20 de octubre de 2025

Talladores de Altos, creativos y resistentes artesanos de la madera





  

Una especialidad que tiene gran reconocimiento en el país y entre los turistas extranjeros es la talla en madera que tiene en esta bella ciudad del departamento de Cordillera, a reconocidos artesanos en la materia. Piden que se incentive el turismo para dar mayor oportunidad de exhibir sus creaciones. Aquí un recorrido por sus vidas y obras.  

El colorido invita a quedarse en la esquina de la casa taller de José Escobar, el primer sitio al que se accede trepando la ruta desde San Bernardino. Principalmente loros y guacamayos, pero también mainumbys y otros pajarillos destacan colgados. También, ya en una mesa, están dispuestos algunos pomberos, las chiperas, los músicos y las populares tallas de Luis Alberto del Paraná. 

“A la gente le gustan por suerte”, dice José y abre una sonrisa para contar que comenzó en este ofició allá en su Itaguazu natal siguiendo el ejemplo de su padre.

La compañía de Altos, famosa por las festividades de San Pedro y San Pablo que se desarrollan entre el 28 y 30 de junio y congrega una verdadera multitud que disfruta de los Kamba Ra´anga, los hombres que se disfrazan usando máscaras.

 “Mi papá tallaba máscaras para la fiesta, aunque en realidad ya mi abuelo lo hacía”, dice el artesano que cumpliendo una tradición familiar continuó la herencia en su hijo José Gabriel al que se ve trabajando en el taller.

Cuenta que en ese entonces las máscaras se hacían sólo para la fiesta y que no se pensaba en comercializarlas. “Cuando alcancé los 13 años ya las hacía bien, imitando a mi hermano mayor y a mi papá y me decía que algún día las iba vender”

José Escobar

 Cuando tuvo 20 cargó unas cuantas en un bolso y se fue a un negocio cerca del Mercado 4 en Asunción y consiguió vender unas pocas.

Cuenta que fue el reconocido ambientalista Oscar Rivas, quien lo alentó en la tarea. “Fui a trabajar con él como secretario y lo invité a la fiesta de Itaguazú y le gustó mucho. Tanto que me pidió que le hiciera máscaras y se las vendiera y bueno, así fue que comencé. Después ya me organizó una exposición y le fuimos mostrando la artesanía a artistas importantes como Herman Guggiari y Carlos Colombino y así le fue gustando a la gente, a los extranjeros”, comenta.

Luego de las máscaras, la curiosidad lo hizo encontrar en una revista cómo en el extranjero tallaban pájaros, cuestión que se propuso imitar con gran éxito. “Después muchos imitaron y está bien, siempre que se haga con esmero, porque está el buen profesional y el que quiere plata nomás más. Todo lleva su tiempo y su aprendizaje, el arte lleva mucho trabajo. Por ejemplo, la madera de Timbó tiene sus secretos. Se tiene que cortar en la luna llena, porque si se corta en la luna nueva le agarra bichito y carcomen la pieza por dentro”, cuenta

José tallaba en madera de Kurupyka´y hasta que encontró el Timbó que, al ser más liviano, le brindó otras posibilidades de trabajo.

Así fue llegando a otros trabajos, santería, la talla de mitos como el Pombero, que hoy es uno de sus clásicos, por ejemplo.

Las tallas pequeñas tienen precios económicos que inician en los 20 mil guaraníes que van creciendo hasta superar los 100 mil en las de mayor tamaño.

José Gabriel Escobar
 José Escobar no está trabajando por un problema de salud (ver Solidaridad), entonces José Gabriel, su hijo, está a cargo del taller. Tiene prendido un fuego a leña para poner al rojo vivo sus herramientas de pirograbado. Luego aplica un fino hierro caliente sobre la cabecita de una de las figuras, hasta que consigue que imite un peinado. Luego hace lo propio con las hendiduras de lo que sería el fuelle de un bandoneón, dándole vida a uno de los músicos que integran las bandas Koygua, otra de las ofertas más requeridas del taller de artesanías.

“Turistas lo que tienen que venir, poco y nada nos visitan últimamente”, se queja señalando que la gente anda apurada y parece no tener tiempo para detenerse en su taller y llevarse un recuerdito de Altos y su particular artesanía. 

Juan Ramón y los mitos

Ya en el centro de la ciudad de Altos, está la casa taller de Juan Ramón Alvarez, artesano tallador especializado en máscaras y, especialmente, en los seres mitólógicos de los guaraníes.

Los siete hijos de la unión entre el espíritu maligno Taú y la bella Keraná, como castigo de Angatupyry (el bien), son los monstruos: Teju Jagua, Mbói Tu'i, Moñái, Jasy Jatere, Kurupí, Ao Ao y Luisón. En ese orden los va quitando de una caja donde los guarda el artesano y los dispone para una fotografía. 

Juan Ramón Alvarez
 Alvarez cuenta que inicio su camino en la artesanía de adolescente con sus primos hermanos que tallaban máscaras, en ese entonces en madera de Kurupyka´y. “Después llegó el famoso timbo rapó, que es en blando y más maleable y con él hacíamos las máscaras para el Kamba Ra´anga”, recuerda.

En el tiempo llegó el reconocimiento y el andar por los caminos del país. “Conozco todo el Paraguay, nos fuimos a todas las ferias que hay en el interior”, recuerda Alvarez que destaca el especial éxito que tienen las figuras mitológicas con los extranjeros.

“Mucho le vendimos a los alemanes”, dice mientras muestra las particularidades de un simpático Jasy Jateré. “Mis hijos me dicen que deje nomás ya de hacer, pero no puedo dejar el trabajo. Tengo fuerza y tengo salud entonces me animo a hacer”, cuenta. “Mi hijo es el líder de Qmbia Juan, así que ellos se dedican a la música y yo los ayudo un poco”, relata entre risas. 

 Suele exponer en los grandes centros comerciales de Asunción y también en las ferias importantes.

Cuenta que la madera de timbó todavía se consigue en la zona de Loma Grande y en tamaños importantes lo que le permite moldear piezas de hasta un metro de altura o de largo como un yakaré muy bien logrado que tiene en exhibición. Las vende en precios que van desde los 40 mil guaraníes en pequeño formato hasta superando el millón de guaraníes las piezas de gran tamaño. 

 Alexis, el talento de Itaguazu

Con pequeños golpes de gubia Alexis Escobar le va dando forma a una de las siete cabezas de un gigante Teju Jagua que surgió merced a su maestría de una raíz de cedro que consiguió en un desmonte cercano. Trabaja a cielo abierto, en el imponente entorno de la compañía Itaguazu, que aún conserva el follaje selvático que embellece el paisaje de Altos.

“El Instituto de Artesanía (IPA) nos suele ayudar con la logística cuando tenemos que exponer afuera, pero nos faltaría un salón para hacerlo de manera permanente aquí en la ciudad de Altos y que se promueva más el turismo”, propone. “Cuando más gente ve nuestro trabajo, mejor es, se hace el tokorré y nos van conociendo y nos hacen pedidos”, expone.

Alexis cuenta que lo ayudan bastante las redes sociales para promover su trabajo y que vende mayormente piezas de pequeño formato y recibe encargos, de santos, imágenes religiosas, pero también de aves y animales en gran formato. A las piezas pequeñas se puede acceder en montos económicos, ya las de gran formato superan el millón de guaraníes.

Máscara de Lugo
Para muestra de ello exhibe un surubí gigante que impresiona por su realismo. El artesano cuenta que irá a engalanar uno de los famosos comedores de la zona de Puente Remanso, junto al río Paraguay, allá en Mariano Roque Alonso.

Escobar es seguidor también de una tradición familiar, ya que sus padres tallaban máscaras para el Kamba Ra´anga, de hecho, él es parte del comité organizador de las festividades de fines de junio.

 Desde los 10 años en el oficio, cuenta que las máscaras siguen siendo un buen “caballito de batalla” para los artesanos y que en el último tiempo decidió darle un toque especial haciendo máscaras personalidades. “Le hacemos la cara de la gente a pedido y también tenemos de personajes famosos, políticos como Horacio Cartes, Fernando Lugo, Calé Galaverna, etc,”, cuenta.

Un pombero de tamaño natural descansa en un banco en una figura pensada para adornar un patio de grandes dimensiones. “De noche te puede impresionar”, dice entre risas contento con la obra y el impacto en sus observadores.

Hay una Virgen de Caacupé de gran acabado y también un jaguareté y dos ñakurutús que dan prueba de su versatilidad a la hora del tallado.

Cuenta que la formación de los artesanos es otra preocupación y que “se está trabajando en eso con la Ruta de Artesanía, de hecho, hay talleres en varias casas en las compañías y hay varios artesanos trabajando en talla de madera, pero también se hace ñanduti, bijouterie, cerámica, y otras cosas. Ojalá se pudiera hacer una escuela, sería bueno”, se entusiasma. 

Alexis Escobar
Solidaridad

El reconocido artesano José Escobar, sufrió un infarto hace un tiempo y tiene previsto operarse del corazón próximamente. En la intervención se le colocarían dos stents coronarios que cuestan 7,5 millones de guaraníes cada uno.

José tiene 7 hijos y casi todos lo ayudan en las tareas del taller. Si bien, defienden su día a día con la venta de artesanías, el excedente no les alcanza para afrontar los costos de la operación.

“La gente del Insituto de Artesanía (IPA) me ayudó con gestiones ante la Dirección de Beneficencia (Diben) y también se le pidió a Itaipú, estamos esperando, todavía no me comunicaron nada”, relata. “Estoy tomando 6 remedios estoy cada 24 horas y estoy a dieta total, ni aceite, sal, nada”, comenta.

Quienes deseen ayudarlo, pueden contactarlo al 0971528758

 Jorge Zárate

Fotos de Matías Amarilla y gentilezas

Transporte de Armindo Irrazábal 

Contactos

José Escobar 0971528758

Juan Ramón Alvarez 0983544645

Alexis Escobar 0986740451

 

Links

https://ruta.artesania.gov.py/talleres/jose-escobar/

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Espectacular son sus trabajos!

Jorge Daniel Zárate dijo...

Totalmente...!

Anónimo dijo...

Que hermosos trabajos!!Les deseo éxitos

Anónimo dijo...

Excelente trabajo amigo