20 de mayo de 2020

El extraño árbol de la chimenea

Considerado entre los paisajes de lugares abandonados más impactantes del mundo, este árbol que creció en la chimenea de una vieja olería de Mariano Roque Alonso (MRA) apenas a poco más de un kilómetro del aeropuerto Silvio Petirossi es motivo de sorpresa para los vecinos.
“Yo estoy aquí hace 22 años y ya estaba la chimenea, antes había una olería que era de un militar”, contó Cristina Monges.
La chimenea fue graficada y recorrió el mundo como uno de los paisajes extraños y que se encuentran en estado de abandono.
“Parece que es un árbol de Ingá”, arriesga Monges, “No tengo idea”, dice Ortiz, mientras se lo mira para saber de qué especie se trata, cómo fue que consiguió consolidarse allí, si está prendido a las paredes, o tiene un fondo, o es verdad que está suspendido nomás sin otro artificio que las ganas.
En la ruta entre Mariano Roque Alonso y Luque se destaca como un extraño símbolo del poder de la naturaleza en estas tierras. “Muchísimas fotos le sacamos nosotros, así que se lo considera en el mundo, mirá vos”, dice asombrado Lorenzo Ortiz de Logicenter SA, la empresa de logística que ocupa el predio vecino desde donde se toman algunas fotos.
El barrio Ka’aguy Kupe fue creciendo con el asentamiento de vecinos desde hace poco más de 20 años, por eso son pocos los testimonios que hablen de haber visto humear esa chimenea increíble que hoy quedó colocada en medio de un humedal, una suerte de estero, elegido en su momento por la calidad del barro, ese que hace a los ladrillos de una consistencia especial.
Por eso no es fácil acercarse.
Tiene en las cercanías al Arroyo Itay que aporta también gran humedad a la zona y ocasiona problemas en las propiedades de los vecinos a causa de una desviación de su cauce que hicieron los funcionarios del Ministerio de Obras Públicas (MOPC) cuando terminaron de asfaltar la ruta.
“Vio que en esta zona casi todo quedó en poder de militares, este era de un Royg Rojas, creo, aquel terreno de la curva allá era el famoso predio que Lino Oviedo se apropió y si pregunta un poco va a ver que es así”, recuerda Monges.
Imagen habitual en el recorrido de la gente que usa la ruta como camino alternativo a las imposibles Madame Lynch y Transchaco en las horas pico, esta postal, rareza que no es tanto para nosotros, acostumbrados a ver trepar los árboles a viaductos, iglesias y edificios en cualquiera de nuestras ciudades.
A su pequeña gran fama mundial le van estas líneas.
Jorge Zárate
(Publicado en www.lanacion.com.py en enero de 2014)

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