25 de mayo de 2010

Trabajadores de Forestal Record claman ayuda al presidente Lugo













Foto de Carlos Elbo Morales
Los trabajadores de Forestal Record clamaron “por una ayuda del presidente Fernando Lugo”, tras comentar que siguen adelante con la huelga que declararon el 11 de mayo pasado buscando el reconocimiento del sindicato que formaron en la fábrica. “Apenas formamos el sindicato en febrero, el propietario, Freddy Thielmann, me despidió a mí”, comentó Mariano Irala, secretario general de la organización para informar que después despidió a otros cuatros miembros de la comisión directiva, entre ellos Francisco Páez y Derlis Céspedes.
“La fábrica fue inspeccionada por el Ministerio de Justicia y Trabajo (MJT) a la que Thielmann no le dio un solo comprobante, nos descuenta la cuota del Instituto de Previsión Social (IPS) y no paga a la previsional, hace trabajar turnos de 12 horas, no paga horas extras, el trabajo es altamente riesgoso e insalubre y los trabajadores no ganamos siquiera el mínimo”, dijo.
De los 65 trabajadores que tiene la fábrica, situada en el kilómetro 16,5 de Capiata, unos 45 están afiliados al sindicato. Para revertir estos despidos, el 11 de mayo pasado los trabajadores comunicaron que entraban en huelga, ante lo que la patronal volvió a recurrir al despido de otros 4 integrantes del comité de huelga.
“Es un caso flagrante de atentado contra la libertad sindical”, expuso Edgar Agüero, secretario general de la Confederación Nacional de Trabajadores (Conat) que asesora a los trabajadores en esta lucha. “Inclusive judicializamos los casos de los compañeros con fueros sindicales que según la ley deben ser repuestos en 48 horas y este es el momento en que todavía seguimos esperando”, apuntó.
Irala y sus compañeros recordaron que comenzaron a agruparse cuando ya no pudieron soportar “el riesgo de vida, porque cuando llueve estamos caminando sobre cableado eléctrico que está en contacto con el agua porque las instalaciones son el colmo de la precariedad”, indicaron.
“El lugar es insalubre, no tiene las mínimas condiciones como para trabajar un ser humano, entramos en el agua hasta las rodillas con sierras eléctricas, la caldera está tan mal que en cualquier momento puede explotar”, comentaron.
Recordaron también que parte de los trabajadores encaran la actividad  atendiendo un catalizador por lo que  “ya tenemos un caso de un compañero que tiene leucemia por inhalar los productos químicos y apenas, de vez en cuando se distribuye un cuartito de leche”, relataron.
“Seguiremos con la huelga”, comentaron para pedir solidaridad a los trabajadores y al pueblo en general. “Imaginen que hasta la policía termina protegiendo al empresario, la policía no está para cuidar la fábrica", se quejaron.

Otras violaciones
Durante el año pasado Forestal Record exportó por 208.160,50 U$S y aparece en el puesto 423 del Ranking de Aduanas, por lo que los trabajadores instaron a las autoridades de Hacienda, especialmente a las de Tributación, que investiguen para conocer el estado de cuentas de Freddy Thielmann con el fisco. “Estamos casi seguros de que elude el pago de los impuestos”, expusieron.
Los sindicalistas comentaron a su vez que la empresa no tiene al día la licencia ambiental que otorga la Secretaría del Ambiente (Seam) desde el año 2007, que procesa maderas en peligro de extinción como el cedro, petereby y guatambú, entre otras y que tampoco estaría en regla con las guías de traslado de las mismas que debería controlar el Instituto Forestal (Infona) y el Servicio de Sanidad Vegetal (Senave).
Para concluir expusieron que los desechos industriales de la actividad se "descartan en la calle" e invitaron a hablar con el vecindario sobre los perjuicios que ocasiona “la impresionante humareda que sale de la chimenea, contra la que hay innumerables quejas, sin que las autoridades hayan hecho nada hasta el momento”.

Contactos
Francisco Páez
0981-924599
Mariano Irala
0984-539791
Derlis Céspedes
0981-269994

Confederación Nacional de Trabajadores (Conat)
Edgar Agüero
Secretario General
0981-621525

6 de mayo de 2010

Lugo celebró dos años de gobierno con los ojos en la elección de noviembre

Rubicón: al frente de un gobierno revitalizado por una creciente movilización popular pero conmovido por dos años de acciones despiadadas de la derecha, el presidente Fernando Lugo dijo que el segundo aniversario de la victoria del 20 de abril deja “mucho para festejar”. Frente a una multitud reunida en Asunción, llamó a la unidad para conseguir la victoria electoral en las elecciones municipales de noviembre próximo. Con todo, el mandatario aseguró que “ya no hay marcha atrás” en el proceso de cambios inaugurado en 2008.
“En apenas dos años del nuevo gobierno el rostro del país cambió y hay mucho que festejar”, dijo el presidente Fernando Lugo y despertó los aplausos de alrededor de 50 mil personas que se congregaron en las históricas plazas del Congreso en Asunción para celebrar aquella victoria electoral del 20 de abril de 2008 que inauguró el difícil proceso de cambios que se vive en el país.
En su discurso, el Presidente insistió en la necesidad de consolidar la unidad de la alianza electoral entre el Partido Liberal y los partidos de izquierda agrupados en el Frente Guasu para consolidar el rumbo del gobierno, con una victoria electoral en las municipales de noviembre. “Ojalá la memoria de los ganadores siga fresca, viva y palpitante. Ojalá sepamos abrir la puerta de los municipios con la mejor herramienta”, dijo.
“Para que el proceso no se interrumpa, en el 2013 les quiero ver unidos. Este pueblo heroico no va a entregar sus conquistas, no daremos marcha atrás, ya no volveremos a los cuartelazos ni a los golpes ni a la interrupción del proceso”, agregó.
Se refirió también los logros de su gobierno, principalmente haber abierto el camino para hacer efectivas las reivindicaciones paraguayas en la represa binacional de Itaipú, donde Brasil se comprometió a pagar 350 millones de dólares más por el uso de la energía que Paraguay está obligado a venderle a precio de costo por el leonino tratado que firmaran los dictadores Alfredo Stroessner y Emilio Garrastazu Médici en 1973.
Otro tema que destacó el presidente Lugo es la gratuidad de los servicios de salud, una histórica decisión que desató un número récord de consultas en los consultorios médicos públicos. Al crecer la demanda, quedó al desnudo la escasa capacidad presupuestaria del Estado para hacer efectiva la gratuidad porque siguen faltando médicos y suministros en los hospitales y puestos sanitarios.
Lugo afirmó que la economía del país es “saludable a pesar de la peor crisis financiera de la historia”, aunque los indicadores dan cuenta de un proceso que marcha hacia la recesión. Mencionó la ampliación de la asistencia para familias carenciadas y destacó las acciones de su gobierno en materia de transparencia: “Quién iba a pensar en el fin de la corrupción escandalosa en las oficinas públicas”, reflexionó.
El discurso fue muy criticado por los opositores al Gobierno y por la prensa empresarial que coincidió en apuntar “la falta de autocrítica” y calificar como “autoelogioso” el discurso del Presidente. Apuntaron también la ausencia en el acto, del que participaron los adherentes del Partido Liberal y del Frente Guasu, de Camilo Soares, responsable de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN), organismo de asistencia a sectores cadenciados. El funcionario pidió permiso para afrontar una imputación que se le hiciera por una presunta sobrefacturación en la compra de panificados populares conocidos en Paraguay como “coquitos”.
Bastó este dato para que la oposición y las empresas de comunicación aseguraran que Soares es un “ejemplo” de la corrupción gubernamental, aunque todavía no existe condena sobre el funcionario. Todo esto, en medio de una campaña de prensa donde tuvo poco espacio en los medios para defender su postura.
Frente a semejante ofensiva, el acusado advirtió que él no es el centro de la campaña, sino el propio mandatario paraguayo: “Muchos no apuntan a Camilo, el objetivo es el presidente Lugo. Pero a pesar de los pesares vamos a seguir adelante. Yo soy un soldado de la causa del socialismo”.
Durante su discurso ante la multitud, Lugo hizo referencia a las acusaciones sobre corrupción, al sostener que su gobierno “no roba” y alentó al pueblo a que no se deje amilanar por este tipo de campañas. “Que no nos corran con la vaina del ‘chaque” (cuidado, en guaraní), dijo.

Para el pueblo
Otro tema central en el discurso del Presidente para hacer un balance de sus dos primeros años de gobierno fue el de la armonía política y la unidad de los paraguayos. “Por más esfuerzos que hagan los libretistas de la discordia que querrían vernos enfrentados con los medios, con los empresarios, con el Parlamento, con nuestros opositores, no lo lograrán, porque este es un gobierno que ha llegado para unir a la gente y no para dispersarla”, apuntó.
Otro tema central en el discurso del Presidente para hacer un balance de sus dos primeros años de gobierno fue el de la armonía política y la unidad de los paraguayos. “Por más esfuerzos que hagan los libretistas de la discordia que querrían vernos enfrentados con los medios, con los empresarios, con el Parlamento, con nuestros opositores, no lo lograrán, porque este es un gobierno que ha llegado para unir a la gente y no para dispersarla”, apuntó.
Recordó entonces la serie de desacuerdos políticos a la interna de su alianza electoral e incluso los acalorados contrapuntos que mantiene con los opositores del Partido Colorado y de Patria Querida.
Lugo dijo que, en su consideración, “todos están en un pie de igualdad” y puso como ejemplo su relación con los trabajadores del Estado: “nuestros compañeros de trabajo son del Partido Colorado y nadie les ha molestado”.
El Jefe de Estado insistió en la necesidad de que la gente participe “porque somos un gobierno de y para las grandes mayorías; un gobierno que nace del pueblo, se asienta en el pueblo, gobierna con el pueblo y en su momento rendirá cuentas al pueblo”.
Sobre el final de la jornada, hubo música y una celebración moderada. La necesidad de iniciar la Reforma Agraria y de reactivar la economía son elementos que no pasan desapercibidos en la mayoría que llevó al gobierno de Fernando Lugo al poder, campesinos pobres y sin tierra y trabajadores pobres de los conurbanos de las grandes ciudades. Todavía queda mucho por hacer.

Deudas pendientes
Algunos referentes del Frente Guasu, el flamante movimiento popular que acompaña al presidente Lugo, asumieron esas deudas pendientes: “La tarea más importante es profundizar la unidad en defensa del proceso de cambio conquistado por el pueblo hace dos años”, dijo el senador Sixto Pereira, uno de los dos legisladores que apoya al Gobierno de un cuerpo de 45 miembros. “A todos los de la Alianza Patriótica, los que están en el Gobierno, quiero hacerles una convocatoria especial: Es el momento de levantarnos unidos. Nuestros compatriotas esperan mayor profundización, mayores resultados en cuanto a medidas sociales y económicas”, agregó.
El otro senador que respalda a Lugo, y pre candidato a intendente de Asunción para las elecciones de noviembre, Carlos Filizzola respondió a quienes cuestionan por inacción al Gobierno: “el programa Abrazo sacó a miles de niños de la calle y el programa Tekoporã sacó a miles de familias de la extrema pobreza”. Y se lamentó que son logros que “no publica la prensa”.
El secretario general de la presidencia, Miguel López Perito, apuntado por la oposición como el monje negro del gobierno, asumió los errores y las cuestiones irresueltas, como la no concreción del proceso de reforma agraria y la falta de puestos de trabajo. Pero dijo que, en orden de prioridades, lo primero era consolidar el equipo gobernante, tarea que todavía sigue adelante: “No habrá otro Honduras en el corazón de América… Es momento de renovar nuestro compromiso”, señaló.

Festejo aparte
El vicepresidente de Paraguay, Federico Franco, festejó los dos años del triunfo electoral descubriendo una placa frente al local del Partido Liberal, del que dijo “fue el buque insignia de la APC (Alianza Patriótica para el Cambio)”, ayudando a “hacer realidad el sueño de cientos de miles de paraguayos”.
Franco, enfrentado con Lugo tras su confesada intención de asumir el poder, dijo que “esta es la hora de la unidad y de buscar consenso, mañana hablaremos de otra cosa”. Pero la retórica del vicepresidente tuvo pocas horas de vida. Pese a que el acto del Partido Liberal se realizó por la mañana y que el evento central del Gobierno fue por la noche, Franco estuvo ausente en la fiesta popular de las plazas del Congreso.
En su discurso ante miles de personas, el presidente Lugo dedicó unos párrafos para responderle al segundo en la sucesión del mando al frente del Ejecutivo: “Creo firmemente en la vocación de cambio de los paraguayos y paraguayas. Y por sobre todo confío en que más temprano que tarde sabremos superar las pocas cuestiones que nos dividen y subir al viaje triunfal de tantas cosas que nos deben unir. Juntos vamos a celebrar esta fiesta, los que están aquí y los que no vinieron, los que están de acuerdo y los que disienten”, remarcó en alusión a su vicepresidente.
Desde Asunción, Jorge Zárate

Estado de sitio en cinco Departamentos
La declaración el 24 de abril del estado de excepción en cinco Departamentos del norte de Paraguay abrió tantos frentes de discusión como sospechas de los verdaderos objetivos que esconde esta medida. La administración del presidente Lugo no logra convencer a la izquierda sobre su iniciativa, aprobada con modificaciones por el Congreso, y la derecha se encolumna detrás de la idea de que el Jefe de Estado fracasará en su intento de frenar la supuesto amenaza de un grupo guerrillero.
El estado de excepción –también conocido como estado de sitio– fue pedido por el propio Presidente luego de que, a mediados de abril, cuatro personas murieran en un tiroteo en el que, supuestamente, participaron miembros del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP). El EPP es un grupo armado al que se le achacan acciones tales como robos y secuestros y al que la Fiscalía del país le endilga contactos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc).
Previsiblemente, la derecha opositora sostiene que el EPP se vincula a los grupos de izquierda que forman parte de la coalición que llevó a Lugo al poder y que, por lo tanto, son “parte” de la coalición de gobierno. Esta teoría se sostiene con una denuncia hecha por el vicepresidente del Paraguay, Federico Franco, quien denunció que la militarización que implica el estado de excepción no busca detener al EPP sino llevar tranquilidad a los ciudadanos del Norte del país, donde en teoría se refugia el grupo insurgente. El Presidente calificó esa afirmación como “absolutamente falsa“.
No menos previsible fue la intranquilidad que generó esta decisión del Poder Ejecutivo con el aval del Congreso entre militantes de derechos humanos y de organizaciones campesinas. Argumentan que el estado de excepción podría derivar en abusos por parte de las Fuerzas Armadas, encargadas de controlar el territorio comprendido por los departamentos de Amambay, San Pedro, Concepción, Alto Paraguay y Presidente Hayes.
La secretaria ejecutiva de la Coordinadora de Derechos Humanos de Paraguay (Codehupy), Roxana Coronel, participó de una reunión con el presidente Lugo en la que los movimientos del sector consideraron que “no se dan las circunstancias establecidas en la Constitución” y que “con los medios legales ordinarios puede manejarse esta situación”. Un comunicado emitido por la Coordinadora antes del encuentro con el Presidente consideró que “afirmar que un grupo armado de aproximadamente 10 personas produce conmoción interior y justifica el estado de excepción es reconocer la incapacidad de los órganos de seguridad”.
Durante la vigencia del estado de excepción se suspenden algunas libertades públicas y el Poder Ejecutivo puede ordenar detenciones y traslados por decreto. Pero el presidente Lugo dio “la más absoluta garantía para resguardar a las personas de cualquier exceso que suponga una atentado contra los derechos humanos”.
En el mismo sentido se pronunciaron también las principales organizaciones sociales y campesinas, que anticiparon que no acatarán la medida y que recorrerán las calles para difundir la posición sobre este tema.
Una incógnita que no es menor en esta historia es el rol que le cabe al EPP en esta nueva etapa de Paraguay. El secretario general de la Convergencia Popular Socialista de Paraguay, Hugo Richer, consideró que el EPP “es funcional a la derecha del país y a su objetivo de enjuiciar al presidente de la nación“. Y recordó, durante una entrevista concedida a Telesur, que “los propios legisladores han dicho que si en 30 días no se consigue frenar los hechos de violencia, se cuestionará el apoyo dado por el Congreso al Presidente y se abre la posibilidad de un juicio político”.
Ningún hecho que haya sido oportunamente mencionado por América XXI queda fuera del contexto en el que se da esta noticia. Ni siquiera –y mucho menos– el ámbito externo. La edición Nº 60, de abril pasado, señalaba que el ministro de Defensa de Paraguay, Luis Bareiro Spaini, había rechazado cualquier injerencia externa en la lucha contra el EPP. “Paraguay no necesita asesores extranjeros”, dijo, en referencia a la colaboración ofrecida por Colombia para combatir al EPP. La estrategia de Estados Unidos –dijo entonces esta revista– es intervenir militarmente en Paraguay a través de efectivos colombianos.