La actividad venía creciendo los últimos años y sufrió un parate, pero los especialistas esperan que la vacunación ayude a realizar nuevas intervenciones. Los testimonios ayudan a comprender la importancia de la donación de órganos. El caso de los casi 3 mil pacientes renales que se dializan y necesitan un riñón es el ejemplo principal. Aquí un repaso a la actualidad del tema en el país a propósito de la semana del Trasplante que concluye en la fecha.
“Volví a nacer, puedo disfrutar de mi familia y mi seres
queridos, verle crecer a mis hijos y acompañarles como papá y llevar una vida
casi normal”, cuenta Alberto López que desde hace casi 3 años tiene un nuevo
corazón.
Hoy recuerda aquel día en que fue a pedirle a la beata Chiquitunga
por su salud y en la pronunciada rampa de salida del oratorio sufrió un
desvanecimiento. “Me dio un paro cardíaco y el cardiodesfribilador que tenía me
dio como 4 shocks eléctricos… me llevaron al San Jorge, donde me estaban
esperando, me asistieron y me pude recuperar.
Estaba al borde de la muerte, los médicos que me trataron
hicieron un trabajo fabuloso, me asistieron muchísimo con mucha fe y esperanza
en Dios y la virgen.
En ese momento era inalcanzable y tal es así que se hizo una campaña “Corazón para Papá Alberto” que tomó dimensión nacional… hasta que apareció una familia que me donó el corazón haciéndome un regalo maravilloso… Me devolvieron la vida”.
Lo hace agradeciendo a su “ángel donante” y pidiendo a la
gente que tome conciencia del inconmensurable valor de la donación de órganos.
Concluye hoy 11/7 la Semana del Trasplante, por ello
estuvo el Palacio de López iluminado de verde, en virtud de que el
9 de julio de 1996 se hiciera el primer reemplazo cardíaco gracias al gesto de
Marco Aurelio Aguayo Rodríguez, primer donante cadavérico.
Desde entonces esa fecha es conmemorada como el “Día
Nacional del Trasplante”, en una actividad que fue creciendo hasta la llegada
de la Pandemia del Coronavirus que la frenó de manera intempestiva.
En el 2019 se hicieron unos 200 trasplantes; en 2020 las
intervenciones se redujeron a menos de un centenar, en tanto que este año
apenas se hicieron unas 40.
Gustavo Melgarejo es el director del Instituto de Ablaciones
y Trasplantes (Inat) y centra sus esperanzas en que la vacunación anti Covid 19
ayude a retomar el buen ritmo que se venía teniendo.
Nelson Arellano, es cirujano especializado en trasplantes y
resume la situación en una frase: “Estamos en punto muerto, hay poca donación y
no pudimos hacer ningún trasplante de hígado”, relata. “Seguimos evaluando los
pacientes para probables trasplantes, los ponemos en lista de espera, tenemos
esperanza en que la vacunación ayude”, dice.
Este año se lanzó la campaña “Hablemos del trasplante. Compartamos el mensaje de la esperanza” como manera de reactivar la donación de órganos que sufrió una extraña retracción.
La “ley Anita” establece que todo ciudadano paraguayo es
donante en tanto no manifieste oposición por escrito y en caso de menores de
edad sólo con autorización de los padres.
A pesar de ello, la gente sigue siendo reticente a este
hecho solidario en gran medida por el miedo que el flagelo del tráfico de
órganos instala en la población, situación difícil de superar en el imaginario
popular, aunque los especialistas aseguren que es muy difícil de practicar a
gran escala como se presume.
Cambio de paradigmas
Melgarejo considera que se hace necesario que el sistema
público de Salud “priorice el trasplante”.
Lo explica con los enfermos renales, el desgaste que
significa el proceso de diálisis, para el paciente, para su familia, para las
arcas públicas.
Más de 2800 personas se dializan en el país y en lista de
espera para trasplantes hay sólo 52 pacientes.
“Tuvimos una reunión con pacientes de diferentes hospitales
para hablar sobre el acceso a los trasplantes. Queremos que Salud instaure que
sea prioridad para los enfermos renales porque tiene muchos beneficios para el
paciente, como una menor restricción alimentaria y para todo el sistema es más
barato sostener un trasplantado”, expuso.
Sostiene a su vez que es importante trabajar en la formación
de los médicos tratantes, ya que “nunca se priorizó el trasplante como tal, hay
pacientes que hace 5 o 7 años que están en diálisis y el propio profesional de
la salud no le recomienda.
Por eso insistimos en tener una red de coordinación hospitalaria donde los médicos sean parte del proceso, para garantizar tanto las condiciones médicas como tecnológicas.
Tenemos que cambiar la política, hay gente en el interior
que tiene que venir de lejos para la diálisis, con el consiguiente desarraigo
social, y económico”, relata.
Cuenta Liz Mariela Galeano: “Mi hijo es trasplantado. A los
10 años le habían detectado una enfermedad de base: síndrome nefrótico. Hizo el
tratamiento con Marlene Martínez Pico que fue su nefróloga, hasta que llegó a
una insuficiencia renal crónica…habíamos ido a Argentina en busca de estudios,
somos del interior, de Santaní”
Hace 4 años que Pablo Sebastián Ibarra Galeano, que hoy
tiene 18 años, recibió un trasplante de riñón. “Prácticamente volvió a nacer,
porque él tenía que estar conectado a una máquina de diálisis, día de por medio
viajábamos al Hospital Central del IPS. Nuestra vida fue un caos, se tenía que
conectar 4 horas todos los martes jueves y sábado”, recordó.
Estuvo durante 1 año y 11 meses conectado a la máquina,
viajando 150 kilómetros día de por medio. “El sacrificio era enorme, él estaba
dializándose de 6 a 10 y luego volvíamos a casa. Llevaba una vida muy triste
porque no tenía tiempo para estar compartiendo con sus amigos o compañeros de
Colegio“.
Gracias a su nuevo riñón hoy “lleva una vida normal, terminó
sus estudios y luego pasó al probatorio de la universidad, ingresó y está
siguiendo, culminando el primer año de administración de empresas. Quiero
agradecer a las personas que estuvieron apoyándonos, no fue fácil, pero tampoco
imposible.
Quiero dar un mensaje de donar órganos es salvar vidas, no
dejemos que vayan al cielo, dejemos que queden en la tierra para ir dando mejor
calidad de vida a personas que están en lista de espera y los aguardan con
ganas de seguir viviendo”, pidió la agradecida madre.
Basílica Mora es la mamá de Doris Bobadilla, una niña
trasplantada de riñón. “Nos cambió la vida, todo gracias a una persona que
pensó en los demás. Estamos muy agradecidos, muy contentos, muy felices, donar
órganos es salvar vidas.
Con la diálisis era muy difícil para ella y para todos, porque la familia sufre cada día por su familiar dializado, una persona trasplantada es una luz en medio de la oscuridad que hace que la familia vuelva a creer y a tener esperanza que ese familiar tenga un estilo de vida mejor, saludable, feliz, porque cuando alguien te dona, te da un pedacito de su ser
Estamos agradecidos con los médicos especializados que con
mucho amor ayudan a sobrellevar esta vida de trasplantada”, comentó.
Lenta recuperación
La gente está volviendo a anotarse, lentamente, ya hay 126 esperando
córneas, 5 por hígados, 6 por corazones, cuenta Melgarejo sobre la lista de
eventuales receptores del Inat.
“Necesitamos que el trasplante sea priorizado porque se
entiende que por la pandemia los hospitales trasplantadores se volvieron centros
de referencia para Covid, lo que dificulta el procedimiento por los
requerimientos que demanda este tipo de cirugía. Hay hospitales que suspendieron
porque había muchos contagios pero la llegada de las vacunas puede mejorar el
acceso, porque por la pandemia muchos pacientes no fueron al hospital no pudieron
terminar sus estudios”, expuso.
Recordó también que el Inat “no tuvo desabastecimiento
porque hicimos compras paralelas a nivel local e internacional, y así podemos proveer
gratuitamente la inmunosupresión que significan unos 4 a 6 millones por
paciente. Esto nos hace sentir bien, este esfuerzo tiene sus premio si es que
más gente accede”, indicó.
Agradeció especialmente a sus colegas del Hospital Garraham
de Buenos Aires, Argentina, “por lo que hicieron por niños sin ningún tipo de
condicionamientos.
Expuso luego sobre la importancia de ir fortaleciendo
presupuestariamente estos sistemas porque las operaciones son onerosas, un
trasplante de médula tiene un costo de 200 mil dólares, conseguir un órgano
compatible a nivel internacional puede costar entre 10 y 40 mil dólares,
comentó.
Víctor Guarié tiene 52 años y fue trasplantado de corazón: “La importancia lo valioso y lo
milagroso de una donación de órganos que produce en una familia, es volver a
dar vida a una persona y por intermedio de esa persona a toda una familia que
disfruta de la vida. Doy gracias a Dios por este “Ángel donante” y por todos
los profesionales que hicieron posible el trasplante de corazón realizado en mi
persona aquel 27 de marzo del 2019 gracias al equipo del Hospital San Jorge”.
Lo hace más claro Alberto López: “Puedo contar que al poco
tiempo tuve la oportunidad de participar de una correcaminata de 5 Km por la
donación de órganos “Se un héroe” y participé de otra “Mi corazón corre” y fue increíble.
Jamás creí que podía pasar por eso, me sentí súper bien, corrimos de a dos, mi
ángel donante y yo”.
Jorge Zárate
Una cirugía especial
En abril pasado se realizó por primera vez en el país un
injerto de membrana amniótica criopreservada en un paciente de 21 años que
había sufrido una quemadura en el ojo.
Fue en la Fundación Banco de Ojos Fernando Oca del Valle en
coordinación con el banco de tejidos del Centro de Quemaduras y Cirugías
Reconstructivas (Cenquer), que es el establecimiento de salud encargado de la
captación, el procesamiento y la conservación de membrana amniótica.
Elsa Escalante, coordinadora nacional de Trasplante, recordó
que la membrana amniótica se obtiene de la donación que tras el parto hacen las
mujeres embarazadas de la placenta.
Luego, mediante un proceso de análisis microscópico y
biológico, se separa la membrana amniótica,que se usa en distintos
procedimientos clínicos, debido a sus propiedades regenerativas como ser
quemaduras, curaciones de pie diabético, úlceras venosas o heridas de difícil
recuperación.
Quienes quieran acceder a este tipo de cirugía pueden
contactar a Elsa Escalante al 0983664084.
Continuidad
El Hospital de Clínicas celebró que pese a la pandemia del
COVID-19 pudo seguir realizando trasplantes de órganos y tejidos.
“Dentro de la
institución la realización de estos procedimientos marcan un hito en la
medicina ya que van avanzando con los trasplantes de órganos como los
hepáticos, al igual que con la criopreservación que sirve para las tomas de
arterias, tejidos, piel, válvulas cardíacas, venas, entre otros. Con la
pandemia los trasplantes se vieron limitados debido a todos los procesos y
protocolos que debían ser adaptados para evitar contagios de COVID-19, pese a
eso el Hospital de Clínicas estuvo bajo un riguroso control en cuanto a los
probables donantes cadavéricos, así como a los donantes vivos”, explicó Agustín
Saldívar, jefe del Departamento de Trasplantes del Hospital de Clínicas.
Los trasplantes tienen costos elevados, en promedio de 500 a
600 millones por cada trasplante de células progenitoras.
El Programa de Trasplantes de Órganos y Tejidos de la
FCM-UNA y el Hospital de Clínicas desde su reactivación en el 2014 lleva
realizado hasta la fecha un total de: 126 trasplantes renales adultos, 8
trasplantes renales pediátricos, 12 trasplantes hepáticos adultos, 12
trasplantes de médula ósea en adultos, 10 trasplantes de médula ósea en niños,
20 trasplantes de córneas, 2 trasplantes de corazón pediátricos y más de 20
procedimientos de implantes de huesos y tejidos.
El Ministerio de Salud, a través del INAT, el organismo
oficial que coordina y lleva adelante los procesos de donación de órganos para
trasplante. El trasplante de órganos y tejidos puede hacerse con donantes vivos
o cadavéricos. En este caso, en todo momento el cuerpo del donante, después de
la muerte encefálica (pérdida total e irreversible de las funciones cerebrales)
o por paro cardiaco; “es tratado con la máxima consideración y respeto,
incluyendo la cirugía de extracción de los órganos y tejidos por tratarse de un
acto voluntario, desinteresado y solidario con uno mismo, con su familia y con
toda la sociedad”.
La ablación de órganos y tejidos con fines de trasplante de
una persona viva solo estará permitida en mayores de 18 años, quienes podrán
autorizarlas en caso de que el receptor sea su pariente consanguíneo o por
adopción hasta el cuarto grado, o su cónyuge o una persona que sin ser su
cónyuge conviva con él por no menos de tres años en forma inmediata, continua e
ininterrumpida.
Links
226304-HistoriadelTransplantedeOrganosenelParaguay.pdf
(mspbs.gov.py)
Diario
HOY | INAT emite credencial a personas trasplantadas para vacunas anticovid
Diario
HOY | Paciente trasplantado renal venció al Covid y recibió su alta médica
La
Nación / Paraguay realizó el cuarto trasplante de corazón durante la pandemia
(lanacion.com.py)
La
Nación / Palacio de López viste de verde por semana del trasplante
(lanacion.com.py)
Instituto
de Previsión Social (IPS) - Portal Paraguay
La
Nación / En 9 años Paraguay realizó 940 trasplantes de órganos
(lanacion.com.py)
Escenario
difícil para trasplantes a causa de la pandemia por covid-19 - Nacionales - ABC
ColorLa
Nación / Día Nacional del Trasplante: Clínicas no paró de realizar trasplantes
de órganos y tejidos (lanacion.com.py)
Diario
HOY | El trasplante: la mejor opción de vida para muchos
Joven
fue beneficiado con primer trasplante de membrana amniótica en Paraguay
(ultimahora.com)
Instan
a expresar voluntad de ser donantes de órganos - Nacionales - ABC Color
España
lidera un encuentro sobre acceso a trasplantes (consalud.es)
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