10 de febrero de 2010

La lucha diaria por nuestros derechos

Jorge Aranda sentado en la vereda del Viceministerio del Trabajo con sus compañeros del Sindicato de Trabajadores de la Linea 56 y el amigo liderezo. Foto de Ismael Villalba



Por Jorge Zárate

Para el Instituto de Medios de FOJO Suecia
http://www.fojo.se/international/freedom-of-expression-around-the-world/jorge-from-paraguay

“Es una gran lucha”, dice Jorge Aranda, chofer de colectivos, mientras tomamos tereré en la vereda del Viceministerio del Trabajo. Estamos sentados bajo una carpa en el centro de Asunción, hablando sobre el calor infernal de enero y la injusticia contra la que Aranda y sus compañeros de trabajo están protestando. Ellos fueron echados de sus trabajos cuando crearon un sindicato para defender sus derechos laborales.
El propietario de “La Sanlorenzana”, la empresa de colectivos en la que Aranda estaba trabajando hizo lo que es una práctica común en el país. Cuando los trabajadores crean un sindicato, simplemente los despiden. Hay muchos ejemplos pero el caso de Aranda y los suyos es especial. Seis meses atrás, los trabajadores montaron una carpa frente al Viceministerio. Hasta el momento, dos resoluciones judiciales le dieron la razón, ordenando a la empresa a reponerlos en sus trabajos. Conductores, mecánicos y administrativos se turna en la carpa para continuar con la protesta.
Pero hay un problema. Un abogado del ministerio ayudó a la empresa con su opinión y el viceministro de Trabajo, Raúl Mongelós, hizo las veces de Poncio Pilato lavándose las manos ante el caso. Mongelos incluso les dio un ultimátum a los trabajadores para que abandonen la vereda el 31 de enero pasado.
“Intentaré publicarlo in el diario, pero es difícil, tenemos muchas veces los mismos problemas”, le dije a Aranda.
En el viaje hacia mi trabajo en el diario La Nación, fui calculando que el editor me daría apenas unas 300 palabras, 20 líneas sin foto para contar la historia. Es realmente difícil encontrar un hueco en las páginas para contar los problemas del trabajo en Paraguay.
Soy delegado de base del Sindicato de Periodistas del Paraguay (SPP) y conozco cuan difícil es crear un sindicato. Recuerdo cuando ayudamos a los trabajadores gráficos del diario a crear la representación del sindicato en La Nación. Los empleadores simplemente despidieron a los delegados. Después de una dura lucha conseguimos que se reconozca a los delegados del Sindicato de Obreros Gráficos del Paraguay (SOGP). Hoy en día estamos contentos, el SOGP está vivo y Angel Fleitas, uno de los delegados despedidos, es el nuevo secretario general del sindicato.
Por eso suelo reir a carcajadas cuando aparece alguien que habla de la libertad de expresión como un derecho garantizado. La propiedad de los medios está concentrada en unas pocas manos en nuestro país. A su vez son latifundistas, en Paraguay el 3% de los propietarios tiene el 90% de las tierras. Es la peor distribución de tierras del mundo de acuerdo al coeficiente de Gini.
Ellos defienden el status quo, tratando de preservar sus privilegios. En el otro lado de la vereda, hay muchos Jorge Aranda, y todos juntos tratamos de encontrar pequeños espacios para hacer realidad la libertad de expresión.
Solo que requiere de una gran lucha, todos los días.

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