7 de septiembre de 2007

Bolivia y la paranoia oligarca

10 de noviembre de 2006
El acuerdo Morales-Chávez en temas militares y sus consecuencias

El congreso de Bolivia rechazó hace días el tan temido acuerdo militar entre ese país y Venezuela.
Aquí, tras la reunión entre los presidentes Nicanor Duarte Frutos y Evo Morales algunas cosas habrán quedado claras como para que se bajara el tenor de la discusión.
Por ello vale preguntarse después de tantas semanas de disparates en los medios alentando una carrera armamentista para enfrentar a Bolivia.
¿Qué cosa teme la oligarquía paraguaya de Bolivia?.
Uno de sus perifoneros admite: “¿Crisis militar con Bolivia? Dificil, pero no imposible y a partir de convertirse en una posibilidad aunque sea remota, ya obliga a seguir con atención lo que sucede en el país andino. ... Volvemos a insistir Venezuela y muy especialmente Hugo Chávez iniciaron una política hostil hacia el Paraguay”.
Descartado el temor militar sólo cabe entender que el temor es al proceso social que se produjo en el vecino país donde un sinnúmero de organizaciones de trabajadores, de indígenas, de agricultores, consiguió llevar a la presidencia a Evo Morales Ayma.
Un indio gobierna 514 años después del “encubrimiento” de España, Portugal y el Vaticano en la porción de Latinoamérica que aportó la fuerza de trabajo de sus hijos hechos esclavos para extraer el oro y la plata que hicieron posible la revolución industrial.
Además el Indio es atrevido. Nacionaliza los hidrocarburos como prometió, puso en marcha el proceso de nacionalización de los recursos minerales, se dieron pasos importantes para avanzar en una reforma agraria que combata el latifundio.
Llamó a reformar la constitución para consagrar una justa distribución de los recursos en el país que lógicamente ofende a los 4 estados ricos de la llamada medialuna Santa Cruz de la Sierra, que pretenden separarse para liberarse de cualquier solidaridad con los pobres del Altiplano.
Encima firma un acuerdo militar con Hugo Chavez, un mulato, “negro” para las oligarquías criollas. El Negro que se animó a plantear con hechos la necesidad de reformular el sistema de las Naciones Unidas para poner coto a las pretenciones imperialistas de un país que gasta 300 mil millones de dólares al año en armarse hasta los dientes.
El acuerdo es para fortalecer 24 bases militares buscando dar un giro de 180 grados en el rol de las fuerzas armadas de Bolivia. Pasar de ser un ejército de ocupación y represión interna a tener el verdadero rol de defender los bienes de todos.
Lógico que la oligarquía se preocupe y traiga a un oligarca argentino eternamente con la media yankee en la boca como Rosendo Fraga para decir que si las pretensiones de los separatistas triunfan en Bolivia, Estados Unidos apoyaría a Santa Cruz de la Sierra lógicamente desde la base paraguaya de Mariscal Estigarribia.
Como anecdótico vale recordar que en el Paraguay entre las intendencias y las gobernaciones ejecutan sólo el 3% del presupuesto nacional, en tanto que en Bolivia ejecutan el 40% y que, al contrario de lo que dicen los perifoneros, Morales pretende ampliar esas competencias en la Constitución.
Pero la oligarquía es abyecta, mezquina, perversa.
Usa el argumento nacionalista, refresca las épicas jornadas de la Guerra del Chaco, donde tras la contienda que dejó más de 90 mil muertos, británicos y estadounidenses se repartieron los territorios para la eventual explotación del gas y el petróleo.
El historiador brasileño Julio Chiavenato en su libro "La Guerra del Petróleo" recuerda que concluida la contienda se firmó un acuerdo secreto por el que las explotaciones se harían en Bolivia hasta el año 2006 y que a partir de ese año se comenzarían a hacer las prospecciones y explotaciones del lado paraguayo.
En la misma cuenca, argentinos y bolivianos están explotando petróleo.
En Paraguay hasta la fecha se hicieron prospecciones hasta los 1.800 metros y se encontró gas, pero hay que poner más plata para seguir cavando y lógicamente las empresas privadas quieren que la ponga el estado o esperar a que la escasés de crudo obligue a hacer el negocio en estas tierras.
Entonces ofende que usen el heroísmo, las canciones de Emiliano R. Fernández, los choferes, los músicos, los defensores del Chaco que son patrimonio del pueblo, mientras los ex-combatientes gastan la mitad del aumento que les dio el gobierno en pagar un taxi para ir a cobrar.
Ellos son el vivo recuerdo de este pueblo que aportó sangre para la recuperación de un territorio en el que nunca se desarrolló una política de población.
Hay 300 mil familias sin tierra y en el Chaco se sigue dándose a pasos acelerados la descarada imitación del latifundio de la Región Oriental.
Según el gobernador de Boquerón, David Sawatzky, sólo la explotación ganadera “en los últimos tres años creció al menos en 500 mil hectáreas. Hasta hace tres años teníamos datos de 800 mil cabezas en todo el Chaco y ese número hay solo en el Chaco Central”.
Las consecuencias son de exclusión. Solo hay que mirar al costado de la ruta Trasnchaco los asentamientos de los indígenas que se quedan sin tierras ante el avance del latifundio.
La oligarquía se olvida que no tienen agua, que no tienen luz, ni decir vivienda, salud y educación.Se olvida de cobrarle impuestos a los menonitas poniendo a un menonita a cobrar los impuestos.
Es joda.
La paranoia llega hasta los capataces que tienen en el ejecutivo y en el Congreso que redescubren que las Fuerzas Armadas de nuestro país constituyen una maqueta que sólo apunta a consolidar los poderes internos como se verificó hasta 1998 con tanques en la calle disparándole al edificio del Congreso.
Almirantes sin barcos ni lanchas rápidas para controlar los ríos, generales de Cuerpo sin suboficiales ni soldados, Generales del aire para una quincena de aviones, todos dispuestos alrededor de la capital para hacer golpes de estado.
Lo gracioso es que si uno toma una fotografía actual de las fuerzas armadas bolivianas parecería que se están mirando al espejo de las paraguayas.
La misma estúpida cosa que promovieron los ingleses desde la época de la “Independencia” y el Comando Sur desde que Fidel Castro, el Che y los locos del Granma tocaran costa para mostrar que una Revolución se hace primero con sueños.
El acuerdo Morales-Chávez que por el momento fue rechazado en el Congreso en su artículo 6, afirma que "las Partes incrementarán la cooperación en el área de la industria de la defensa… procurarán la construcción de un puerto en la localidad de Puerto Quijarro, y de un fuerte militar en la localidad de Riberalta. Promoverán el intercambio de información técnica y encuentros de expertos en armamento y equipamiento..(el acuerdo contempla) mejorar y complementar las capacidades de defensa de cada país'', organización de fuerzas armadas, gestión de crisis y ``desarme y control de armas''.
Quijarro no tiene acceso al Río Paraguay sino que está ubicado al final de la laguna Cáceres y la conexión con el río Paraguay se hace a través del canal Tamengo que está situado en territorio brasileño.
“El otro punto de conexión con el río Paraguay es Puerto Bush, un flotante de 50 metros cuadrados donde sobreviven 5 soldados, 2 suboficiales y un oficial”, dice ABC Color.
Más que miedo, da risa.
Pero el objetivo de Puerto Quijarro, es económico y se entiende de competencia con los puertos privados graneleros Central Aguirre Portuaria SA y Gravetal Bolivia SA, ligados a la multinacional Cargill.
La obra estará a cargo de la Empresa Naviera Boliviana, una entidad que depende del ministerio de Defensa del vecino país con 25 millones de dólares prestados por Venezuela. que se ejecutarían en cuatro etapas de construcción tal como le fue explicado a nuestro ministro de Defensa, Roberto González.
La oligarquía suele mostrar a Chile como ejemplo..., cuando le conviene: "No es una preocupación importante", dijo el general Oscar Izurieta, comandante en jefe del Ejército chileno del convenio militar suscrito por Bolivia y Venezuela.
Se dice entonces que Bolivia nunca atacará Perú, Chile, Argentina o Brasil y que al único que le puede tirar es a Paraguay.
“Hay que armarse”, repiten, “hay que dejarle a los yankees que hagan nomás luego la base en Mariscal”, quieren aprobar 120 mil millones de guaraníes de presupuesto para estas fuerzas armadas de ladrones y acomodaticios que seguramente terminarán en triangulaciones para las organizaciones de narcotraficantes de las grandes ciudades del Brasil, pero en fin.
A veces, por desconfiados, a uno le da por creer que en realidad el imperio y sus amigos de la oligarquía tienen miedo que Morales haga un registro efectivo de los aviones del narcotráfico de la DEA y de sus cómplices en todos los países antes mencionados que ganan millones de dólares por día drogando a los Estados Unidos.
Que haya un radar que pueda contar todas las avionetas que tras pasar por Bolivia aterrizan en Argentina, Paraguay y Brasil, que se pueda graficar el sub-continente de la droga.
Es posible, Morales es indio, no pelotudo, y eso también les enferma.
Siguiendo con la economía, para Bolivia el acuerdo con Paraguay es estratégico.
Morales, Duarte Frutos y Tabaré Vázquez ya entendieron que no hay otra forma de ir a negociar con Argentina, Brasil, Chile y Perú que con lo que alguna vez se dio en llamar Urupabol.
Ejemplo paraguayo: La Cancillería viene haciéndose la ñembotavy con el pedido a gritos de la gente del Chaco de que se asfalte la Picada 500 para evitar la intermediación argentina en el comercio binacional.
Cuando a fin de año se concluya la ruta por la estancia La Patria Paraguay tendrá acceso a la región rica de Bolivia para trabajar en la lógica de los negocios de la que tanto le gusta hablar a la oligarquía y quizá, como siempre, con la plata en el bolsillo no se vea tan mal el puerto Quijarro y los intercambios de ganado, el gas más barato, las relaciones con la soja, la posibilidad de llegar al Perú y soñando a Ecuador y Colombia.
Pero no, ellos prefieren el negocio fácil con los Estados Unidos y se desesperan por firmar un acuerdo comercial con un país con el que se tiene un déficit de balanza comercial 774 millones de dólares.
Importamos 828 millones y exportamos 54 millones de dólares, apenas el 3,2% del total nuestras exportaciones según los datos de Cepal.
Vendimos azúcar orgánico, molduras de maderas y otros productos no tradicionales.
Claro, total ellos apuestan a ser socios menores de la extracción del gas y el petróleo, como lo son en Itaipú y Yacyretá, cobrar 1 dólar por cada 10 que llevan los gringos y decir míster y creer que estos los consideran poco más de la basura que son.
La oligarquía paraguaya no le teme al ejército boliviano, teme quedarse sin sus negocios, y por sobre todo teme que el “mal ejemplo” del pueblo boliviano cunda en el nuestro y que algún día los indígenas, los trabajadores, los agricultores, los campesinos sin tierra, podamos hacer lo mismo que en Bolivia en el Chaco y en la Región Oriental.
Le teme a la distribución de la riqueza.
Históricamente le teme al pueblo y eso sigue siendo una buena noticia.
¡¡Cháke!!!.

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