En mayo pasado, en un viaje auspiciado por la cooperación española, tres artesanas expusieron en diversos espacios sus creaciones de bijouterie surgidas a partir de materiales rescatados de la basura. La idea era promocionar Cateura Accesorios y buscar alianzas para la comercialización en las ciudades de Córdoba y Madrid.
No es la primera vez que los habitantes de la zona de Cateura muestran al país y al mundo que allí hay mucho más que basura. Así, en mayo pasado, tres artesanas recorrieron la Madre Patria mostrando lo suyo.
“Le encantó a la gente. Nos decía que estaban muy hermosos los trabajos. ¿Vos hiciste?, ¿en serio?, ¡qué hermoso! ¿Cómo se hace?, nos preguntaban y teníamos que explicar, mostrar, fue súper genial, muy lindo todo”, dice todavía emocionada sobre esta experiencia Cinthia Rodríguez.
Sara Gaona, otra integrante de la delegación agrega que la curiosidad de los visitantes les agradaba. “¿Esto sale de un horno, de un refrigerador?, se asombraba la gente”, cuenta. “Dio demasiado gusto estar con ellos por la forma que nos trataron. Fue muy emocionante porque nosotras partimos desde el no creer, desde el comienzo nuestra propia familia no creyó, nos decían ¿Quién va a usar eso, a quién le va a gustar, verdad?”, memora.
Librada Leguizamón, guarda un especial recuerdo del paso por Córdoba donde visitaron una Escuela de Joyería: “Los trabajos que llevamos fueron muy bien valorados y es muy importante porque ese es el sitio más importante del lugar. Fue una gran experiencia y las enseñanzas de ellos también fue muy buena. Era algo sorprendente para ellos el trabajo manual, porque allá tienen todo a máquina, con soldaduras y equipos y lo nuestro es totalmente artesanal”, apunta.
Sara dice que viendo “todos los pasos que se hacen desde juntar y reciclar el material en la joyería de ellos, son 14 a 15 pasos. ¡Nosotras hacemos unos 13 pasos solas!, comentó. “Vinimos súper contentas porque sin tener un estudio o una idea, estábamos en buen camino”, apuntó.
Para Soraya Bello, trabajadora social de la organización Mil Solidarios, “lo más emocionante de la gira fue poder verlas sonreír, porque todas tienen vidas muy complicadas aquí, hay muchas responsabilidades sobre ellas y además la situación económica que siempre las tiene preocupadas y en múltiples ocupaciones. Que se hayan podido dar el tiempo para conocer, pasear y disfrutar un poco de la vida fue lo realmente importante”, considera.
“Ellas se sintieron orgullosas de sí mismas y de sus compañeras. Se sintieron valoradas y admiradas. Sintieron que son capaces de mucho más si se lo proponen y saben aprovechar las oportunidades que tienen en frente”, agregó comentando el viaje. “Las artesanas sólo han recibido elogios, admiración y felicitaciones. Todos los que conoce el contexto en el que se crean y recrean estas piezas no pueden creer que de allí salga tanta belleza y dignidad a la vez. Que sean capaces de crear tanto con tan poco”.
El reciente viaje fue parte del Proyecto Atención Integral a las mujeres del Bañado Sur que llevan adelante Mil Solidarios y su par española Mujeres en Zona de Conflicto (MZC) con financiación de la Agencia Española de Cooperación (AECID).
Se reunieron con personas de la Red de Comercio Justo, visitaron el Parque Joyero de Córdoba que es el más grande de Europa y la planta de reciclaje de la ciudad. Finalizaron su estadía con una presentación y muestra en el Centro Cultural a orillas del río Guadalquivir.
En Madrid se reunieron con el Embajador y el cónsul paraguayo y sus encargados de negocios. Mantuvieron una reunión con emprendedores del rubro de joyería y se reunieron con responsables de la AECID, cerrando la gira con una muestra en el Centro de Madrid donde se hizo presente la gran colectividad paraguaya residente en la ciudad
Materiales e inmateriales
Sara Gaona sigue sorprendida porque merced a muestras que llegaron a Madrid, había gente que conocía su trabajo. “Me emocioné muchísimo vine con muchas ganas de mejorar nuestro trabajo de ir creciendo como artesana para llegar a la excelencia”.
De su trabajo personal comenta: “Me gusta mucho trabajar con los colores, ya sea con cables, circuitos, bordados en latón, pero mis favoritos son los cabellos de colores de la fibra óptica que vienen envueltos en una vaselina. Así que los quito de esa “grasa”, de allí los hago hervir, los lavo con detergente, (tenés que repetir varias veces para poder sacar la viscosidad), pero cuando ya está para poder trabajar se pueden hacer piezas muy lindas que le gustan mucho a la gente”, comentó.
Sin embargo, recuerda un material especial que ya pudo volver a encontrar. “¡El cobre morado…! Lo había encontrado en un monitor que había venido en donación y nunca más encontré, ¡espero volver a tenerlo en mis manos!”, dice.
Librada Leguizamón cuenta a su turno: “También visitamos en Córdoba un vertedero de allá, que fue impactante porque es todo muy civilizado, muy limpio, no es cómo acá. Fue muy linda esa parte de la experiencia, porque siempre digo que se pueda poner en cada escuela un tacho para comida, otro para plásticos, otro que sea de cartón, sería muy lindo para que vayamos reciclando limpiamente, cosa que allá se hace tranquilamente”.
Soraya Bello cuenta que se usan cables, plásticos, hilos de cobre, transistores, latas, placas de microondas. También textiles reciclados, botones; etc: “Todo aquello a lo que le puedan dar forma ellas utilizan”, resume.
A futuro
Son 10 artesanas las que componen el taller Cateura Accesorios, las viajeras Librada, Cinthia y Sara a las que se suman Nimia Portillo, Sabina Cañete, Alicia Penayo, Stella Lugo, Tomasa Bogarín, Janine Torres y Gabriela Rolón.
Otras mujeres se están capacitando y tendrán a su cargo la elaboración de accesorios para el hogar en un grupo de artesanas que está a cargo del diseñador y artista Juan Pablo Pistilli, al que se reconoce en estos días por el magnífico monumento al arpa paraguaya que se emplazó en la Costanera José Asunción Flores de la capital. La idea es que en unos meses más estén lanzando la nueva línea.
Librada Leguizamón trabaja en familia: “En mi casa me ayudan mis hijos, mis nietos, cuando encuentran algo en la calle de los televisores que ya no se usan, de cables que se quitan y se tiran, se recogen. Ellos aprendieron conmigo a hacer joyas, ahora reciclan lo que es útil y es emocionante que la criatura aprenda, es algo hermoso que uno puede hacer y que otras mujeres también pueden hacer”.
Sara Gaona recuerda que gracias a la organización pudo aprender oficios “estudié cocina y manicura que es algo a lo que me dedico hasta ahora, que era la manera de meter dinero a la familia sin dejar a nuestros hijos, sin dejar la casa”, recuerda. “Queremos que más mujeres lleguen a recibir lo que nosotros tuvimos. Ni nuestra familia creía el impacto que hoy generamos en la casa, porque ya podemos aportar al pago de las cosas de la casa, en dinero, y eso nos hace sentir súper bien. Ahora con ver un televisor, vamos estudiando las formas para ir pensando qué cosas podemos ir haciendo para vender nuestras joyas para tener algo seguro cada mes”, contó.
Para Soraya Bello, “hay gran expectativa con los Accesorios de Hogar. Por las posibilidades de trabajo que se abren para otras mujeres y por la eventual expansión del negocio. Luminarias, cuadros y artículos de mesa es lo que se está planeando hacer hasta ahora y para el 2024 se está planificando la instalación de un Parque Productivo Cateura, ya que el taller ha quedado pequeño para todo lo que se está preparando. La propuesta ya se presentó a la Agencia Española en la nueva convocatoria y esperamos que nos den la buena nueva, como dicen ellos”.
Entre tanto, las piezas de bijouterie fueron parte del Paraguay Fashion Week 2022 y de varias otras pasarelas nacionales. También, una de sus piezas fue finalista de la Bienal Iberoamericana de Diseño (BID), una de las citas más importantes para diseñadores de Latinoamérica, España y Portugal que se realizó en noviembre pasado.
“Estas obras permiten hablar de la situación que atraviesa el Bañado sur y su gente además de mostrar toda su inmensa dignidad”, dijo Soraya de esta iniciativa que fuera declarada de Interés Municipal en Julio de 2021.
El Bañado Sur es un territorio ubicado en la periferia de la ciudad de Asunción a orillas del río Paraguay y en él está alojado el inmenso vertedero Cateura. La comunidad está integrada por más de 30 mil personas que se distribuyen en 10 barrios. La mayoría de las artesanas llegaron con sus padres, criaron a sus hijos y están empezando a cuidar de sus nietos, exponen en sus presentaciones recordando las palabras del sacerdote jesuita Francisco de Paula Oliva, más conocido como Pa´i Oliva: “Los Bañados no figuramos ni en los mapas de Asunción”.
Allí la lucha profunda.
El florecer de una idea
La iniciativa surgió en el 2017 cuando un grupo de mujeres del Bañado Sur elaboraron flores de plástico reciclado para una importante diseñadora: “Fuimos 3 mujeres que hicimos esas flores de plástico de botella, fue algo impactante, muy lindo”, cuenta Librada Leguizamón, una de las artesanas sobre aquel momento originario.
Más tarde, con ayuda de la Asociación Mil Solidarios, la ONG española Mujeres en Zona de Conflicto (MZC) y 2 voluntarios de la Universidad de ESADE de Barcelona que se encontraban trabajando en el Bañado Sur, se elaboró un Plan de Negocios que contemplaba en una primera fase la capacitación de las mujeres para el diseño y la elaboración de piezas finas piezas.
Cuenta Soraya Bello: “En aquella primera experiencia elaboraron flores a partir de plástico de botellas para una colección de vestidos de una diseñadora nacional. Ellas reciclaron el plástico, lo higienizaron, cortaron, moldearon y pintaron las flores que luego la diseñadora utilizó como insumo para bordar sus vestidos”, relata.
“Pero como tardaba en concretarse otro trabajo, entonces nació de ellas la idea de formar un taller creativo y hacer ellas mismas las piezas de modo a no ser la mano de obra barata sino las propias creadoras”, comentó.
“Sin embargo no fue hasta el 2019 que con la aprobación del Proyecto “Fortalecimiento del acceso de las mujeres a los recursos económicos y a la participación ciudadana en el Bañado Sur-Asunción”, en que la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo brindó los recursos necesarios para poner en marcha el emprendimiento”, recuerda la trabajadora social de la organización Mil Solidarios.
Las capacitaciones estuvieron a cargo del diseñador de tocados de novia Abel Morel quién poco a poco fue aprovechando los conocimientos previos que tenían las artesanas de ñanduti, macramé, crochet para irlos aplicando a materiales que ellas mismas reciclaban del vertedero Cateura o de sus alrededores.
Recuerda Librada: “De 15 mujeres que nos juntamos la primera vez quedamos 6. Soy una de las pioneras con las joyas, algunas se fueron, algunas se quedaron y luego se juntó un segundo grupo con el que hace 2 años y medio que tenemos el taller de joyas donde somos 10 que trabajamos. La experiencia es muy linda, fue muy impresionante, quién se iba a imaginar que íbamos a llegar a viajar hasta España, representando a todas las mujeres del Bañado Sur. Todo se puede cuando uno dice “Yo quiero”, se puede llegar muy lejos, la verdad queremos que se unan más mujeres para poder aprender y seguir adelante con su familia, lo importante es valorarse uno mismo y trabajar”, comentó.
Con el proyecto las Artesanas no sólo recibieron capacitación sino también, el apoyo para el diseño y registro de la marca y la instalación y equipamiento completo para el taller creativo que se encuentra en el barrio.
Jorge Zárate
Links
https://www.youtube.com/watch?v=qFx_F3DFFTo
https://www.cronica.com.py/2017/03/29/recicladoras-adornan-vestidos-basura/
https://www.elnacional.com.py/lifestyle/2021/02/08/exclusiva-joyeria-de-cateura-accesorios/
https://www.instagram.com/cateurapy/?utm_source=ig_embed&ig_rid=b458156d-ee7a-4a11-bbc8-5f769eb0e069
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