Se donan pocos órganos en el país, es una verdad, pero también es cierto que el sistema público de salud requiere de acciones para promover el gesto de parte de parientes y allegados, de médicos especializados que hagan seguimiento de los casos y ayuden a concretar las donaciones para aumentar la cantidad de trasplantes. Algo importante para recordar hoy 12 de setiembre, Día Nacional del Donante de Órganos y Tejidos, conmemorando el aniversario del fallecimiento del médico Marco Aurelio Aguayo Rodríguez, primer donante de riñones y las córneas en el país.
“La principal
política pública que se necesita es que cada hospital que tiene una cama de
Terapia Intensiva (UTI) tenga un coordinador hospitalario de trasplantes”, dice
Elsa Escalante, que cumple esa función en el Hospital Central del Instituto de
Previsión Social (IPS). “No se puede
concebir que estemos todavía haciendo captación pasiva, la búsqueda tiene que
ser activa, a eso tenemos que apuntar”, reclama.
En coincidencia dice Angélica Torres, del Instituto de Ablaciones
y Trasplantes (INAT) “Sería muy positivo que logremos formación de más médicos
en coordinación hospitalaria de trasplantes en Ciudad del Este, Encarnación, Coronel
Oviedo, que constantemente notifican vía telefónica de pacientes como posibles
donantes que necesitan muchos cuidados, monitoreo, vigilancia de cercanía para
llegar al éxito. Tenemos que cuidar al paciente y garantizar al que recibirá,
órganos en muy buen estado”, apuntó.
Torres es médica intensivista y se especializó en la
coordinación hospitalaria: “Somos 6 médicos, es un trabajo de equipo, que
hacemos el proceso de evaluación y el acompañamiento del posible donante de
órgano, cuidarlo hasta que luego de una serie de pruebas se pueda proceder. Hay
que tener en cuenta que es un fallecido que tenemos que tener en la mejor
condición posible para que se realice la ablación (La extracción de los
órganos)”.
Explica que en ese sentido el Inat vino trabajando con las
direcciones de las diferentes regiones sanitarias “para promover que por lo
menos en los hospitales de referencia pueda existir un consultorio de
seguimiento para los pacientes que necesiten ingresar a una lista de espera. Hoy,
el cardiólogo o nefrólogo de cabecera, lo tiene que llevar a Asunción y allí
ser registrado a la lista de espera, pero eso se podría trasladar a los
hospitales de referencia de modo a que el acceso sea más llevadero para las
personas, es una propuesta de trabajo”, recuerda.
Resume Escalante: “Se necesita es instalar una política
sanitaria que determine que cada hospital que tiene una cama de terapia
intensiva tenga un coordinador hospitalario”.
Más médicos coordinadores que hagan la tarea del acompañamiento
familiar y que haya especializaciones en niños donantes, que puedan mantener
una entrevista familiar con padres y tutores para solicitar la autorización y
facilitar el paso trascendental.
Volver a empezar
La pandemia del Coronavirus provocó “un descenso brutal de
la tasa de donantes que se traduce a una baja de los trasplantes en un 80%”,
comentó Escalante.
Por eso, el desafío es recuperar la tasa de 3,5 donantes por
millón de habitantes que se alcanzó en el 2019 y que, durante el año pasado, en
plena pandemia, cayó a un 0,8 donante por millón sin que hasta el momento los
números del presente año hayan mejorado mucho.
Todo puede mejorar, es cuestión de aplicarse porque la
situación de más de 2.800 pacientes renales que podrían eventualmente necesitar
un trasplante que les mejore la calidad de vida es una realidad insoslayable.
Ante la situación del paciente renal crónico lo importante
es “que el médico le ofrezca un tratamiento que incluye el trasplante, porque
la diálisis es desgastante para el paciente y para la familia. Sufre
infecciones asociadas que le van deteriorando su estado, que todo paciente
tenga como primera opción el trasplante, desde estar en el chip y en la memoria
de cada uno de los médicos tratantes”, dice imaginando un escenario futuro.
Vale señalar que el trasplante reduce los costos sanitarios
ya que es más económico generar un trasplante renal que continuar con la
diálisis.
Sigue explicando Elsa que “en el 2016 cuando comencé, el principal
problema era que el médico que tiene un paciente fallecido que reúne
características de ser donante, no crea un vínculo o un empoderamiento,
entonces, ve al fallecido como una carga y dice “no quiero hablar con la
familia”, es un preconcepto que el médico tiene”.
Pero hay un proceso para ir educando a través de “constantes
capacitaciones en los residentes, de manera que el médico tiene instalado que
su función no termina con notificar un posible donante sino que incluye un
acompañamiento porque ese potencial donante es el paciente más importante de la
sala de terapia intensiva”, dice sobre las acciones.
Elsa Escalante |
Torres recuerda que la ley Anita (6170) nos permitió poner en la ciudadanía ese pensar en la donación de órganos como gesto de solidaridad, altruismo, amor, más allá de las creencias religiosas o culturales. Hizo que la ciudadanía lo converse” apoyando la idea de proseguir con la educación.
Recuerda que el Inat trabajó con el Ministerio de Educación
(MEC) para que el tema sea introducido en la escuela principalmente. Creemos
que la educación como en todo será la impulsora de mejoras en lo que hace a la
donación, es un proceso, es la semillita que dejaremos en el jardín y se verán
los resultados de aquí a un tiempo”, indicó.
Realidad
Torres recuerda que los equipos quirúrgicos abocados a la
ablación y trasplantes de órganos no son muchos y las instituciones habilitadas
con los equipamientos de Terapia Intensiva que se necesitan son pocos: El
Instituto de Cardiología “Juan Cattoni” y el hospital San Jorge, para los
cardíacos. Los renales en el Hospital de Clínicas o en el IPS Central, y, si
fueran niños, en el Acosta Ñu, tanto renales como cirugías cardíacas.
Necesitamos ampliar la cantidad de gente especializada para trasplantes y esto
está relacionado a ampliar los presupuestos”, apuntó.
El Inat tiene un presupuesto de 4500 millones de guaraníes
con los que debe asistir los trasplantes, cardiacos, renales, de tejidos y
huesos, de médula ósea, etc, más el mantenimiento posterior.
Si se tiene en cuenta que un trasplante de médula puede
costar 800 millones de guaraníes y que unas 500 personas que reciben
medicamentos antirechazo que tienen costos de 5 a 8 millones mensuales para
cada paciente, caemos en la cuenta que resulta insuficiente.
“Anoche (por el 9/9 pasado) hubo operativo donde se hizo
ablación de 2 riñones, corneas, piel y hueso trabajaron 25 personas, pero
siempre son como mínimo 4 personas y esto conlleva el previo, la ablación y el
post”, comentó para dar una idea de la complejidad y la cantidad de
profesionales que involucra.
Por cuestiones epidemiológicas los trasplantes disminuyeron
pero los médicos se adaptaron a las normas sanitarias siguiendo protocolos
estrictos, ajustados a estándares internacionales para dar garantía. Este
protocolo se aplica a todos quienes esperan un trasplante como así también al
equipo médico que interviene en el proceso.
A la fecha en el país hay, 149 ciudadanos están esperando
donantes de córnea; 54, un riñón; 6, un corazón; y 5 un hígado, entendiendo que
estos números son dinámicos, pues cada día un paciente se suma a la lista.
Angélica Torres |
Desde el Inat indicaron que se precisan huesos (tejido óseo) para pacientes con defectos óseos, a causa de pérdidas traumáticas o por situación de algún cáncer. Además se requiere membrana amniótica, una innovación tecnológica sobre todo para pacientes que sufrieron quemaduras graves y/o lesiones oculares.
Dice Angélica: “Hay un mensaje a transmitir, dejando instalada
la invitación a conversar en familia y amigos lo que implica ser donante, como gesto
solidario, altruista, que puede dar nueva oportunidad de vida para mucha gente,
para la que la única alternativa es justamente un trasplante, el decir, la
donación en un momento de pérdida tan doloroso como lo es la pérdida de un
familiar, se traduce en un reconforto cuando dicen sí, queremos la donación de
órganos”.
Jorge Zárate
Un acto de amor
Meliza Arévalos tuvo el año pasado un momento esencial en su
vida: “Mi hijo se llamaba Enzo Fleitas Arevalos. Tuvo un golpe interno en la
rodilla derecha y a partir de ese golpe despertó una bacteria que estaba
dormida en su sangre. Este Estafilococos Aureus le produjo un infección generalizada
que le produjo tres paros cardíacos que superó, -eso fue un sábado- y el lunes
se le amputó su pierna derecha; superó la cirugía”, comenzó contando a La
Nación.
Meliza y Enzo |
“Estaba bien, evolucionando y luego se curó todo y en un mes
y doce días, quince días, estuvo bien y luego tuvo secuelas por culpa de la
bacteria, tuvo secuelas en el cerebro, derrame cerebral y eso fue lo que le
llevó a él. Después, me dieron la noticia que faltaban horas o días para que
pare su corazón”, siguió narrando.
“Ahí fue cuando vino junto a mí la doctora Elsa Escalante y
me preguntó si yo estaba dispuesta a donar las córneas y sin dudar le dije que sí.
Me preguntó porque tuve el pensamiento porque la gente no quiere donar los órganos
de los familiares y le dije que si no se dona pienso que se va a ir todo bajo
la tierra y no va a ser de ayuda para nadie”, contó Meliza.
“Decidí donar para otros niños que necesitaban, las
analizaron y funcionaron, me avisaron que se les dio a dos criaturas gracias a
eso. Cuando a mí me dieron la noticia estuve muy feliz como si fuera que mi
corazón tuvo allí un alivio, un respiro, algo increíble es lo que sentí cuando
me dijeron que las córneas de mi hijo funcionaron… Así le pude dar brillo a la
vista de dos criaturas y estoy muy feliz por eso”, dice emocionada.
Enzo estuvo un mes y 17 días en el IPS Central donde falleció
el 28 de noviembre de 2020.
“Quiero decir que la doctora Elsa me explicó cómo se le iba a extraer, me explicó que no le iba a quedar ninguna cicatriz, la gente piensa que se le va a jugar todo a sus familiares cuando se les quita los órganos para donar y eso no es así. Quiero incentivar con mi historia a las mamis para que donen los órganos y no lo piensen dos veces porque es salvar vidas”, concluyó.
Un Tour por la ciudad
El Instituto de Ablación y Trasplante (INAT) ofrece para hoy
12/9 a partir de las 16:00 hs, un recorrido en Open Bus por la ciudad, gratuito
para todas aquellas personas que tengan “Carnet de Donantes” de sangre, órganos
y/o médula.
La actividad “Yo Amo Asu” incluye un recorrido en el que se
visitan espacios gastronómicos, históricos y culturales de la “Madre de
Ciudades” partiendo desde el Shopping del Sol.
Para anotarse hay que inscribirse a través de la plataforma
PASSLINE, ingresando al siguiente enlace www.passline.com. Una vez en la
página, dar click en Paraguay, y luego buscar la opción “City Tour Yo amo Asu
Open Bus 5ta Semana, 12 de septiembre a las 16 horas, entrada liberada”.
“La donación es una
forma de multiplicar el amor. La actividad es para reconocer a las personas que
expresan su decisión de ayudar a alguien, después de partir. Deseamos premiar
su solidaridad y la de sus familiares, que promueven y respetan este deseo
llegado el momento”, dijo Elsa Escalante del INAT.
Mencionaron que también entregarán remeras con frases
emotivas haciendo alusión a esta fecha. Los participantes recorrerán la ciudad,
desde los open bus, con remeras con frases como: soy feliz porque soy donante;
soy donante y te lo hago saber; y amo la vida por lo que te invito a ser
donante.
Gustavo Melgarejo, titular del Inat lo explicó así: “Queremos
que las personas hablen con sus familiares y les compartan la decisión de ser
donantes. El objetivo de esta campaña es que esta postura sea respetada, más
allá del credo, religión o cualquier mito”.
La actividad es posible gracias a un trabajo conjunto del Inat con la dirección de Cultura y Turismo de la Municipalidad de Asunción.
Córneas
Todo el mundo puede ser donante de córneas de los 2 a los 89
años, aunque los requisitos para ser donante son poco conocidos y mucho menos restrictivos
de lo que se puede pensar.
Cuando una persona se plantea la posibilidad de ser donante,
lo primero que tiene que hacer, y lo más importante, es comunicar su decisión a
la familia y los amigos más cercanos. Ellos serán los primeros a los que el
coordinador de trasplantes, el encargado de hacer posible las donaciones en los
centros hospitalarios, abordará la posibilidad de la donación después de la
muerte.
Las condiciones clínicas en el momento de la muerte
determinarán si los tejidos son válidos para el trasplante. Contrariamente a lo
que se puede creer, tener miopía, astigmatismo, hipermetropía, o haber sido
operado de cataratas, no impide que las córneas sean viables para un
trasplante. Tampoco haber sufrido un cáncer. Sólo se rechazan las donaciones de
las personas que padecen enfermedades hematológicas y de las que tienen
serologías positivas para hepatitis B, hepatitis C o sida, entre otros.
El Hospital Central de IPS es el único con una Coordinación
Hospitalaria de trasplantes, en la que; el procurador de órganos y tejidos
realiza una búsqueda activa de donantes, esto incluye no solo recorrida por las
áreas críticas donde se encuentran los posibles donantes, sino también el
abordaje a una familia en situación de pérdida, para que respeten la voluntad
de su ser querido fallecido y así convertirlo en donante, permitiendo mejorar
la calidad de vida de muchas personas que esperan un trasplante.
La previsional informó que el programa inició en el año 2010
con 1 trasplante de córnea, en el año 2011 con 2 trasplantes de córneas y ya
desde el año 2012 en adelante se lograba mayor número de trasplantes por año llegando
incluso en el 2018 a una lista cero de espera.
El objetivo de implementar un plan de acción para aumentar
el número de donantes se basa principalmente en conseguir la autosuficiencia de
córneas a nivel hospitalario y por ende a nivel nacional, mediante la promoción
a nivel de la población y más específicamente a nivel de los profesionales, de
modo que se entienda la importancia de la donación de tejidos y en particular
de córneas y dar pie e impulso a otros tipos de donantes como ser el Donante
Multi Órganos, que más allá de donar tejido corneal y/ óseo; puede ser donante
de Corazón, riñones, hígado; por dar un ejemplo
Para algunas personas que han perdido la visión, el
trasplante de córnea es la única alternativa de recuperarla y En los últimos
años el número de pacientes que se someten a un trasplante de córnea en
Paraguay ha ido en un aumento paulatino, por ello la donación es un acto
heroico. Este hecho por sí sólo puede devolver la vista a una o dos personas
que necesitan.
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