y no es un problema simplemente de dinero, sino de rumbo, reglas, regimenes, instituciones.

- ¿Y la corrupción? 
- La tercera fuente es la corrupción, que contrariamente a la opinión de algunos compatriotas pienso que no tenemos un problema sistémico. Si lo comparamos con los otros Brics, Rusia, China, India, es claro que somos de lejos el menos corrupto. Tenemos un problema de corrupción en la relación entre la política y el dinero donde es necesario cambiar las reglas de la políticas para retirarla de la sombra corruptora del dinero.

- Es dificil... 
-...dificil conseguir que la clase política acepte las nuevas reglas, pero no definir cuáles son esas reglas que comienzan en cosas elementales como el financiamiento público de la actividad electoral y las limitaciones del financiamiento privado, que es el primer paso de un largo camino. Este es construir una democracia de alta calidad basada en un alto nivel de participación popular y con mecanismos para superar rápidamente los problemas. Una democracia que no necesite de la crisis para permitir el cambio, las instituciones políticas que copiamos en américa del Sur de los Estados Unidos no fueron diseñadas para facilitar el cambio. Fueron diseñadas para limitar la participación popular y cívica, no son apropiadas para nuestra tierra.

- Necesitamos un modelo propio... 
- ...por suerte hace mucho tiempo no tenemos guerra, porque para los americanos la crisis económicas y las guerras fueron los motores del cambio, que compensaron el inmovilismo de las instituciones políticas. Lo que es importante para el futuro de nuestra región es tener unas instituciones que permitan internalizar el impulso del cambio y no depender de la crisis, este es el gran proyecto histórico, no es de corto plazo, aunque la transformación de las instituciones es para un segundo momento histórico. Ahora es necesario mantener abierto el espacio de la democracia impidiendo un regreso al pasado y que la política esté al servicio del dinero. El foco es construir un modelo de crecimiento basado en la capacitación y la ampliación de la producción, tanto en Brasil como en el gran espacio sudamericano.

Jorge Zárate 
Ficha
Roberto Mangabeira Unger

√ Filósofo y político brasileño nacido el 24 de marzo de 1947

√ ministro de Asuntos Estratégicos del Brasil

√ ex profesor de Barack Obama en la Universidad de Harvard;

√ Autor de importantes libros de teoría política. Su obra parte de la premisa de que no existen arreglos sociales, políticos o económicos que sean naturales y que subyacen en el comportamiento individual o social. Los derechos de propiedad, la democracia liberal y el trabajo rentado, por ejemplo, no son más que artefactos históricos que no mantienen una relación necesaria con las metas de una actividad humana libre y próspera, considera.

16 de agosto de 2015

Música en Emboscada, una herramienta para la libertad

 Los integrantes del taller de música y luthería del Penal de Emboscada encontraron una ventana hacia la superación. Fotos de Alejandro Fretes, publicado en La Nación
Cada vez más gente se quiere sumar también a los talleres de lutheria, para construir instrumentos, en un aprendizaje que ayuda a entender que es posible la reinserción social.
La música hacía que los barrotes se doblaran”, dice exagerando Jordán Aguilar, hoy ya en libertad, pero que gracias al Taller de Música de Sonidos de la Tierra, descubrió un camino que sueña “se pueda replicar en todas las penitenciarías del país”.
El proyecto impulsado por Luis Szarán, provocó importantes beneficios para las vidas de los internos que participan del mismo en el Penal de Emboscada y en la Cárcel del Buen Pastor.
Para Nelson Barrios significó un cambio en su vida. “Para mí fue encontrarme con la música que es algo que me gustó siempre pero que nunca pude desarrollar, también me ayudó a despejar la mente, a poder sentir positivo y ahora que gracias a Dios estoy en libertad quiero llevar el taller a Carmelo Peralta para enseñarles a los chicos”, cuenta después de tocar en el escenario “Iñapytimby”, un tema de su autoría.
Los muchachos siguen cumpliendo con la actuación, con un programa en el que se ejecutaron “Tu decisión” de Jorge Glits, “Sueños de libertad” de Jordan Aguilar, “El crack” de Manuel Ojeda, además de una selección de polcas y baladas ejecutadas con un ensamble de guitarras y voces.
El maestro Luis Szarán está satisfecho con los logros del programa. “Se lo pudo hacer, estoy muy contento porque el Ministerio de Justicia lo apoya, está pendiente de lo que se necesita. También quiero agradecer a Lucha Abatte de Tierranuestra por ocuparse de todos los detalles”, comentó.
El arte en las prisiones es un oasis, lo sabe cualquiera que haya asistido a expresiones, en estos marcos. Aún para los que no tienen buena conducta y miran detrás de los barrotes, apiñados en las pequeñas ventanas que dan al patio. La mayoría de los 982 presos de Emboscada tienen entre 18 y 35 años, y a su vez, el grupo etáreo más grande es el que tiene entre 25 y 35, gente joven que puede volver a empezar.
Sería bueno que el Poder Judicial les preste más atención, sólo 133 de todos tienen condena”, pide el director de la cárcel, Christian González. También cuenta que se necesitan colchones y que la situación de la alimentación es satisfactoria.
Habla ahora Victor Samudio, que aprendió a hacer guitarras, que está hace un año preso y que reza “todos los días para poder salir y enseñar a la gente que se puede tener un oficio”. Cada vez más se suman a los talleres de lutheria, para construir instrumentos, en un aprendizaje que ayuda a entender que es posible la reinserción social.

Llegar a todas las cárceles”
Hacer guitarras, un oficio que puede ayudar a los internos una vez que cumplen sus condenas.
Tenes mucho tiempo, así que es fundamental una actividad como esta en un lugar así”, cuenta Jordán Aguilar. “Caí porque me agarraron con 200 gramos de marihuana. Estuve 8 meses y desde hace 8 meses que estoy libre”, cuenta el músico que es también asistente de escenario y que trabajó con importantes grupos de la escena nacional como Paiko y Kachiporros. “Esta viola me la vendió el guitarrista de los Paiko”, cuenta mostrando una acústica americana. “La verdad que fue dificil al principio porque también hay mucha porquería en una prisión, es impresionante la envidia que hay, había gente que apostaba al fracaso de este taller, pero por suerte hoy veo a algunos que nos tiraban mala onda participando”, cuenta. “Eramos 11 locos, ahora son más de 25, es un éxito, y cada vez que puedo vengo a ayudar a dar una mano, me encantaría que se pudiera llevar el programa a todas las prisiones del país”, contó.

Ya va a amanecer”
Me acuerdo de infancia en Yuty, Caazapá, la pasamos duro, éramos 8 hermanos y muchas veces nos pasábamos más de una semana a mandioca y choclo”, contó Luis Szarán en un emotivo recordatorio de un lema que lo guío toda la vida, de una máxima que les sembrara su madre. “Ya va a amanecer, nos decía, ya vendría un día nuevo, un tiempo mejor, me parece que la música los puede ayudar a hacer pasar el tiempo, a elevar el espíritu, a estar mejor”, expuso. Contó: “Tengo amigos millonarios que cayeron en depresiones profundas en las que no los ayudan el dinero, ni los autos 0 kilómetros”. Destacó que en el grupo de internos de Emboscada “hay muchos creadores, poetas, compositores, que tienen que seguir empeñándose y estudiando, pero la gente queda sorprendida cuando les hacemos escuchar lo que grabámos y cuando salga el CD seguro que van a ser famosos y van a salir en la televisión, la radio y los diarios”, señaló.
Jorge Zárate

Dignificación
El proyecto “Música en Penitenciarías para la Reinserción Social” desde el año 2014 lleva la educación musical, el estudio de instrumentos y la práctica de coro a las cárceles de Emboscada y Buen Pastor “propiciando el desarrollo humano para la transformación social. Se busca a través del arte, generar un espacio de dignificación y valoración personal de los internos hacia la reinserción”, explicó el Ministerio de Justicia (MJ). Agregó que “los valores que lleva asociados como disciplina la música, el redescubrimiento de la belleza interior, el desarrollo de la capacidad de meditar, el contacto con las otras personas, con metas comunes, entre otros ayudan al crecimiento personal como se ha podido comprobar en otros proyectos desarrollados por Sonidos de la Tierra y Tierranuestra en todo el territorio nacional”, se apuntó.

11 de agosto de 2015

Proceso por la Masacre de Curuguaty, el juicio más cuestionado

 Trece campesinos son juzgados por la matanza que disparó el golpe legislativo contra el presidente Fernando Lugo. Una vigilia acompaña el proceso denunciado internacionalmente por irregularidades
El juicio por la llamada Masacre de Curuguaty comenzó con el anuncio de que la mayoría de los campesinos acusados renunciaba a sus abogados defensores. Ocurrido en junio de 2012, este hecho dio lugar a un juicio político exprés y determinó el desalojo del presidente Fernando Lugo del poder.
A poco de la apertura del juicio el 27 de julio los acusados decidieron dejar de contar con los servicios de los abogados Vicente Morales y Guillermo Ferreiro, que venían ejerciendo una defensa que fue elogiada por su alto valor técnico, pero cercada por acciones del propio Poder Judicial. Ambos admitieron luego que no esperaban el pedido de renuncia de sus defendidos y entendieron que esa decisión “obedece a una estrategia” de los propios campesinos.
Desde diciembre de 2014 los dos abogados estaban apercibidos por la Justicia por lo que entendían eran prácticas dilatorias en un sumario en el que hasta podrían llegar a perder su matrícula, de acuerdo a lo que se especulaba en tribunales. El propio presidente de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), Antonio Fretes, decidió mantener abierto el sumario en espera de la conclusión del juicio. Los abogados denunciaron que se trata de una clara coacción al derecho a la defensa.
El 29 de julio el abogado Víctor Azuaga asumió la defensa de 11 de los acusados que renunciaron a sus patrocinantes. Esto demoró una semana el inicio formal del juicio. Otro de los acusados, Felipe Nery, es representado desde el inicio de la causa por el defensor público Joaquín Díaz.
Sólo campesinos
La masacre ocurrió el 15 de junio de 2012. Ese día más de 300 efectivos policiales se movilizaron hasta Curuguaty, departamento de Canindeyú (norte de Paraguay), para desalojar a alrededor de 70 campesinos que ocupaban tierras. Durante el operativo de desalojo se produjo un tiroteo que acabó con la vida de 17 personas (seis policias y 11 campesinos).
A tres años de aquel hecho comenzó el juicio en el que sólo se acusa a campesinos pero a ningún policía ni funcionario público. El proceso es seguido por una vigilia popular a través de pantallas gigantes en la plaza ubicada frente al Palacio de Justicia en el barrio de Sajonia, de Asunción.
La investigación judicial fue sistemáticamente denunciada por ilegal tanto en el país como en el exterior por los abogados de los acusados y organizaciones defensoras de los derechos humanos.
En el juicio se espera la comparecencia de unos 120 testigos incluidos en la acusación fiscal, la mayoría de ellos policías y funcionarios públicos. Personas que estuvieron en el lugar de los hechos cuando se produjo el tiroteo y que podrían aportar información sobre el actuar policial no se atrevieron a testificar por miedo a sufrir represalias. Varios campesinos que fueron testigos de los hechos y que podrían haber aportado elementos para la causa enfrentaron órdenes de captura por presuntos vínculos con la violencia. Organizaciones defensoras de los derechos humanos afirmaron que varias denuncias de la defensa sobre el uso desproporcionado de la fuerza por parte de la policía, e incluso el uso de armas de fuego contra campesinos cuando la violencia ya había terminado, no han sido consideradas por la Fiscalía. El fiscal a cargo de la investigación estimó que “la actuación de la policía fue en respuesta al supuesto ataque de los campesinos y que eso habría ocasionado la muerte de los mismos, por lo que la conducta de los policías no fue investigada”.
En marzo de 2013 se conoció un informe del Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en el que urgió al Estado paraguayo a llevar a cabo investigaciones imparciales e independientes sobre las muertes y sobre todos los incidentes relacionados denunciados por las víctimas, incluidos los alegatos de tortura, detenciones arbitrarias y violaciones del debido proceso.
La Coordinadora por los Derechos Humanos de Paraguay es una de las organizaciones que pidió la nulidad del juicio y denunció “numerosas irregularidades” en el proceso, entre ellas la ocultación de pruebas. Afirmó que existe “una sola línea de investigación” promovida por el fiscal que busca esclarecer la muerte de los policías pero no así de los campesinos.
Menor de edad
De manera paralela a la instrucción de la causa contra los campesinos también se juzgó a la joven identificada como Rrvo, quien al momento de ocurrir la Masacre de Curuguaty era menor de edad. El proceso quedó suspendido hasta noviembre. La Coordinadora de Derechos Humanos del Paraguay (Codehupy), que lleva la defensa de la joven, sostiene que la causa abierta contra ella es totalmente nula. Denuncian que no se realizó la evaluación psicológica, una diligencia fundamental en el proceso penal adolescente, a fin de determinar el grado de madurez en que se encontraba y si al momento del episodio era consciente de los hechos que se le atribuyen. La organización recordó que la omisión de esta diligencia es causal de la anulación del proceso.
La joven está acusada de invasión de inmueble ajeno, asociación criminal y homicidio doloso en grado de complicidad. El fiscal Jalil Rachid la acusa de haber hecho de “señuelo” con su hijo en brazos para supuestamente crear un ambiente de confianza en los más de 300 policías a fin de tomarlos desprevenidos y proceder a emboscarlos. El periódico digital E´a explicó que la acusación fiscal basa su hipótesis en que, ante una supuesta señal dada por el dirigente campesino Rubén Villalba, la joven corrió poco antes de iniciarse el tiroteo.
Desde Asunción, Jorge Zárate
Victoria oficialista en el Partido Colorado
El candidato del presidente Horacio Cartes, el diputado Pedro Alliana, resultó electo como nuevo titular de la Junta de Gobierno de la Asociación Nacional Republicana (ANR), nombre oficial del Partido Colorado y sucederá en el cargo a la senadora Lilian Samaniego también oficialista.
El vencido, Mario Abdo Benítez (h), es el presidente del Congreso paraguayo y titular del “Grupo de los 15”, un conjunto de senadores colorados que actúa en disidencia con el Gobierno.
El candidato oficialista logró el 48,5% de los votos colorados (507 mil) frente al 37,6% de Abdo Benítez (394 mil) según el recuento difundido por la Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (Trep).
Alliana se consideró ganador de la elección interna del partido de Gobierno al señalar que “no hay palabras para agradecer”. Dijo sentir “una emoción indescriptible e impagable” y pidió “que la tranquila y emocionante alegría les inspire a seguir esta batalla (en la que) somos los mejores soldados y defenderemos al Partido Colorado”.
El presidente Cartes dijo tras el triunfo de su candidato que “los votos están hablando” y pidió que se concrete “el abrazo republicano con el equipo de Mario (Abdo Benítez)”. “Nosotros tenemos los brazos abiertos hace rato”, dijo abriendo una pequeña puerta para una reconciliación que se estima demorará más de lo pensado.
Este 26 de julio se realizaron por primera vez en el país elecciones simultáneas para todos los movimientos y partidos políticos que aprovecharon la oportunidad para renovar autoridades y elegir candidatos para las próximas elecciones municipales que se realizarán en noviembre próximo.
El presidente del Tribunal de Justicia Electoral, Jaime Bestard, señaló que el Partido Colorado contó con 50% de participación electoral y que la del Partido Liberal se situó en el orden del 25%. Con datos más firmes, se supo que 1.224.000 afiliados colorados no sufragaron, un 53% de los habilitados y 119 no votaron por ninguno de los candidatos, cuestión que dibuja claramente un escenario de competencia de dos maquinarias electorales que gastaron, según fuentes del propio partido, más de 10 millones de dólares en la campaña que concluyó.
“Decían que tiramos tantos millones de dólares (en la campaña). En primer lugar hay que dejar saber que esta es la primera vez que no se hace una campaña con el dinero del Estado. Se hizo con el dinero del presidente de la República”, dijo Cartes.
El derrotado Benítez dijo que peleó “contra una gran estructura, contra las presiones, contra un dinero incalculable… Hay más colorados dignos dentro del Partido Colorado, hemos luchado todos contra una gran estructura”. Prometió no descansar “hasta compensar a aquellos colorados que fueron sacados de sus trabajos por pensar diferente”.

10 de agosto de 2015

Un jesuita en misión: Balance de la gira latinoamericana de Francisco



Multitudes recibieron al Papa en Ecuador, Bolivia y Paraguay. Se mostró cercano a Correa, radicalizó sus críticas al orden mundial en Santa Cruz e hizo equilibrio en Asunción. Coincidencias y diferencias de fondo.
Investido con la toga papal Jorge Bergoglio regresó a Suramérica como Francisco y recorrió tres de los cinco países con mayor representación católica del continente: Ecuador, Bolivia y Paraguay. Cientos de miles de personas presenciaron sus misas campales y millones conocieron algunas de las resonantes frases que pronunció junto a los presidentes, en eventos religiosos con los cleros locales y sobre todo en los encuentros que mantuvo con representantes de organizaciones y jóvenes latinoamericanos.
Fueron ocho días –del 5 al 12 de julio– en los que difundió las ideas y el contenido de su encíclica Laudato Si (ver “La encíclica…”), donde reflexiona críticamente sobre la situación social y ambiental en el mundo. Sin salir de la línea de pensamiento allí manifestada, ajustó sus palabras según el contexto social y político de cada país y en especial según el público presente en cada ocasión. No hubo matices, sin embargo, en el balance general: la prensa mundial coincidió en calificar la gira como histórica y el jefe de los católicos volvió a Roma con un contundente apoyo de líderes y organizaciones de la región.
Aclamado en todas sus actividades, el Papa resaltó los esfuerzos y logros alcanzados por los gobiernos de cada país, en particular del boliviano y ecuatoriano. Aunque también dejó sutiles críticas, evitó los cuestionamientos directos y convocó a sus audiencias a luchar por transformaciones sociales, morales y culturales.
El otro frente de Francisco fue el religioso. Si bien casi el 40% de la población católica mundial reside en América Latina –donde habitan 425 millones de personas– de acuerdo a un estudio publicado en 2014 por el Pew Research Center, desde 1970 a la actualidad la cantidad de fieles católicos cayó significativamente en la región, pasando de un 92% sobre la población total entonces hasta el 69% actual, a la vez que aumentó la proporción de protestantes y el poder de otras iglesias.
Entre líneas
El viaje del jefe del Estado Vaticano tomó características propias en cada uno de los tres países que visitó. En Ecuador (pág. 21) lo recibió una sociedad en conflicto, atravesada por las marchas opositoras y las movilizaciones en apoyo al gobierno de Rafael Correa, que tuvieron un impasse durante la visita papal. Semanas después de que el Presidente retirara los proyectos de ley que motivaron esas protestas, el Papa consideró en Quito que “las normas y las leyes, así como los proyectos de la comunidad civil, han de procurar la inclusión, abrir espacios de diálogo, de encuentro y así dejar en el doloroso recuerdo cualquier tipo de represión, el control desmedido y la merma de libertad”.
También pareció rozar otro tema de disputa en el país: las explotaciones petroleras en el Parque nacional Yasuní. Al hablar de la amazonía ecuatoriana destacó la “oportunidad” que tiene Ecuador “para ejercer la pedagogía de una ecología integral” –tal como propone en su encíclica– y advirtió que la explotación de los recursos naturales no debe buscar el beneficio inmediato. Su última advertencia punzante fue la crítica al “afán de liderazgos únicos” y los “personalismos”.
Pero estos mensajes entre líneas fueron desapareciendo durante su paso por Bolivia (pág. 23), más allá de su habitual embate contra “las ideologías”, y en Paraguay (pág. 25) sólo se manifestaron bajo la forma de una condena genérica a la corrupción: “Es la polilla, es la gangrena de un pueblo”, dijo en un país donde el Presidente es un empresario que estuvo preso por evasión y estafa al Estado en 1985, durante la dictadura de Alfredo Stroessner, y hoy está bajo sospecha.
Sintonías
“Ecuador ama la vida. Nuestra Constitución obliga a reconocer y garantizar la vida, incluido el cuidado y protección desde la concepción. Establece reconocer y proteger a la familia como núcleo fundamental de la sociedad y nos compromete profundamente a cuidar nuestra casa común, al ser la primera Constitución en la historia de la humanidad en otorgar derechos a la naturaleza”. Con esas palabras recibió Rafael Correa a Francisco cuando arribó al país, tras considerarlo “un gigante moral para creyentes y no creyentes”. El 79% de la población ecuatoriana se considera católica, incluido el Presidente.
Luego de finalizar su discurso de bienvenida, en el que tomó varios conceptos de la última carta encíclica, el Papa devolvió el gesto: “Agradezco su consonancia con mi pensamiento, me ha citado demasiado, gracias”, dijo y anheló los “mejores deseos para el ejercicio de su misión”. “El pueblo de Ecuador se ha puesto de pie con dignidad”, remató.
El presidente ecuatoriano también citó la II Conferencia Episcopal Latinoamericana (Medellín, 1968) para expresar su mirada sobre la religión: “El Episcopado Latinoamericano no puede quedar indiferente ante las tremendas injusticias sociales existentes en América Latina, que mantienen a la mayoría de nuestros pueblos en una dolorosa pobreza cercana en muchos casos a la inhumana miseria. Un zurdo clamor brota de millones de hombres pidiendo a sus pastores una liberación que no les llega de ninguna parte”, dijo Correa.
Algo similar se produjo en Bolivia, donde Francisco celebró las mejoras sociales alcanzadas por el Gobierno y le reconoció que “está dando pasos importantes para incluir a amplios sectores en la vida económica, social y política del país”. Morales, que sostuvo posiciones muy críticas contra el Vaticano, recordó que la Iglesia “fue utilizada para la opresión”, pero consideró que “ahora las cosas cambiaron drásticamente”. Tras ese gesto, el Papa hizo una declaración de amplia repercusión internacional al cierre del segundo Encuentro Mundial de Movimientos Populares (Emmp), realizado el 9 de julio, cuando pidió perdón por “las ofensas de la propia Iglesia” y “por los crímenes contra los pueblos originarios durante la llamada conquista de América”.
Siglos después, el catolicismo latinoamericano –y en Ecuador, Bolivia y Paraguay en particular por su gran población indígena– suele expresar un sincretismo de los preceptos religiosos dictados desde el Vaticano y las creencias populares y originarias de cada región. “Piedad popular”, lo llama Fausto Trávez, arzobispo de Quito y presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana. “La religiosidad popular está prevista desde Puebla [III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano] como un medio fantástico para la evangelización”, explica. Ahí apuntó Francisco.
Contrastes
Sin embargo el vínculo entre los gobiernos de izquierda de la región y la Iglesia Católica de cada país se ha caracterizado por fuertes tensiones y álgidas discusiones, especialmente en Bolivia. En la reforma constitucional de 2009, por ejemplo, quedó eliminado el catolicismo como religión de Estado. Además, desde el Viceministerio de Descolonización, con Félix Cárdenas a la cabeza, Bolivia viene impulsando un proceso de revalorización de las culturas originarias y de reconstrucción de la memoria histórica dentro del cual la Iglesia ocupa un lugar negativamente destacado, en particular por su rol durante la época de la conquista. “No hay que olvidar que ha contribuido enormemente en la constitución del racismo, la discriminación y el patriarcado”, decía Cárdenas en 2010.
Por parte del clero local, los ataques al gobierno de Morales no han sido menores. Su cardenal, Julio Terrazas, apoyó el referendo por la autonomía de Santa Cruz de la Sierra de 2008 y la iglesia boliviana fue una férrea opositora de las iniciativas laicistas del Estado Plurinacional, como la intención –finalmente no ejecutada– de eliminar la enseñanza religiosa en las escuelas.
Pero Evo marcó un punto de quiebre en la llegada de Jorge Bergoglio a la cúspide del Vaticano. Opinó que cuando el papa Juan Pablo II visitó Bolivia en 1988, durante el gobierno de Víctor Paz Estenssoro, su misión era “consolidar y respaldar el neoliberalismo”, mientras que Francisco “condena el capitalismo”. “En algunas épocas, la Iglesia también era cómplice de la dominación, opresión, sometimiento. Ahora el hermano papa Francisco llega a apoyar y aportar a este proceso de liberación”, dijo. También lo calificó como “anticapitalista” y “antimperialista”. Incómoda, la Conferencia Episcopal Boliviana denunció intentos de “apropiación del Papa”.
En Paraguay, último destino de la gira y el país más católico del continente, el presidente destituido en 2012 y ex obispo Fernando Lugo analizó que los “gestos” de Francisco “suenan mucho más fuerte que sus propias palabras y eso molesta a sectores conservadores que durante muchas décadas han dominado la Iglesia”.
Lugo denunció, en coincidencia con organizaciones como la Federación Nacional Campesina y Paraguay Pyahurã, que el gobierno de Horacio Cartes y los organizadores de la visita “maquillaron” al país para su visita. Pero los datos son elocuentes: el 2,5% de la población es dueña de casi el 90% del territorio cultivable; más del 22% vive bajo el nivel de pobreza según datos de 2014 y pese al crecimiento económico la extrema pobreza aumenta. Allí, el Papa dirigió las críticas a la corrupción, el chantaje y la violencia política. También pugnó por el compromiso social de los creyentes, como hizo a lo largo de todo el viaje. “Por más misa de los domingos, si no tenés un corazón solidario, si no sabés lo que pasa en tu pueblo, tu fe es muy débil o es enferma o está muerta”, sostuvo el prelado.
Debate ideológico
La gira de Francisco puso otra vez en el centro de la escena internacional la batalla de ideas, tal como había hecho en mayo al publicar su carta encíclica, que contiene fuertes críticas a la situación mundial actual y al liberalismo económico como corriente de pensamiento. Pero esta vez la resonancia fue mucho mayor. Frente a multitudes y representantes de organizaciones campesinas y trabajadores urbanos excluidos y empobrecidos, su discurso crítico se potenció. Fue en el encuentro con movimientos populares en Bolivia donde llegó más lejos: “Queremos un cambio, un cambio real, un cambio de estructuras. Este sistema ya no se aguanta, no lo aguantan los campesinos, no lo aguantan los trabajadores, no lo aguantan las comunidades, no lo aguantan los pueblos. Y tampoco lo aguanta la Tierra, la hermana Madre Tierra, como decía San Francisco”. Reivindicó a la par la labor de los movimientos sociales: “Ustedes, los más humildes, los explotados, los pobres y excluidos, pueden y hacen mucho (…) Me atrevo a decirles que el futuro de la humanidad está, en gran medida, en sus manos, en su capacidad de organizarse y promover alternativas creativas en la búsqueda cotidiana de ‘las tres T’ (tierra, techo, trabajo), en su participación protagónica en los grandes procesos de cambio”, arengó. Lo oían representantes de organizaciones sociales del continente y el mundo como la Central Obrera Boliviana (COB), la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (Ctep, Argentina), y el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) de Brasil.
A su lado estaba Evo Morales, que vestía una campera con la imagen del Che Guevara. Cualquiera que tomara de manera aislada estos pronunciamientos podía pensar que se trataba de un encuentro anticapitalista. Pero no lo era.
Tanto en sus escritos recientes como en los 22 discursos que pronunció durante la gira, el jefe del Vaticano eliminó toda mención al “capitalismo” y en general apuntó al “consumismo” como el corazón de una serie de valores sociales y culturales que se deben combatir y transformar. No es casual que horas antes de regresar a Roma, en un encuentro con representantes de organizaciones paraguayas, volviera a condenar “las ideologías”: “Siempre terminan mal. No sirven, porque tienen una relación incompleta, enferma con el pueblo. En el siglo pasado las ideologías terminaron en dictaduras, siempre”.
En su encíclica, nazismo y comunismo son las únicas ideologías que Francisco denomina y condena. Aunque en Bolivia prefirió reducir su ataque al “estalinismo”, su objetivo es el “comunismo”. Por eso reaccionó con rechazo al regalo ofrecido por Evo Morales (un Cristo crucificado sobre un martillo y la hoz) y lo que ese objeto representa: la Teología de la Liberación. Lo explicó, a su manera, durante el vuelo de regreso al Vaticano: “El padre Espinal (jesuita) fue asesinado en 1980. Era un tiempo en el cual la Teología de la Liberación tenía muchas ramas. Una de ellas proponía el análisis marxista de la realidad. El padre Espinal era un entusiasta de esto y también de la teología usando el marxismo, eso yo lo sabía porque en esos años era rector en la Facultad de Teología y se hablaba mucho de esto. El mismo año el general de la Compañía de Jesús mandó una carta a toda la Compañía sobre el análisis marxista de la teología, un poco frenando y diciendo: ‘esto no va, no es justo’”.
Como autoridad jesuita de Buenos Aires, Jorge Bergoglio combatió en los años 1970 a esta corriente católica –impulsada por un nutrido número de jesuitas– cuyos principales exponentes en Argentina fueron perseguidos, detenidos, torturados y en muchos casos asesinados y desaparecidos durante la última dictadura militar.
Esta oposición de Francisco al pensamiento revolucionario, que lleva al menos cuatro décadas, no impide que desarrolle una ofensiva contra el liberalismo clásico, que además le permitió mostrarse en sintonía con las bases sociales de apoyo de los gobiernos de Morales y Correa –las mayorías históricamente excluidas– y con amplias franjas de la población latinoamericana, opuestas a las llamadas políticas “neoliberales”.
La respuesta de la derecha a este ataque quedó reflejada a través de la prensa continental, que comenzó celebrando las críticas del Papa en Quito a los “personalismos”, el “afán de los liderazgos únicos” y la “tentación de propuestas más cercanas a dictaduras, ideologías o sectarismos”, interpretadas como un ataque a los gobiernos de Ecuador, Bolivia, Venezuela y Cuba, y terminó por repudiar el “populismo” de la autoridad del Vaticano luego de su discurso ante los movimientos populares. Fue lógico: Francisco además de fustigar el “sistema” y evitar condenar “ataques a la libertad de expresión” o a los “derechos humanos”, había denunciado en Santa Cruz de la Sierra que “la concentración monopólica de los medios de comunicación social que pretende imponer pautas alienantes de consumo y cierta uniformidad cultural es otra de las formas que adopta el nuevo colonialismo”. En la balanza final pesaron con mayor fuerza que las críticas los puntos en común exhibidos con Correa y Morales durante el viaje.
Con esta retórica similar a la de los gobiernos de izquierda y progresistas de la región el Papa dejó su primera huella en América Latina. El próximo mes estará en Cuba y Estados Unidos, entre quienes medió el Vaticano para el restablecimiento de las relaciones diplomáticas. ¿“Opción por los pobres” o batalla ideológica estratégica? El debate ya comenzó.
Desde Buenos Aires,
Ignacio Díaz y Julia de Titto
Equipo de la cobertura papal de La Nación de Paraguay, el autor de esta nota entre ellos
Paraguay: recepción multitudinaria y decepción
“Que no cese el esfuerzo de todos los actores sociales hasta que no haya más niños sin acceso a la educación, familias sin hogar, obreros sin trabajo digno, campesinos sin tierras que cultivar y tantas personas obligadas a emigrar hacia un futuro incierto (…) que no haya más víctimas de la violencia, la corrupción y el narcotráfico”, pidió el Papa Francisco en su primer acto oficial ante representantes de los tres poderes del Estado paraguayo y el cuerpo diplomático en lo más fuerte que expondría durante toda su visita. A ello le agregó que “un desarrollo económico que no tiene en cuenta a los más débiles y desafortunados no es verdadero desarrollo. La medida del modelo económico ha de ser la dignidad integral del ser humano”.
Si bien hizo críticas elípticas, se le reprocha al pontífice no haber se solidarizado con mayor ímpetu con el golpeado y silenciado movimiento social paraguayo. También es claro que tras la renuncia de Fernando Lugo al obispado de San Pedro para candidatearse a la presidencia, desde el Vaticano conducido entonces por Joseph Ratzinger, la Conferencia Episcopal Paraguaya fue reconfigurada hasta tomar un cariz ultraconservador, cuyos efectos pudieron notarse en esta visita papal. Días antes del arribo del pontífice el nuncio apostólico, Eliseo Ariotti, organizó una reunión en la sede de la delegación diplomática en la que la mayoría de los embajadores acreditados en el país le dieron su respaldo al gobierno del presidente Horacio Cartes.
Esta cuestión se notó con mayor claridad en el encuentro del Papa con las organizaciones sociales en el estadio León Condou de Asunción. Del evento participó el presidente paraguayo, que fue abucheado cuando ingresó. “Francisco querido, el pueblo está contigo”, cantó el público para recibir al Papa que, más allá de los conceptos generales que expuso, no abordó suficientemente el problema de la tierra ni el juicio e intento de encarcelar a campesinos por la Masacre de Curuguaty, entre otros temas de la agenda de los sectores populares. Por un lado dijo que “la riqueza debe ser creada para el bien común” y por otro que “las ideologías no dejan pensar al pueblo, piensan por el pueblo y terminan en dictaduras”.
Con frases como “la justicia debe ser rápida, nítida y clara” o “primero la patria, después mi negocio”, mencionó con una mirada lateral al presidente Cartes. “La corrupción es la polilla, la gangrena de un pueblo”, sentenció después.
La nota del encuentro la dio una fiscal que pretendió detener al secretario general de la Mesa Coordinadora Nacional de Organizaciones Campesinas, Luis Aguayo, por repartir un volante en el que se denunciaba que Paraguay tiene la peor distribución de tierras del mundo, más de 110 campesinos sin tierra muertos desde 1989 y las atrocidades jurídicas del caso Curuguaty.
Por último, Francisco convocó a la juventud a seguir “haciendo lío”, pero también a que ayuden a “organizar el lío que hacen”. Aclaró que pide “un lío que nos dé esperanza, que nazca de haber conocido a Jesús”. Quizá el cansancio y no motivos de seguridad, como se alegaron, hicieron que eludiera la cita con las víctimas del incendio del supermercado Ykua Bolaños en 2004.
Desde Asunción, Jorge Zárate
Ecuador: el llamado a la unidad
Alrededor de 2,5 millones de fieles católicos acompañaron al papa Francisco durante su visita de tres noches y cuatro días a las ciudades ecuatorianas de Quito y Guayaquil, en donde ofició dos misas campales, mantuvo sendas reuniones con distintos sectores de la Iglesia y la sociedad civil y un encuentro con el presidente Rafael Correa y sus ministros en el Palacio de Gobierno, quienes también asistieron a la misa de Quito. La agenda del Pontífice incluyó visitas al colegio Javier, la Universidad Católica de Quito, la Iglesia de San Francisco y la parroquia El Quinche, sede de uno de los santuarios más importantes del país.
Apenas arribó a país andino el 5 de julio, la máxima autoridad vaticana recordó visitas anteriores por motivos pastorales y manifestó que en esta ocasión lo hacía como testigo de la misericordia de Dios y de la fe de Jesucristo, que “durante siglos ha modelado la identidad del pueblo ecuatoriano”. Aunque sin referirse de manera puntual a los problemas que enfrenta el Gobierno, que denuncia “un golpe blando” protagonizado por sectores de la extrema derecha y algunos de la izquierda tradicional, el Papa dijo que en el Evangelio se pueden encontrar las claves que permitan afrontar los desafíos actuales, valorando las diferencias, fomentando el diálogo y la participación.
En la ceremonia de bienvenida el Pontífice reclamó poner especial atención “en nuestros hermanos más frágiles y en las minorías más vulnerables, que son la deuda que todavía toda América Latina tiene”. A su vez, extendió al Presidente el compromiso y colaboración de la Iglesia “para servir al pueblo ecuatoriano, país que se ha puesto de pie con dignidad”, manifestó.
El 6 de julio, tras visitar Guayaquil, cerró una extensa jornada desde la Catedral de Quito. Frente a la plaza Grande, instó a “que no haya diferencias, no haya exclusivo ni gente que se descarte. Que todos sean hermanos. Que se incluyan a todos y no haya ninguno que esté fuera de esta gran nación ecuatoriana”.
En el Parque Bicentenario de Quito, ante más de un millón de personas, hizo al día siguiente un llamado espiritual a luchar por la inclusión social a todos los niveles. “Es impensable que brille la unidad si la mundanidad espiritual nos hace estar en guerra entre nosotros en una búsqueda estéril de poder, prestigio, placer o seguridad económica. Y esto a costilla de los más pobres, de los más excluidos, de los más indefensos”, aseveró ante el aplauso masivo de los fieles.
“Para que no haya diferencias y exclusivos, para que no haya gente que se descarte, que todos sean hermanos. Que se incluyan a todos y no haya ninguno que esté fuera de esta gran nación ecuatoriana”, fue el mensaje del Papa al finalizar su visita.
Luego de la partida de Francisco desde el Aeropuerto Mariscal Sucre, en Tababela, el mandatario ecuatoriano exhortó sobre los mensajes que dejó del líder de la Iglesia Católica: “Dice cosas muy profundas que todos deberíamos asumir, reflexionar y practicar”.
Desde Quito, Patricio Xavier Pérez
La encíclica ecologista de Francisco
 “Entre los pobres más abandonados y maltratados está nuestra oprimida y devastada tierra”, se lee en la Carta encíclica Laudato Si’ (“Alabado seas”) del Papa Francisco, publicada el 24 de mayo. Allí plantea “líneas amplias de diálogo, de orientación y de acción” para los individuos y la política internacional, con el fin de “salir de la espiral de autodestrucción en la que nos estamos sumergiendo” y “unir a toda la familia humana en la búsqueda de un desarrollo sostenible e integral”.
En seis capítulos y 245 puntos la encíclica desarrolla el problema del deterioro ambiental del planeta. Desde el comienzo se argumenta la necesidad de construir una “ecología integral” desde distintas dimensiones humanas y sociales para abordar todos los factores causantes de la crisis mundial actual y combatir al “paradigma tecnocrático dominante”.
Conceptos y extractos centrales
Contaminación y cambio climático conforman un primer punto de la encíclica. Francisco denuncia que “la tierra, nuestra casa, parece convertirse cada vez más en un inmenso depósito de porquería”. Y alerta que el calentamiento global “afectará la disponibilidad de recursos imprescindibles como el agua potable, la energía y la producción agrícola”.
También se posiciona a favor de los países más pobres, al asegurar que “los peores impactos (del calentamiento) probablemente recaerán en las próximas décadas sobre los países en desarrollo”. “Hay que mantener con claridad la conciencia de que en el cambio climático hay responsabilidades diversificadas (entre Norte y Sur)”, asegura. Y condena “el actual nivel de consumo de los países más desarrollados y de los sectores más ricos de las sociedades, donde el hábito de gastar y tirar alcanza niveles inauditos”.
Para avanzar en la resolución de estos problemas plantea que “la humanidad está llamada a tomar conciencia de la necesidad de realizar cambios de estilos de vida, de producción y de consumo”.
Otra preocupación es el agotamiento de los recursos naturales, principalmente del agua y en particular “la calidad del agua disponible para los pobres, que provoca muchas muertes todos los días”. Repara en “la contaminación (del agua subterránea) que producen algunas actividades extractivas, agrícolas e industriales” y denuncia la tendencia a su privatización. Augura que “es previsible que, ante el agotamiento de algunos recursos, se vaya creando un escenario favorable para nuevas guerras, disfrazadas detrás de nobles reivindicaciones”.
Más adelante critica el “actual modelo de desarrollo”, que incluye “los efectos laborales de algunas innovaciones tecnológicas, la exclusión social, la inequidad en la disponibilidad y el consumo de energía y de otros servicios, la fragmentación social, el crecimiento de la violencia y el surgimiento de nuevas formas de agresividad social, el narcotráfico y el consumo creciente de drogas entre los más jóvenes, la pérdida de identidad (…) Algunos de estos signos son al mismo tiempo síntomas de una verdadera degradación social, de una silenciosa ruptura de los lazos de integración y de comunión social”.
Dos problemas de fondo son “el principio de maximización de la ganancia, que tiende a aislarse de toda otra consideración (y) es una distorsión conceptual de la economía”, y “el sometimiento de la política ante la tecnología y las finanzas”.
Propuestas de acción
La respuesta a la crisis que expone la encíclica, implica por un lado “avanzar en una valiente revolución cultural”, que incluye una nueva antropología porque “la crisis ecológica es una eclosión o una manifestación externa de la crisis ética, cultural y espiritual de la modernidad”.
En cuanto al aspecto económico, manifiesta que “para que siga siendo posible dar empleo, es imperioso promover una economía que favorezca la diversidad productiva y la creatividad empresarial”, especialmente la de pequeña escala, por lo que recuerda que la economía campesina “sigue alimentando a la mayor parte de la población mundial”. Los pequeños productores deben recibir un “claro y firme apoyo” de los gobiernos, exige.
Califica a “la actividad empresarial” como “una noble vocación orientada a producir riqueza y a mejorar el mundo para todos” y aclara que “la creación de puestos de trabajo es parte ineludible de su servicio al bien común”. Además plantea una necesidad imperiosa de que “la política y la economía, en diálogo, se coloquen decididamente al servicio de la vida”.
Al final propone “desacelerar un determinado ritmo de producción y de consumo” para “dar lugar a otro modo de progreso y desarrollo”, que necesita de una “conversión ecológica”. La organización de redes comunitarias será clave para resolver estos problemas sociales, apunta.
Bolivia: radicalización del discurso
Las posiciones conservadoras de la Iglesia Católica, su cercanía a los intereses del capitalismo internacional y su crítica a las posiciones antimperialistas, por una parte, y la fuerte arremetida del gobierno boliviano contra la iglesia boliviana, la reforma constitucional que ha determinado el carácter laico del país y la existencia de una jerarquía muy comprometida con posiciones conservadoras, por otra, han sufrido un fuerte remezón cuando el Papa Francisco y el presidente Evo Morales marcaron posiciones en sus declaraciones y discursos públicos durante la visita a Bolivia el 8, 9 y 10 de julio.
El regalo de Morales al Papa de la hoz y el martillo con un tallado sobrepuesto de la imagen crucificada de Jesucristo, obra del teólogo de la liberación Luis Espinal, asesinado por la dictadura boliviana en 1980 y el contenido gesto de rechazo de Francisco causaron revuelo mundial.
Se destacaron la posición solidaria del Papa jesuita con el reclamo del derecho marítimo boliviano y sus declaraciones valorando positivamente el proceso de cambio impulsado por Morales desde hace 10 años y las movilizaciones y acciones de los movimientos populares en América Latina y el Caribe. Dejó así en una situación incómoda al gobierno de Chile, a la Conferencia Episcopal Boliviana y a los sectores católicos conservadores, que han sido uno de los eslabones más fuertes de la oposición a las políticas de reformas y nacionalizaciones de Evo Morales.
Quedó desconcertado y fuera de acción el sacerdote español Mateo Bautista, quien a pocas semanas de la visita papal impulsó una campaña contra el gobierno desde Santa Cruz de la Sierra en relación a las políticas de salud, amenazando con denunciar ante el Papa –su “amigo”, según él– a las autoridades nacionales. En esa misma situación quedaron los obispos y la alta cúpula católica que han estigmatizado desde los púlpitos las políticas oficiales.
A su vez Evo Morales se ha convertido en un óptimo mediador del acercamiento entre Francisco y los movimientos sociales y populares de América Latina y otros continentes. Reunió en Santa Cruz de la Sierra a más dos mil delegados que se convirtieron en el auditorio más destacado de la visita papal al país. Frente a ellos, el Pontífice destacó la lucha popular por “tierra, techo y trabajo”, valoró la resistencia de las fuerzas populares a las políticas liberales, atacó la concentración oligopólica de los medios de comunicación y pidió perdón por la brutal colonización de América.
Por su lado, el Presidente señaló que, como católico, ahora sentía que tenía un Papa y pidió la protección del “hermano Francisco” ante posibles atentados contra su vida por haber adoptado posiciones críticas al imperialismo. Pero criticó la posición de la Iglesia Católica durante el período de Juan Pablo II por favorecer los intereses de los sectores capitalistas e imperialistas en América Latina y el Caribe.
Desde La Paz, Eduardo Paz Rada