13 de junio de 2008

Fernando Lugo y el desafío de recuperar y distribuir las riquezas




Administrar pobreza o distribuir la riqueza, esta es la disyuntiva para el ex obispo Fernando Lugo, presidente electo del Paraguay, mientras va conformando el gabinete que deberá enfrentar los difíciles desafíos que se planteó en la campaña electoral: Reforma agraria integral, reforma constitucional y la renegociación de los tratados de las represas hidroeléctricas de Itaipú, con Brasil y Yacyretá, con la Argentina.

Por Jorge Zárate*
Especial para América XXI (www.americaxxiweb.com)


Contexto
Paraguay tiene 6 millones de habitantes y más del 60% vive en pobreza.
Es el país con peor distribución de tierras en el mundo, el 1,7% de la población tiene más del 77% de las tierras mientras el 40% de los campesinos con menos de 5 hectáreas poseen apenas el 1%. Trescientas cincuenta mil familias no tienen tierra en tanto 351 propietarios concentran 9,7 millones de hectáreas. Desde la apertura democrática de 1989 hasta la fecha, más de 100 campesinos fueron muertos en las ocupaciones y la lucha por el acceso a un predio dónde cultivar. Otros 2 mil fueron procesados y no tienen condena para debilitar la organización y la protesta. Entre los trabajadores, sólo entre un 3 y un 5% de los asalariados están afiliados a un sindicato y hay sólo 70 mil jubilados…


Tras el triunfo electoral de Fernando Lugo y su Alianza Patriótica para el Cambio (APC) del 20 de abril pasado la sociedad comenzó a resquebrajar la dura coraza que instaló en más de 61 años el Partido Colorado (Asociación Nacional Republicana (ANR), su nombre oficial) sobre los reclamos campesinos, obreros y ciudadanos.
Una serie de ocupaciones de tierra promovidas por las organizaciones campesinas e indígenas se vinieron dando desde ese momento instalando seriamente por primera vez el tema de la reforma agraria en la agenda de gobierno a la vez que crecen las protestas obreras y estudiantiles que comienzan a copar las calles de Asunción todos los martes, cuando sesionan las cámaras de diputados y senadores.
La Asociación Rural del Paraguay (ARP) salió rápida a pedir al gobierno electo una estricta “protección de la propiedad privada” y acciones “ejemplares” contra las que llaman “invasiones” de los campesinos.
Lugo no tardó en responder señalando que las ocupaciones de tierras constituyen "la última alternativa después de que se agotaron todos los recursos, todas las estrategias. Cuántas veces nos fuimos a instituciones públicas a pedir tierra y nos cierran las puertas y no nos dan respuesta," dijo durante un encuentro con organizaciones en la Plaza Italia de Asunción.
Y prosiguió: "Así como la Constitución garantiza la propiedad privada, garantiza también la propiedad de quienes no tienen propiedad (...) no descansaremos mientras que este principio constitucional no se haga realidad".
Pero como dice el refrán, del dicho al hecho hay mucho trecho.
Es bueno entender que Lugo, que es un hombre de izquierda, ganó las elecciones con la APC que es un conglomerado donde la mayoría de los votos los aportó el Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) de centro derecha, aliado a un cúmulo de partidos de centro izquierda e izquierda.
El Movimiento Popular Tekojoja fue la segunda fuerza más votada de la APC y es con la que se identifica Lugo. Consiguió elegir un senador y una diputada al congreso. Otros aliados aportan 2 senadores y otros 2 diputados más. El PLRA tendrá 14 de los 48 senadores y 25 de los 80 diputados.
El vicepresidente electo, el liberal Federico Franco, acuerda en la necesidad de discutir la cuestión a pesar de haber cedido a la presión de grupos oligárquicos y haber emitido desde el Directorio del PLRA, que preside, un triste comunicado en defensa de la propiedad privada que fue criticado por sus rivales internos en el partido por ser “más papista que el papa”.
Por lo pronto en estos días, sin la presencia de Franco, Lugo consiguió instalar una mesa de negociación entre campesinos y grandes propietarios de la tierra una situación impensable unos años atrás. La mesa, que logró además sentar juntas después de mucho tiempo a la Mesa Coordinadora Nacional de Organizaciones Campesinas (MCNOC) y la Federación Nacional Campesina (FNC) seguirá con sus discusiones al regreso del ex obispo de Corea, a donde viajó en busca de “inversiones”.

Los hombres del presidente
Al cierre de esta edición el presidente Lugo lleva designados como ministros de su gabinete a Dionisio Borda en Hacienda, el general retirado Luis Bareiro Spaini en Defensa. Ambos ya ocuparon esos ministerios durante el gobierno de Duarte Frutos y consiguen consenso mayoritario en la heterogénea alianza del ex obispo.
Martín Heisecke, un empresario farmacéutico de filiación liberal, será el ministro de Industria y Comercio, en tanto se especula con que Aníbal Carrillo Iramaín, presidente de Tekojojá, pueda ser el ministro del Interior.
Entre tanto siguen las encarnizadas peleas entre los sectores de izquierda cercanos a Lugo y el PLRA para designar a los titulares de Educación, Obras Públicas, Agricultura, Salud y Justicia y Trabajo.
La designación de Borda está basada en el diseño que hizo para Duarte Frutos de una política financiera de dudosa conveniencia pero que tiene el aval de “los mercados”. El economista acordó los términos para que Paraguay pague año a año alrededor de 150 millones de dólares de deuda externa al Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial con el argumento de tener habilitados los préstamos del sistema crediticio internacional.
Vale exponer el resultado de esa política durante el año pasado. “Paraguay recibió 40,5 millones de dólares, en tanto que remitió al exterior, en concepto de pagos de cuotas de capital e intereses, 158 millones de dólares. El resultado contable fue una "transferencia neta negativa" de 118,2 millones de dólares”, refiere un informe de la Presidencia de agosto pasado.
El otro elemento acordado fue el incremento de las reservas internacionales hasta poder respaldar el monto de la deuda externa. A mayo de 2008 las Reservas Monetarias Internacionales Netas (RIN) llegaron a US$ 3.040, “un nivel nunca antes alcanzado en la historia del Paraguay”, en tanto que la deuda externa, merced a los pagos fue decreciendo de 2.478 millones de dólares en el 2003 hasta 2.216 millones de dólares, luego de una amortización de 262 millones de dólares.
El presupuesto nacional es de sólo 6 mil millones de dólares anuales y se alimenta en casi la totalidad de impuestos regresivos como el Impuesto al Valor Agregado (IVA) que tiene una alícuota del 10%. Gracias a Borda, se aprobó la Ley de Readecuación fiscal que eliminó el impuesto a la renta y ayudó a una mayor precarización del trabajo ya que trabajadores bajo relación de dependencia fueron contratados como “prestadores de servicios”, sin derecho a la obra social y la jubilación.
Con estos antecedentes, Borda,no parece ser el hombre que aumentará la capacidad recaudatoria con impuestos directos y distribuirá la riqueza, ni el que impulse una política de desarrollo con los más de 2 mil millones de dólares de reservas aunque Lugo confíe en su capacidad técnica.
Hay que tener en cuenta que en Paraguay, el Estado es pequeño, la mayoría de los chicos apenas termina la primaria, hay que pagar la atención en los centros de Salud, no hay programas de vivienda, la obra pública es escasa, no hay incentivos a la industria, acceso al crédito y en todas y cada una de las licitaciones que hacen los ministerios, los funcionarios roban de manera sistemática.
Este Estado, hijo de la ANR, sostiene un modelo económico latifundista y agroexportador que expulsa a miles de campesinos por año hacia los grandes centros urbanos del país y hacia el exterior y que permite el contrabando, la importación y triangulación de productos, el tráfico de drogas y otras lindezas que hacen que la economía informal casi se equipare a la formal.
La única forma de cambiar todo esto es una reforma constitucional que permita establecer un sistema que favorezca la democracia participativa. No será posible impulsar una política de desarrollo de otra manera y si bien Lugo dijo que la hará durante su mandato, para lo que tiene el consenso del PLRA, será dificil superar las trabas de la ANR y otros partidos opositores con miedo a perder privilegios.

Renegociación
Ricardo Canese, fue electo por Tekojojá como diputado al Parlasur, el parlamento del Mercosur aunque en estas horas suena como posible viceministro de Energía. Es el mayor vocero de la necesidad de renegociar los leoninos contratos de Itaipú y Yacyretá por la que los vecinos Brasil y Argentina, le quitan al Paraguay, más de 2 mil millones de dólares por año.
Se puede ejemplificar con Brasil, que paga 13 dólares por kilowatt y lo vende a 276 a precio mayorista. Paga 102 millones anuales al Paraguay que si los tuviera que pagar a precio de mercado serían más de 2 mil millones, explica el electo parlamentario continental a quien quiera escucharlo.
Algo parecido pasa en Yacyretá.
Lugo debutó en la Cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de América Latina y la Unión Europea.en Lima dialogando con Evo Morales, Hugo Chávez, Lula da Silva, Rafael Correa, Alvaro Uribe y José Miguel Insulza. Estuvo también en el acto de fundación del Unasur en Brasilia.
Todo el continente sabe ya de la injusticia, y, como en el caso de los hidrocarburos en Bolivia, los presidentes jugarán un rol fundamental a la hora de decirle a Brasil y Argentina que las cosas no pueden seguir como están, no sólo con las hidroeléctricas, sino también en el Mercosur, donde las trabas paraarancelarias son la regla y las mercaderías paraguayas elaboradas que pueden acceder a mercado son la excepción.
Paraguay es sede del Tribunal Permanente de Revisión del Mercosur al que urge reformar, si es que hay verdadera intención de construir integración.
La renegociación de los tratados y la reparación histórica del vejamen de la Guerra de la Triple Alianza son deudas impostergables y el pueblo le confió a Lugo la misión de reparar injusticias

* Es Secretario de Organización del Sindicato de Periodistas del Paraguay (SPP)