Este lunes 8 de marzo el Día Internacional de la Mujer se conmemorará bajo el lema “Mujeres líderes: Por un futuro igualitario en el mundo de la Covid-19”. Aquí la pandemia de los feminicidios sigue buscando respuestas estructurales. El estado prepara un Plan que se estima ayudará pero que según feministas y dirigentes sociales haría falta complementar con acciones más profundas en la educación.
“Tuicha la machismo ñaneretame*”, resume Teodolina Villalba.
“La mujer es considerada como de segunda categoría, como
cosa, entonces sus derechos se ven lesionados, se le paga menos, se le acosa,
muchos son los problemas de las mujeres”, agrega la secretaria general de la
Federación Nacional Campesina (FNC) describiendo el padecer de las mujeres en
el país.
La violencia doméstica aumentó durante la cuarentena hasta
superar las 80 denuncias por día sólo en marzo de 2020 según los registros de
la línea 137 SOS del Ministerio de la Mujer.
El año pasado hubieron 36 feminicidios que dejaron 51 niños
huérfanos y en lo que va del 2021 ya suman 6 los asesinatos de mujeres.
En el 2019 siempre según datos del Observatorio de la Mujer,
un 15% de las 37 asesinadas había denunciado a sus agresores
Villalba comenta que ante la ausencia de políticas de
estado, en la organización campesina decidieron tomar el asunto entre manos y
generar “brigadas de mujeres” que hacen el acompañamiento a aquella que hubiera
sufrido violencia familiar.
Rodearla personalmente, hablar con su comunidad, acompañarla
a seguir los trámites en la policía, la fiscalía, en la justicia, así, según la
dirigente, se están viendo resultados auspiciosos.
Se va educando, nos cuenta.
El machismo es una matriz que parece inamovible, no sólo en
Paraguay, sino también en el mundo todo.
Para la abogada feminista Mirta “Michi” Moragas “la
violencia sexual no se basa en el deseo sexual, se basa en el poder. La
castración química -y ninguna otra medida punitiva- va a solucionar el hecho de
que la sociedad está construida sobre la idea de que hay quien tiene poder y
puede abusar de quien no lo tiene. La "castración química" para eso,
se llama educación”, expuso.
E insiste, “la salida de fondo es educativa, tenemos que
deshacer es la base cultural que justifica, legitima la violencia y ahí tenemos
un problema gigantesco, porque desde la resolución de Enrique Riera sobre la
educación sexual, se creó un efecto mordaza sobre el tema de género entre
maestras y profesoras”.
La también investigadora, recuerda que si bien aquella
medida no dio de baja ningún material educativo, de hecho en las aulas del país
“no pueden hablar de género por lo que tampoco hablan de violencia y no se
puede explicar la violencia sin la desigualdad de género”.
La socióloga Montserrat Vera contextualiza: “Lo que entiendo
que sucede aquí y a nivel mundial es la naturalización de la violencia, la espectacularización
en los medios que lo que hace es promover la violencia porque se presenta al
agresor como alguien potente. Se lo presenta como un monstruo, pero un monstruo
poderoso y eso en general está ligado a la masculinidad, el poder la
agresividad, todo en el marco del sistema patriarcal que promueve ese tipo de
valores como propios de la masculinidad”.
Expone entonces que “el femicidio es la punta del Iceberg y
el témpano completo son todas las formas de violencia que fueron y son
naturalizadas en el país: (Alfredo) Stroessner violaba niñas y este no era un
tema a condenar para esa parte de la sociedad paraguaya que todavía reivindica
al dictador; suceden abusos cotidianamente pero se acusa a la mamá, a todos
menos al abusador”.
Vera recuerda que se da también “el mecanismo de presentarlo
como una persona enferma y cuando se hace esto, lo que hacemos es “patologizar”
la violencia, cuando en realidad una ínfima parte de los que cometen actos de
violencia tienen patologías psiquiátricas, no son psicópatas, sino personas que
actúan en el marco de los valores que promueve la sociedad: La jerarquización
de los géneros, la naturalización de la violencia, con poner a las mujeres y a
las diversidades en un lugar inferior”, sitúa.
Prevenciones
La pregunta es cómo prevenir el feminicidio ante la realidad
de que no se toman las denuncias, o que las mismas son desalentadas por la
policía o la fiscalía, que las protecciones que deberían ser inmediatas tardan
en hacerse efectivas.
Raquel Iglesias, directora general del Observatorio de la
Mujer anunció recientemente un plan piloto “De respuesta rápida ante
violencias”, tras una reunión que mantuvieron los ministros de la Mujer, Nilda
Romero Santacruz, y del Interior, Arnaldo Giuzzio, “en razón de los últimos
indignantes casos”
“Está en construcción”, cuenta sobre el plan señalando que
la experiencia de la consolidación de
datos en el Observatorio ayudó a hacer un seguimiento de fortalezas y
debilidades. De la reunión también participaron el viceministro de Seguridad
Interna, Pablo Ríos; y la directora general del Sistema 911, Liliana Díaz.
“Aquí lo que se tiene que entender es que estamos ante un
crimen”, dice Iglesias recordando la vigencia de la Ley N° 5.777/16 “De
protección integral a las mujeres contra toda forma de violencia”.Esta
incorpora el feminicidio en el inciso a) del artículo 6, como una forma de
violencia y lo tipifica en el artículo 50 con una pena privativa de libertad de
10 a 30 años.
“Hay que señalar que las violencias aquí previstas antes eran
“naturales” en el Paraguay, hasta hoy mucha gente cree que es problema de
siempre de las parejas… se piensa siempre que esto va a pasar, no se le da el
nivel de crimen, por eso es que muchas veces vienen a retirar la mujeres la
denuncias ya sea llamando o yendo al juzgado o fiscalía y eso desalientan a las
instituciones”, comenta.
Por ello para el Plan de Respuesta Rápida se están
elaborando unos “criterios de riesgo en los que se prioriza la protección a las
mujeres que ya tienen denuncias hechas contra el agresor o lograron orden de
exclusión; también a las que son amenazadas de muerte en reiteradas
oportunidades y aquellas que denuncian que los agresores portan armas de
cualquier ya sea blancas o de fuego o abusan de sustancia lícitas o ilícitas”.
El procedimiento incorporaría preguntas precisas a la mujer que
llama al 137, al 911, o se comunica a cualquiera de los servicios de protección
para ayudar a establecer estas prioridades de protección a los agentes
públicos.
“Si se cumple estos requisitos, ayudará mucho a evitar que sean
víctima de feminicido porque a las amenas hay que tomarlas en serio”, apuntó
Iglesias para anticipar que en la semana que comienza se van a difundir.
Silvia López Saffi, ecretaria ejecutiva de género de la
Corte Suprema de Justicia (CSJ) dice que la idea del Plan es “salvar vidas”.
Para ello se buscará sostener un sistema que se probó como
piloto con los juzgados de Paz de Asunción y el departamento Central, donde se
concentran los mayores índices de violencia contra la mujer.
Para ello, el Poder Judicial habilitó una Oficina de
Atención a Víctimas donde reciben las llamadas de las comisarías
intervinientes. Allí se evalúa el riesgo de las denunciantes y se da inmediata
intervenciones a los jueces de Paz y sus actuarios para que interpongan las medidas
restrictivas o las que fueren necesarias a la mayor celeridad posible.
En el tiempo la idea es expandirlo hacia todo el país porque
“muchos lugares tienen índices altos y no se registran los casos de violencia
contra la mujer. El subregistro es otro problema”, admitió López Saffi.
Una respuesta más efectiva “se lograría mediante la dotación
de infraestructura y personal suficiente”, comentó señalando las lógicas
necesidades presupuestarias para que las medidas tengan éxito.
Iglesias recuerda que “hay un incremento de la violencia
intrafamiliar los fines de semana. Pusimos en relieve que en los últimos casos
de feminicidios y tentativas, los agresores tenían orden de alejamiento.
Además, se está viendo que las llamadas por violencia van en aumento, es el
número 1 en llamadas de emergencia”.
Deudas
Teodolina apunta: “Lo concreto es que con las denuncias el
agresor se va preso dos o tres días y después ya vuelve a las suyas, no se hace
el seguimiento entonces, como organización nos pusimos en campaña para hablar
en familia, en las brigadas de mujeres, en hacer conciencia en el derecho de
las mujeres en el diálogo casa por casa en los asentamientos, en las
asambleas”, indicó.
Moragas insiste en que se requieren acciones inmediatas y
que el problema “no tiene una solución punitivista, sino cultural, se cambia
con educación”.
Vera apunta a que se debe erradicar el hecho “de poner a la
mujer en un lugar inferior y dar la idea de que son como propiedad de sus
parejas, una posición histórica en la que aparece como un producto más, como un
bien de cambio o de negociación que se vende en la publicidad, etcétera”.
Propone también “hablar de educación sexual porque la
desinformación permite que se genere más violencia, cuando una persona no puede
nombrar lo que está viviendo, la violencia que siente, permite que siga
sucediendo de manera impune”.
Allí aparecen los medios de comunicación que no tienen la
mejor, ni la más científica de las coberturas para esta pandemia social.
“Es una urgencia que los medios comuniquen de una manera
responsable, porque ahora mismo lo que hacen es contribuir a la promoción de la
violencia. Un elemento es darle espacio o entrevistar a los agresores dándoles
la posibilidad de justificarse, mostrar imágenes que alimentan morbo y revictimizan a las personas haciendo
revivir los traumas, todo esto está muy mal”.
Después está lo cultural: “No se puede tratar a la violencia
como si fuera un problema individual de pareja, de celos, o “crimen pasional”
es falso. Tenemos que dejar de cuestionar a las víctimas, dejar de decir por
qué no denunció antes, sabiendo que la gente no confía en que denunciar
signifique protección, sino que significa más exposición, una prolongación del
trauma, si las instituciones funcionaran eso sería otra historia”, reclamó.
Mundo
"La violencia de género es una pandemia en la sombra,
tan devastadora como la de coronavirus", expuso Phumzile Mlambo-Ngcuka,
directora de ONU Mujeres.
Fue en oportunidad del Día Internacional de Eliminación de
la Violencia contra la Mujer, el 25 de noviembre del año pasado, donde planteó
la utópica meta de eliminar la violencia de género para el 2030
Dubravka Šimonovic, relatora especial de la ONU sobre la
violencia también dijo lo suyo: "Mientras el mundo lucha contra el impacto
devastador de la pandemia de COVID-19 y su efecto negativo en las mujeres, una
pandemia de feminicidios y violencia de género acaba con la vida de mujeres y
niñas en todas partes", e instó a tomar medidas urgentes entre las que se
incluyen el establecimiento de mecanismos observadores nacionales en todos los
países para evitar esos crímenes.
Es que durante la pandemia, 1 de cada 3 mujeres ha sufrido
violencia física o sexual, principalmente por parte de un compañero sentimental
y el número de llamadas a las líneas telefónicas de asistencia llegó a quintuplicarse
en algunos países.
“La restricción de movimiento, el aislamiento social y la
inseguridad económica elevan la vulnerabilidad de las mujeres a la violencia en
el ámbito privado en todo el mundo”, expuso ONU Mujeres.
Este tema será parte de la agenda del Foro Generación
Igualdad que tendrá lugar en Ciudad de México entre el 29 y el 31 de marzo y se
clausurará en París en junio de 2021. “Este evento congregará a personas
líderes, visionarias y activistas de todo el mundo, de manera segura en una
plataforma virtual, a fin de impulsar un cambio transformador y duradero para
las generaciones venideras”, se informó.
Jorge Zárate
*"Es grande el machismo en nuestro país"
Dónde reclamar
Para consultas se puede acudir al Ministerio de la Mujer sito en (Presidente Franco c/ Ayolas – Edificio Ayfra – Planta Baja) o llamar al (021) 45 20 60, también pueden escribir a las cuentas en Fabebbok y Twitter: @minmujerpy.También contamos con la línea telefónica (137), con cobertura nacional las 24 horas del día, es de acceso gratuito desde teléfono público, línea baja y todas las líneas de telefonía celular y funciona de manera coordinada entre el Ministerio de la Mujer, la Policía Nacional y otras instancias que se ocupan del abordaje a mujeres en situación de violencia y el número de Whatsapp (0981) 112 127, para que las mujeres puedan anotar y enviar mensajes en el caso que necesiten y se encuentren ante un caso de violencia, sugerimos guardar este número de emergencia en clave, de manera de que el agresor no sospeche, por ejemplo “Pizza o Farmacia”.
Desempleo
Más de 13 millones de mujeres vieron desaparecer sus empleos
a causa de la pandemia en América Latina y el Caribe, informó la Organización
Internacional del Trabajo (OIT).
“Esta crisis sin precedentes ha exacerbado las brechas de
género en los mercados de trabajo de la región, sacando de la fuerza de trabajo
a millones de mujeres y anulando avances anteriores. Hemos retrocedido más de una década en un año
y ahora necesitamos recuperar esos empleos y pisar en el acelerador de la
igualdad de género”, dijo su director para América Latina y el Caribe, Vinícius
Pinheiro.
Las 13,1 millones de mujeres que han visto desaparecer sus
puestos de trabajo a causa de la abrupta baja en la participación laboral y el
aumento del desempleo este último año, se suman a cerca de 12 millones que ya
estaban afectadas por la desocupación desde antes de la pandemia. En total,
alrededor de 25 millones de mujeres están desempleadas o se encuentran fuera de
la fuerza de trabajo en este momento.
Información de
telefónicas
El ministro de Gobierno de Bolivia, Eduardo del Castillo,
pidió a las telefónicas del país colaboración en las investigaciones de hechos
delictivos contra mujeres requiriendo que en menos de 24 horas proporcionen
datos de llamadas y mensajes solicitados mediante requerimientos fiscales. “En
muchas oportunidades, cuando se está investigando feminicidios, las compañías
telefónicas tardan entre dos a cuatro semanas en responder”, reclamó a las
empresas Entel, Viva y Tigo, que prestan el servicio de telefonía e internet en
Bolivia.
Del Castillo, en conferencia de prensa en Cochabamba, dijo
que si las autoridades tuvieran información precisa, en el momento preciso y en
el momento que recibe la denuncia, “los hechos se esclarecerían de manera
oportuna y evitar más muertes en nuestro país. No puede ser que algunas
empresas no nos proporcionen información en menos de 24 horas”, dijo el
ministro.
Metas en México
Que los asesinatos de mujeres bajen de 3 mil 836 cuando
empezó el sexenio a 2 mil 930 cuando termine en 2024 , que la diferencia entre
lo que ganan los hombres y las mujeres en el trabajo se reduzca en 3% y que la
participación femenina en el mercado laboral suba del 43.7% a 48%.son algunas
de las metas fijadas en el “Programa Nacional para la Igualdad entre Mujeres y
Hombres (Proigualdad) 2020-2024)”, presentado por el gobierno de México.
El Programa tiene seis objetivos prioritarios con 37
estrategias y 267 acciones que todas las dependencias de gobierno deben ir
tomando para lograr ciertas metas: potenciar la autonomía económica de las
mujeres; generar condiciones para redistribuir los trabajos domésticos y de
cuidados en las familias, el Estado, la comunidad y el sector privado; mejorar
las condiciones de acceso a la salud de niñas, adolescentes y adultas; combatir
los distintos tipos de violencia de género; una mayor participación de las
mujeres en la toma de decisiones; y construir entornos seguros y de paz para
ellas.
Matrimonio infantil
En América Latina 1 de cada 4 niñas se casa antes de los 18
años. La cifra apenas ha variado en los últimos 25 años y está por encima de
las de Oriente Medio y Norte de África. La Plataforma de Acción de Beijing
establece el matrimonio infantil como una evidente violación de los derechos de
las niñas. Casarse de forma prematura repercute en aspectos educativos,
económicos y de desarrollo físico emocional y de las mujeres, entre otras
muchas cuestiones.
No se trata de un problema que ocurra solo en países en desarrollo, y según las últimas cifras conocidas, en el mundo hay 650 millones de niñas y mujeres que han sido obligadas a casarse siendo menores de edad (cada año suman 12 millones más).
¿Cuál es el origen de
la palabra femicidio?
En 1976, la activista feminista Diana Russelll utilizó la
palabra femicidio en el Tribunal Internacional de Crímenes contra las Mujeres
que se hacía en Bruselas. Lo definió como “el asesinato de mujeres perpetrado
por varones motivado por odio, desprecio, placer o un sentido de propiedad de
la mujer”.
El concepto fue parte de una lucha más general que instaló
el movimiento feminista de los años ’70 buscando desnaturalizar problemas que
eran considerados personales o individuales y entenderlos como sociales. La palabra terminó de consolidarse en 1992,
cuando Diana Russell publicó el libro Femicidio: La política de los asesinatos
de mujeres.
Links
¿Cuál
es el origen de la palabra femicidio? (laizquierdadiario.com)
En
4 años crece tasa de feminicidios en 137.6 % en México (aquinoticias.mx)
Observatorio de Igualdad
de Género | de América Latina y el Caribe (cepal.org)
Mujeres:
doblemente golpeadas por la pandemia - 04.03.2021, Sputnik Mundo
(sputniknews.com)
Día
Internacional de la Mujer 2021 | ONU Mujeres – Sede (unwomen.org)
ONU
Mujeres | Artículo: Generación Igualdad en marcha (unwomen.org)
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