3 de mayo de 2018

Ahora, volver a las calles



Ganaron porque el Partido Colorado es una máquina electoral que consiguió llevar a las urnas todo el voto duro que tienen y agregarle un poco de las derechas para llegar al 47% que los consagró, confirmando que la estrategia de coloradizar les resultó porque su gente votó cerrando filas.
“El colorado nunca le va a votar al azul”, explicaba una abuela ayer en Fernando de la Mora mientras se recordaba que el partido tiene un millón de afiliados y que el candidato sacó 1.2 millones de votos.
Pero hay que entender que la victoria también se da por incapacidades propias de la Alianza Ganar, la principal, no poder constituir un aparato electoral para competir.
Decíamos en la previa que sólo una alta participación podía hacer pensar en una derrota de la Asociación Nacional Republicana (ANR).
Hubo apenas un 63% de participación, menos que en la elección de 2013, donde fue a votar el 68% del padrón.
No hubo trabajos coordinados en la Alianza para tener un sistema que lleve a votar a la gente y, el del Partido Liberal, dejó mucho que desear, sobre todo en el departamento Central donde los episodios que se cuentan son rocambolescos. “Los perros se embolsillaron toda la plata que era para los punteros”, narraba un comunicador cercano a los azules.
Vaciada de contenidos, esta disputa electoral era de aparatos, y los colorados aceitaron el suyo a tiempo.
El episodio de las encuestas y la bocas de urna de las empresas periodísticas que jugaron a favor del candidato Mario Abdo Benítez exime de mayores comentarios.
Dicho esto, es bueno hablar de todo lo otro que faltó, de la mística, del liderazgo, del programa, de las prácticas democráticas.
El Frente Guasu necesita un congreso donde se le de voz y voto a la militancia de base para hacer la política que responda a un modelo neoliberal que está representado en el agronegocio que tala brutal, mata, contamina y expulsa.
Cambiar la matriz de regarlarles la energía a Argentina y Brasil de las dos hidroeléctricas de las que el país es co propietario.
Hacer una reforma agraria.
Motorizar lo que se construyó en la dirigencia social, en la cultura, en la educación, en la salud pública en el interrumpido, por un golpe de estado parlamentario, gobierno de la Alianza Patriótica, aquel otro acuerdo que el Partido Liberal deshonró.
La responsabilidad de la derrota no está en los votos blancos y nulos, que aparecen como la excusa perfecta porque son justo los poco más de 100 mil que le faltaron al aliancista Efraín Alegre, que alcanzó un 43%, para coronar una victoria.
La respuesta de los movimientos populares está en la calle, en la movilización, en la postergada Huelga General.
Este 1 de mayo será una buena oportunidad para comenzar el largo camino de resistencia a un gobierno que amenaza profundizar todos los males que tiene este de Horacio Cartes que pareciera seguir después de agosto.
Jorge Zárate

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