19 de abril de 2008

El ruido de la caída

Paraguay/Elecciones 2008
Fernando Lugo puede ser consagrado presidente en inédita elección
El pueblo dice que gana Fernando Lugo y eso quiere decir que el (hoy) domingo se derrumba el Partido Colorado, el último partido/estado de América Latina con 61 años en el poder. El ex obispo lidera las encuestas por entre 6 y 10% de los votos aunque el oficialismo utilizará todas las artimañas, hay inclusive temor de fraude, para intentar detener lo que parece inevitable.

Un día llegó el hartazgo y aunque no se puede precisar cuál fue la gota que colmó el vaso, en la calle se respira que hay una mayoría que ya no quiere saber más nada de la Asociación Nacional Republicana (ANR) en el gobierno.
Es que este Partido Colorado es el mismo que sustentó al tirano Alfredo Stroessner y que siguió al frente durante estos casi 20 años de transición en base a su férreo control del Estado que incluyó miles de muertos y desaparecidos durante la dictadura y más de 100 campesinos muertos por la lucha por la tierra desde el 89 en adelante.
El Estado en Paraguay es pequeño, la mayoría de los chicos apenas termina la primaria, hay que pagar la atención en los centros de Salud, no hay programas de vivienda, la obra pública es escasa, no hay incentivos a la industria, y en todas y cada una de las licitaciones que hacen los ministerios, los funcionarios roban de manera sistemática.
Este Estado, hijo de la ANR, sostiene un modelo económico latifundista y agroexportador que expulsa a miles de campesinos por año hacia los grandes centros urbanos del país y hacia el exterior y que permite el contrabando, la importación y triangulación de productos, el tráfico de drogas y otras lindezas que hacen que la economía informal casi se equipare a la formal.
Quien se hace del poder deviene "inevitablemente" multimillonario. De los últimos ex presidentes, según el estudio de Aníbal Miranda, “Las grandes fortunas del Paraguay”, los herederos de Stroessner (1954/89), los herederos de Rodríguez (89/93), Juan Carlos Wasmosy (93/98), y Raúl Cubas/Lino Oviedo (98/99) superarían la barrera de los 1.000 millones de dólares.
No sería un dato extraño en un país desarrollado, pero es algo ofensivo donde el 50% del pueblo es pobre y hay más de 300 mil campesinos sin tierra. (González Macchi (99/2003) no habría llegado a esas sumas, pero ya no estaba Aníbal para registrarlo, el parte oficial dice que se suicidó.)
El actual presidente, Nicanor Duarte Frutos era periodista, salario bajo, casa alquilada, mucha batalla para alcanzar el fin de mes, ahora, dos décadas después, tiene casi una manzana en un barrio caro de Asunción y se lo presume dueño de puertos privados que se dedican a la importación de productos chinos, etc y graneleros para el embarque de soja.
Duarte Frutos, por esta acumulación, comenzó a molestar a los otros dueños del dinero y como cualquiera en el poder, quiso quedarse un rato más. Los dueños, entre ellos algunos propietarios de medios, le dijeron que no, porque no le perdonan su coqueteo con Hugo Chávez, su cercanía con Lula.
Los dueños son partidarios de sellar una alianza con los Estados Unidos.
Duarte intentó la reelección hasta el final y como vio que no podía eligió a Blanca Ovelar, la que fuera su ministra de Educación, para seguir gobernando en las sombras, desde el senado al que es candidato No.1.
Los dueños eligieron a su vicepresidente, Luis Castiglioni, para disputarle la interna del Partido Colorado. Ganó Blanca y hay mucha gente diciendo que fue con fraude.
Continuó la guerra y Duarte dará batalla el domingo tratando de contener la tropa. Con tal de hacerlo se peleó con Chávez en una señal al establishment que hace rato lo condenó a la horca.

Cambio
Es casi inocente hablar de oposición de partidos en una oligarquía como la del Paraguay donde el 1,7% tiene más del 75% de las tierras cultivables. El Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) rival histórico de los colorados se convirtió prácticamente en su socio desde el Pacto de Gobernabilidad que firmara en 1996 su líder de entonces, Domingo Laíno con el presidente Wasmosy.
Fue casi un reparto de cargos en la justicia, en las embajadas y la creación de dos estructuras para empleo público, la Contraloría y el Tribunal de Justicia Electoral. Además, fue una garantía de impunidad, pues la mayoría de los jerarcas que eran enjuiciados tras abandonar los cargos, eran protegidos por sus socios parlamentarios para impedir, vía fueros, su juzgamiento.
Patria Querida se llama el partido liderado por Pedro Fadul, un empresario financiero que viene de la militancia cristiana que perdió la elección presidencial con Duarte hace cinco años y fue su aliado a la hora de votar un regresivo sistema de impuestos al que la población le dio el nombre de Impuestazo. También apoyó que la secta Moon se apropiara del añejo Puerto Casado con las casas de la gente incluída.
Ninguno de ellos, con estos antecedentes y su poca organización, podría oponerse al aparato del Partido Colorado por sí solos.
Otro elemento fundamental en el análisis es entender que Stroessner fue un déspota sangriento que atacó de manera principal el derecho del pueblo a organizarse. En Paraguay sólo entre un 3 y un 5% de los asalariados están afiliados a un sindicato, las organizaciones campesinas tienen 2 mil detenidos, procesados sin condena, hay sólo 70 mil jubilados para 6 millones de habitantes, etc.
Allí hay una oposición real a las políticas del oficialismo y su “oposición”, pero en estos 20 años no se pudo tener representación parlamentaria alguna.
Fernando Lugo, ex obispo de San Pedro, el departamento más pobre del país, surgió como el unificador de estas dos vertientes de oposición e hizo la que aprenden los curas desde el seminario: hablar con y escuchar a todos, decirles a cada uno lo que quieren oír y establecerse en un lugar de árbitro en el que enviará dulcemente a unos y otros a rezar sus padre nuestros y avemarías.
Esta unión se llama ahora Alianza Patriótica para el Cambio (APC), tiene como miembro principal al PLRA y a un arco de fuerzas políticas que van del centro a la izquierda. Todos apoyan la lista 6, en la que acompaña a Lugo el liberal Federico Franco que en el acto de cierre dijo que el gobierno que harán “respetar la propiedad privada”. El punto no es menor porque Lugo prometió avanzar en una reforma agraria integral en el país de la peor distribución de tierras del mundo.
Lo particular de la APC es que tienen listas diferentes para diputados y senadores donde cada uno pelea por lo suyo.
El Movimiento Popular Tekojoja, es la segunda fuerza de ese arco y es con la que se identifica Lugo. Está conformada por pares de su generación. Gente de alto perfil técnico, preocupación social y de clase media, media alta. Uno de sus hombres más importantes es Ricardo Canese, el mayor vocero de la necesidad de renegociar los leoninos contratos de Itaipú y Yacyretá por la que los vecinos Brasil y Argentina, le quitan al Paraguay, alrededor de 2 mil millones de dólares por año.
Otras fuerzas son el Partido Movimiento al Socialismo, la Alianza Patriótica Socialista y el Bloque Social y Popular, que pueden hacer realidad en el nuevo congreso el sueño de la representación de indígenas, campesinos y obreros, por primera vez en el país, lo que fue comprendido por los líderes de los países vecinos que al parecer optaron apoyar a Lugo en el final de la carrera.
A pesar de todo lo que se dijo, donde la ANR tiene todas las de perder, hay verdades en el disrcuso colorado: la oposición del PLRA/PQ y otras fuerzas que compitieron en la historia contra la ANR no terminaron de definir un modelo alternativo de Estado, sólo expusieron la voluntad de reducir el pequeño estado que hay y durante la última década se pasaron buscando privatizar las empresas públicas.
También es cierto que las organizaciones obreras y campesinas vienen reclamando un estado mayor, con más intervención para terminar con esta injustísima distribución del ingreso que es para este cronista el fundamento del hartazgo.
Se necesita entonces una articulación de fuerzas diferentes donde se verán las verdaderas intenciones de los integrantes de la APC, tanto liberales como socialistas. Romper el chaleco de fuerza del partido/estado puede ser el comienzo de una solución.
Un triunfo de Lugo y la APC abre las puertas a la discusión de una reforma constitucional y probablemente, una asunción antes del 15 de agosto, para buscar fortalecer el proceso de cambios.
En cualquier caso todo comenzará el domingo con el coraje cívico de un pueblo valiente que irá a votar en paz y esperará en casa, en el reposo suave de la tarde de domingo, el estruendoso ruido de la caída.
Jorge Zárate

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