18 de diciembre de 2019

Cerro Ñemby y la promesa de ser un centro turístico

 
La lentitud del cierre de la cantera hace que todavía no se pueda utilizar para recreación y esparcimiento.
 
Los gansos nadan a sus anchas en el lago de la cantera del cerro Ñemby, sus alegres juegos en compañía de un pequeño pato syryry son todo el ruido que se oye en el lugar.
Es de día y el cerro no está abierto al público porque hay un evento que en ocasión de las fiestas de fin de año organizó la municipalidad. Una suerte de paseo de compras para la navidad, con diversos puestos de comidas y bebidas, que por las tardes y las noches de estos últimos días se vuelve multitudinario.
Sin embargo, hasta hoy, por problemas burocráticos, no comenzaron las obras de los senderos y otras acciones para que se pueda usar de manera permanente como un sitio de esparcimiento y recreación, el objetivo por el que peleó todo un pueblo durante más de una década.
  “Le pedimos al municipio que ejecute la construcción de los parques infantiles que podrían estar utilizando los niños; hay también una cancha enorme que se puede mejorar y utilizar, la ciclovía, los senderos que tanto hacen falta para que la gente camine, hay cosas que se pueden hacer rápido con los recursos municipales, con los royalties”, insiste Hugo Céspedes, de la Comisión Vecinal por la Recuperación del Cerro Ñemby.

Esa organización que peleó por años contra la destrucción del cerro, contra las explosiones de la cantera que literalmente hacían llover piedras sobre las casas de los vecinos.
El intendente Lucas Lanzoni (PLRA) dice que comenzarán las obras del primer sendero apenas acabado el evento que está en marcha, que se estima será en Año Nuevo.
“El próximo desafío es hacer el circuito de 5 kilómetros de senderos”, apunta, comentando que fue un año difícil en el que “levantamos la medida judicial que nos impedía invertir, hicimos casetas para los guardias, baños, empedrados para mejorar el acceso, trabajamos en las calles aledañas”.
Señala a su vez que el Ministerio del Ambiente (Mades) tiene que aprobar el proceso de “cierre de cantera”, que la administración municipal pretende realice una empresa europea “que tiene la experiencia en este tipo de situaciones, ya que en el país no tenemos ninguna que lo pueda hacer”.
A partir de allí, asegura que se tendrá vía libre para las inversiones más grandes “porque ahora hacemos lo poco que se puede en lugares seguros que no generen riesgos. Hablamos con los inversionistas rusos que hicieron el teleférico que se colocó en Camboriú. Ellos dicen que es factible hacer uno aquí uniendo el cerro Ñemby con el cerrito que está aquí a 2 kilómetros, lo que sería una obra que generaría un gran movimiento turístico para la ciudad y la zona toda”, comentó.
Lanzoni dice que los eventos que se vienen realizando, como el vía crucis de Semana Santa o el lazo rosa gigante que reunió a más de 2 mil mujeres, son parte de un programa de empoderamiento de la gente en el lugar. Resalta para el caso el reconocimiento que le hiciera la Universidad de Florida, sita en Miami, que consideró a Ñemby entre las 5 mejores prácticas de empoderamiento ciudadano.
Céspedes tiene sus críticas: “Valoramos la iniciativa de la Navidad, pero no compartimos que se le cobre a la gente humilde que toda la vida luchó por la recuperación y ahora tiene que pagar entrada a estos eventos”.
La ciudadanía sigue esperando la parquización de las 72 hectáreas, donde incluso se pensó la construcción de un anfiteatro y miradores.
 Indemnizaciones
“No nos indemnizaron”, se queja Céspedes, señalando que la Fiscalía relevó datos del daño directo que la escuela San Pedro y San Pablo, que está apenas a 400 metros del cerro, recibió a raíz de las explosiones de la dinamita en las canteras que se producían hasta tres veces por día, generando grietas por el temblor en sus paredes.
“El municipio jamás se hizo cargo de los afectados, ni decir la empresa”, agrega, recordando que son centenares los vecinos de Los Naranjos, San Miguel, Florida y Caaguazú que tuvieron agujeros en sus techos, grietas en las paredes, afectaciones varias como los suelos carcomidos por el enorme volumen de agua que los explotadores bombeaban para que no se les inundara la veta.
Hay una carpeta que se inició en el 2012 ante la Fiscalía del Ambiente, que todavía no tiene resolución. “A pesar de ello, seguimos adelante y rememoramos las cosas que fuimos pasando en la lucha; lo que criticamos es al intendente Lanzoni, quien nos prohibió la entrada. Al reclamar, fuimos condenados y apartados de los proyectos”, expone Ceśpedes, quien fue uno de los pioneros de los grupos que apadrinó el sacerdote Pablo Giménez allá en el 2007, cuando comenzó la pelea final.
  Los barrios crecieron al costado de la cantera, que en principio quitó piedras para exportar a la Argentina, pero que luego comenzó a utilizarse en los pavimentos de la capital y de las ciudades que hacen la Gran Asunción. Mucha de la gente que allí vive, trabajó en la cantera.


Paisaje y humanidad
Hombres y mujeres, desde que son tales, subieron a las alturas para experimentar, para la ofrenda, la perspectiva de la inmensidad apareciendo ante los ojos.
Así, los guaraníes en aquella Cordillera del Ybytypanemá de la que Ñemby es parte con sus hermanos los cerros Lambaré, Tacumbú, Kôi y Patiño.
Hoy tiene 169 metros sobre el nivel del mar, aunque se cree que su cima estaba a más de 200.
Cuando lo vemos de arriba, con su herida que lo divide en dos, se entiende que se paró a tiempo, que la lucha tuvo el sentido de cuidar un patrimonio, una porción del paraíso que supo ser toda la zona.
Con la mayoría de sus arroyos contaminados, Ñemby, que fuera ciudad balnearia por excelencia, tiene en el cerro una oportunidad de redimirse de tanto daño.
  Allí aparece curioso un yryvu, más arriba ronda un par de kara kara y sus sombras se proyectan en las paredes grises y blancas que parecen pintadas por un plástico moderno de paleta sideral.
Las nubes enmarcan la cima y ayudan al silencio.
Arturo está mirando la inmensidad, vino con su grupo para hacer los preparativos del espectáculo de la noche, en el que dan vida a conocidos personajes de dibujos animados de la TV para entretener a los niños y, por qué no, a los padres.
Se acercó curioso a ver cómo se fotografiaba esta crónica.
Sus ojos buscan seguir las escenas que ilustran esta página.
Calla por un momento después del último cierre del diafragma de la cámara.
“¡Es lindo acá!”, dice suspirando.
Ciudad Navidad

 
Los viernes 13 y 20, así como los sábados 14 y 21, con conciertos en agenda, las entradas al evento Ciudad Navidad tendrán un costo de 25.000 guaraníes.
Los recitales dispondrán de un área VIP, con asiento frente al escenario, al precio de G. 50.000.
Uno de los principales atractivos de Ciudad Navidad consiste en una cascada artificial de 50 metros de altura emanada desde el cerro Ñemby.
Entre otras actividades previstas, se hará la presentación del pesebre viviente, árbol navideño gigante, shows en vivo, espacios temáticos y paseo gastronómico.
El pesebre viviente gigante será una réplica de la ciudad de Belén, donde participarán 20 actores, dirigidos por Miguel Rodas, siguiendo la visión de los realizadores Juan Carlos Maneglia y Tana Schémbori, quienes recrearán el nacimiento de Jesús en 45 minutos, de lunes a viernes, a las 21:00.

Jorge Zárate
Fotos de Nadia Monges y Pánfilo Leguizamón

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