12 de junio de 2022

Feria de Antigüedades en la Vieja Estación, un viaje en el tiempo a través de los objetos


Es lo que propone el encuentro de coleccionistas en el espacio que durante más de un siglo fuera el corazón de Asunción. Quizá muchos de estos objetos llegaron al país en un tren que se detuvo frente a un gentío ruidoso y en apuros como sugiere el entorno. El encuentro, que está previsto se siga desarrollando en el primer sábado de cada mes de este 2022, es una invitación a disfrutar además, de artes plásticas, música en vivo y gastronomía muy especial. Quedan invitados.

Una manera de iluminar el Centro Histórico resultó este evento necesario que surgió en este proceso de postpandemia. Clarita Alarcón, su organizadora recuerda: “Nuestra Feria está enfocada a las antigüedades y el 70 % de nuestros feriantes son dedicados a ese rubro; ya sea para el coleccionismo, compra venta , decoración, restauración”, apunta.

Y para vestirla de atractivos visuales y musicales, “artistas plásticos, músicos, tangueros , bailarines, ajedrecistas, concurren generando un mix que le da color e identidad para convertirla en una muestra de las que existen en muchas partes del mundo”, dice la emprendedora que es dueña del Cafe Club Antique Reina Bohemia.

A partir de las 10, todo aquel que salió a “Palmear”, puede concluir o iniciar su sábado dándose una vuelta por el espacio que permanece abierto hasta las 18 ofreciendo también buen café, gastronomía al paso, pizzas caseras y cervezas artesanales, por citar alguna de las especialidades que se pueden degustar en un entorno lleno de recuerdos como lo es la sede del Ferrocarril Carlos Antonio López.

La Vieja Estación que preside la Plaza Uruguaya es el escenario donde se despliegan los stands de los anticuarios.

Apenas al cruzar el antiguo portal está el puesto de Juan Obregón que tiene una muestra especial de autos a escala. “Los comencé a vender en mi local de Capiatá y anduvieron muy bien, después fui consiguiendo autos más antiguos y ahora tengo en oferta unos 1500 de los que aquí hacemos una pequeña muestra”, cuenta.

Sin embargo Juan se especializa en los vasos de cerveza, de los que tiene una buena cantidad en exhibición. “La gente los busca y los de los lugares más extraños o lejanos son los más valiosos”.

Lo confirma en su puesto Teresita Galarza comentando que “lo que más se está buscando ahora son las antiguas manijas de cervezas nacionales, son muy requeridas e, increíblemente la gente las conserva, sabemos que hay muchas”. Llaveros, botellas antiguas, ceniceros y otros objetos la acompañan

Graciela Sanguinetti exhibe una radio de una tradicional marca holandesa que tiene por lo menos 100 años, es a válvulas y sigue funcionando. Nos cuenta que se la puede comprar por 800 mil guaraníes. Su puesto, que tiene ocasionalmente de fondo al coche de pasajeros que es parte del museo permanente, ayuda a imaginar a alguien cargando el antiguo baúl en el que se apoyan otros objetos que quizá arribaron al país en uno como él.

Relojes, candelabros, juegos de mesa europeos en su mayoría, objetos que hablan de la inmigración, elemento clave en la población de América Latina en los finales del siglo XIX y comienzos del XX. 

Un caballo de calesita de increíble acabado hace pensar en risas y sortijas mágicas de una niñez que se activará en los recuerdos que evoca el encontrarlo alló.

Recorriendo el pasillo, en otro puesto está Viviana Franco que se confiesa feriante por primera vez: “Demasiado compré así que decidí ponerme a vender un poco porque ya no tengo lugar en mi casa”, dice dejando escapar la sonrisa al barbijo de prevención que nos recuerda que la pandemia del coronavirus todavía no se fue.

A su lado, Pedro Mongelós, el ebanista, muestra sus trabajos de restauración de muebles antiguos, y cuenta cómo se hace para volver a la vida a algunos muebles que cruzaron los mares para llegar a estas tierras y otros que ya nacieron por aquí de la mano de maestros que fueron aprendiendo el difícil arte de ensamblar las maderas, de lustrarlas con precisión para convertirlas en refugio de objetos de aprecio como algunos que se ven en el recorrido.  “Soy artista plástico y se sabe lo que cuesta vivir del arte en nuestro país. Creo que esta es una manera de ejercer el oficio de otra manera”, explica.

Mirna González y Luli Vidal dicen que es posible una alternativa para aquellas personas que desean vender algún objeto que consideran es tiempo de que vaya a otras manos. “Hay personas que nos acercan sus cosas para vender, coleccionistas que ya no tienen lugar generalmente. Vienen hasta nosotras aquí en el puesto y los ponen a la venta, ayudamos de esa manera”, comentan. Hay allí un juego de cristales que se oferta por 500 mil guaraníes que asombra por su acabado, su transparencia.

En distintos puestos hay ladrillos, simbólicos, históricos, como uno que fuera de la casa del obispo Gregorio Urbieta o tejas francesas que se trajeron para decorar las casas de la naciente burguesía comercial. También baldosas de cerámicas, también francesas, que adornaron salas de prestigio ya demolidas.

Marcos, a secas, vende balas de las guerras de la Triple Alianza y del Chaco. Las primeras de plomo, casi esféricas, a veces deformadas por el impacto; las segundas de aleaciones y formas perfeccionadas, cónicas, penetrantes, que hacen reflexionar sobre la habilidad de matar siempre en evolución en el extraño ser humano. 

Christian Jara muestra muñecas de colección, y una caja especial que contiene tres Barbies vestidas de dama antigua y que representan a las tres mujeres que marcaron la vida del Mariscal López a saber: Juana Pesoa, Elisa Lynch y Pancha Garmendia. “Es algo que alguien confeccionó para el Bicentenario”, cuenta el anticuario.

Donde se recomienda quedarse y mirar detenidamente es en el puesto de María Teresa Venialgo. Sobre todo en su colección de monedas y billetes antiguos de nuestro país.

Algunos raros, como el que hizo confeccionar Bernardino Caballero para celebrar su gestión de gobierno, también un ejemplar del primer guaraní, los tamaños diversos de las monedas que se sucedieron, hasta los antiguos boletos del tranvía.

“Somos de la sociedad del Mercado de Pulgas que durante años estuvimos en la vereda frente a La Riojana. Ahora los de Nueva Americana no nos dejan estar así que vamos a acompañar esta Feria que se pone linda”, dice. 

Gustavo Alcaraz exhibe un fuelle de odontología del 1800, un artefacto antecendente de los compresores de aire que hoy se usan para librar de saliva la boca de los pacientes. “Es increíble muchas veces la tecnología del pasado, hay cosas de mucha complejidad como los autómatas por ejemplo, que pueden verse en algunos campanarios europeos”, dice exhibiendo los objetos que trajo a la muestra. “Cada vez que puedo salgo del negocio, estuvimos también en la Feria el Garage de los Abuelos frente al Club Nanawa, hacia Lillo”, cuenta.

La Feria de Antigüedades de la Vieja Estación reúne no sólo a coleccionistas, está abierta a las visitas de todo público todos los primeros sábados de cada mes y vale consignar que fue declarada de interés cultural por la Secretaría de Cultura (SNC).

“Y además  de todo lo que se puede ver, adquirir y disfrutar, también vamos a tener la clase abierta de tango con la profesora Mercedes Ballena con milonguita y bailes tradicionales paraguayos y también muy buenos músicos encargados de dar ambiente a nuestra feria bohemia”, apunta Clarita.

De hecho amenizaron la tarde el dúo de bajo y saxofón de Cala Del Puerto y Pepino Rodríguez, haciendo estándares de jazz y temas propios y la banda de Roque de Pablo y Nelly Barberi con temas tradicionales latinoamericanos en un cuidado ensamble de instrumentos clásicos con latinoamericanos que encontró el buen nombre de “La Tocatta”. 

Otra curiosidad del evento es que se lo puede recorrer acompañado de mascotas ya que es “Pet Friendly”, amigable con los bichitos de compañía en su traducción.

“La idea es disfrutar del gusto por lo antiguo, vintage, estilos retro futuristas, Coleccionismo,  creaciones artesanales. Tendremos en estas ferias estacionamiento privado  a costo razonable  para todos nuestros visitantes  en los talleres del Ferrocarril con ingreso sobre Manuel Gondra 2300, detrás de la estación. Con el esfuerzo y apoyo de la Fepasa y todos en conjunto, esperamos  sostener esta actividad al menos una vez al mes”, concluyó.

Jorge Zárate

Expositores

La Feria ya logró reunir un buen número de expositores, entre ellos: Café Club Antique Reina Bohemia; Imaguaré Decó; Hotel de Antigüedades; Los Galos Antigüedades; El Coleccionista; Chichi y Rolo Antiques; Usos Cotidianos; Gustavo Alcaraz; ConcepArt, taller de Arte; Chateau d'antiques; Pop Art; ReciclArt; Creaciones Originales; Loretto Arte; Florencía Vasquez Mansilla; Pablo Medina Cushmanich; Arte popular; Yerba Orgánica; Luis Verón; Chill Out Beer; Residentas Craft Beer; El puesto de la bruja; Los ajedrecistas; El abuelo de Gepetto; Delicias Artesanales; La Peregrina food, Drinks and Coffee; Pizza Bohemia; Milonga Clandestina; Mesa Tanguerisima; “y muchas personas  que venden sus objetos antiguos de modo particular”, según comentó Clarita Alarcón, su organizadora.  

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