6 de octubre de 2011

Un nuevo miembro en Unasur

Ratificación: Paraguay formalizó su entrada a la Unión de Naciones Suramericanas. Luego de varias demoras el Congreso votó a favor de la incorporación: una abrumadora mayoría de diputados apoyó el ingreso al organismo en agosto y Lugo promulgó la aprobación el 9 de septiembre, formalizada en Quito seis días después. En el plano local quedó expuesta otra vez la fractura de la alianza de gobierno entre el Presidente y el Vicepresidente. Para la región resta la aprobación final por parte de la Corte Constitucional de Colombia, único trámite pendiente para que los 12 países miembros del organismo consoliden su presencia y participación en la Unasur.

Después de un largo proceso, Paraguay consiguió formalizar su ingreso a la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) cuando el ministro de Relaciones Exteriores Jorge Lara Castro depositó en la Cancillería de Ecuador el pasado 15 de septiembre el decreto de promulgación firmado por el presidente Fernando Lugo seis días antes. Se convierte así en el país número 11 en oficializar su entrada al organismo de integración.
 “Quizás por primera vez en estos 200 años de independencia política nosotros, los pueblos, los gobiernos y los representantes de nuestros pueblos, estamos asumiendo la dirección histórica de este proceso de transformación económica, social, cultural y política”, dijo Lara Castro. “Vivimos tiempos difíciles, desafíos y exigencias de opciones que beneficien a nuestros pueblos. Estamos ante una crisis que pone en evidencia la debilidad de la economía, la vulnerabilidad de los países, las estructuras desiguales, la globalización de la pobreza”, agregó el jefe de la diplomacia paraguaya.
 El canciller de Ecuador, Ricardo Patiño, consideró que la inclusión de Paraguay fortalece y consolida al organismo y la región ante la crisis mundial, en momentos donde se presenta “la mayor necesidad de unidad”.
 La ceremonia se celebró en Ecuador porque es el país depositario de los instrumentos de ratificación del Tratado Constitutivo firmado el 23 de mayo de 2008 en Brasilia. De los 12 países que conforman la Unasur (Argentina, Brasil, Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela), sólo restaría la plena ratificación de Colombia, donde falta la aprobación final por parte de la Corte Constitucional.

Desafíos
La aprobación del ingreso de Paraguay al organismo regional debió pasar previamente por el Congreso de la Nación, donde  el proyecto de ley permanecía trabado. Finalmente la Cámara de Diputados aprobó la medida que tenía media sanción del Senado en agosto. Paraguay ocupará la presidencia pro témpore de Unasur, posiblemente este mes, ya que se estima que el siguiente encuentro de mandatarios de Unasur se hará junto a la Cumbre Iberoamericana a realizarse en Luque los próximos 28 y 29 de octubre.
 Durante la sesión del pasado 11 de agosto sólo votaron en contra los diputados del derechista Patria Querida (PQ) y legisladores del Partido Liberal (Plra) que responden al vicepresidente Federico Franco. Juntos sumaron sólo ocho votos por el rechazo de la incorporación al organismo. A favor se posicionaron 58 diputados, entre los colorados (Asociación Nacional Republicana es su nombre oficial), los liberales no franquistas, la Unión Nacional de Ciudadanos Éticos (Unace) de Lino Oviedo y dos oficialistas.
Así como la pendiente aprobación del ingreso de Venezuela al Mercosur es de vital importancia para ese organismo, para el gobierno paraguayo lograr el pleno ingreso a la Unasur era una de las prioridades de la gestión de Lugo.

Resistencias
El argumento de quienes rechazaron el ingreso se centró en el artículo sexto del protocolo de Unasur, que sostiene que el gobernante afectado por una ruptura o alteración del orden constitucional “podrá recurrir al Consejo de Jefes de Estado y de Gobierno o al Consejo de Ministros y Ministras de Relaciones Exteriores a través de la presidencia pro témpore y/o de la Secretaría General”.
 Se indicaba que esta situación podría provocar la intervención militar de los países vecinos. Así lo manifestó por ejemplo José López Chávez (Unace): “La adenda es peligrosa en el sentido de que puede dar lugar a que otros países, por su poder, su fuerza y afinidad ideológica con el presidente de turno, atenten contra la libre determinación del Paraguay, más pobre en armamentos y en recursos de defensa”.
 El artículo sexto establece sanciones en caso de ruptura o amenaza de ruptura del orden constitucional, como el cierre parcial o total de fronteras terrestres, tráfico aéreo y marítimo, comunicaciones, provisión de energía, servicios y bloqueo regional.
 Claúsulas incorporadas para responder rápidamente frente a los intentos de desestabilización y golpes de Estado, como los ocurridos en Venezuela, Bolivia, Honduras y Ecuador en la última década. Quienes critican este apartado defienden públicamente la política exterior de Estados Unidos y buscan estrechar relaciones con el Norte en detrimento de la integración suramericana.

Desde Asunción, Jorge Zárate

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