28 de noviembre de 2012

Difícil construcción del frente popular

Desacuerdos por las candidaturas en el Frente Guasu
La candidatura presidencial de Mario Ferreiro podría generar una ruptura en el Frente 
Guasu, que tiene como principal referente al presidente destituido Fernando Lugo
Inoportuno: la decisión de uno de los precandidatos a presidente del Paraguay por el Frente Guasu de postularse por fuera de esta alianza resquebrajó la aún endeble estructura del espacio progresista y de izquierda. La posición ambigua del destituido presidente Fernando Lugo sobre su eventual candidatura presidencial pone en riesgo la compleja reorganización interna de cara a las elecciones de abril de 2013. Los movimientos y organizaciones de base reclaman mayor espacio de discusión sobre candidaturas y procesos de construcción política. 
Una disputa por la candidatura a las presidenciales pone en riesgo de continuidad al Frente Guasu (FG), la construcción política de partidos de izquierda y centroizquierda que nació hace tres años para respaldar la gestión de Fernando Lugo al frente del Poder Ejecutivo. Estos desacuerdos se producen en momentos en que los diferentes partidos intentan reacomodar sus filas para los comicios internos de diciembre y las elecciones generales del 21 de abril próximo.
El 10 de octubre, los medios paraguayos señalaron que Lugo anunció que se postulará para la Presidencia del país, de la que fue destituido por un golpe de Estado parlamentario el 22 de junio pasado. Si bien dos días más tarde Lugo dijo que sus palabras fueron sacadas de contexto y que sólo pretendía “construir consenso y unidad dentro del Frente Guasu”, la tormenta interna ya se había desatado.
Las palabras del ex obispo provocaron la ruptura de un grupo de partidos que apoya la candidatura del periodista Mario Ferreiro, quien decidió presentarse por fuera del FG, en una alianza denominada Concertación Ciudadana y Popular. El animador de TV explicó que tomó esa decisión para “apurar los tiempos”, ya que –según señaló– el acuerdo para las candidaturas dentro del FG se estaba demorando. Además, subrayó que quiso evitar negociaciones por cargos en el congreso. Si bien señaló que su postulación presidencial “excede” al Frente Guasu, Ferreiro insistió en que Lugo sería “un excelente senador”, dejando abierta la puerta a la posibilidad de seguir compartiendo espacios políticos.
Tras el anuncio de Ferreiro, Lugo ratificó la unidad del Frente Guasu: “un grupo respaldó la candidatura del ciudadano Mario Ferreiro y decidió ese lanzamiento, hecho que a muchos ha sorprendido y otros no lo entendieron todavía”, dijo.
Esta ruptura provocó desazón entre los militantes de diferentes organizaciones políticas y sociales, que advierten que una fractura prácticamente condenaría al sector a mirar de afuera las presidenciales. El Frente Guasu dividido difícilmente esté en condiciones de enfrentar a los partidos tradicionales, el Colorado (ANR) y el Liberal (Plra).
El anuncio de Lugo generó, además, el rechazo de cuestionadas instituciones, como la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y el Tribunal de Justicia Electoral (Tsje), a las que los sectores populares les atribuyen responsabilidades en el golpe contra el presidente constitucional. La Constitución paraguaya impide la reelección presidencial luego de un primer mandato, aunque el destituido presidente argumenta que su período constitucional fue interrumpido por un proceso ilegal e ilegítimo. Sin embargo, el presidente de la CSJ, Víctor Núñez, descartó la posibilidad de que el ex obispo pueda volver a presentarse como candidato a Presidente, aunque señaló que sí puede ser senador. El coordinador de las elecciones 2013 del Tsje, Carlos María Ljubetic, explicó que el artículo 229 de la Constitución establece que el Presidente no puede ser reelecto “en ningún caso”. Además, alertó que esta persistencia de Lugo “puede enturbiar” el proceso electoral.

Distancia
Las bases populares del Frente Guasu, integradas por campesinos, trabajadores, partidos políticos y organizaciones sociales, interpretan que la fractura de esta alianza ocurre por una disputa entre cúpulas que incluyen no sólo los cargos por la presidencia, sino también por la conformación de las listas para diputados y senadores. Cuestionan que estos asuntos no pueden ser discutidos entre menos de 15 dirigentes en un ámbito cerrado, y explican que esta situación es inadmisible para una fuerza política que pretende representar a las mayorías excluidas, con mecanismos democráticos participativos que superen las estructuras clásicas de los partidos burgueses.
Estas mismas organizaciones reprochan a la conducción del Frente Guasu que desde el golpe de Estado parlamentario contra Lugo no se convocó a ningún congreso de bases y no se mostró en condiciones de liderar la resistencia contra la derecha golpista. Recuerdan, por ejemplo, que sus principales dirigentes no acompañaron las marchas por las calles de Asunción de los más de 2.500 trabajadores despedidos del Estado por el régimen que lidera Federico Franco.
El 2 de septiembre se reunieron coordinadores regionales y representantes de la veintena de partidos políticos y organizaciones sociales del Frente Guasu para designar a Fernando Lugo como presidente de la alianza y elaborar la nueva estructura del bloque, que estará conformada por un Comité Político de seis representantes. Al asumir en el FG (Frente Grande en guaraní), Lugo aclaró que los sectores populares no realizarán alianzas con los partidos tradicionales que promovieron su destitución, en referencia explícita al Plra, que hasta ese entonces formaba parte de la coalición que llevó al ex obispo a la presidencia.
Lugo interpretó que el FG tuvo una de las reuniones más fructíferas en materia de discusión sobre el proyecto de país para pelear por la presidencia en abril. Sin embargo, este intento de restructurar el Frente se vio rápidamente sacudido por la decisión de Mario Ferreiro, quien hasta el golpe de Estado era el precandidato a presidente preferido por el entonces primer mandatario. Además del animador de TV, eran precandidatos hasta ahora Emilio Camacho y Sixto Pereira.
Una de las primeras actividades de Lugo como presidente del Frente fue el encuentro realizado el 21 de septiembre con más de 700 delegados del departamento de San Pedro, el más pobre del país y donde más seguidores tiene el ex obispo. Ese foro político reafirmó la importancia de la construcción del proyecto del FG y la necesidad de organizar y unificar el trabajo para las elecciones de 2013. En ese encuentro Lugo prometió que poco tiempo después se definiría el candidato a presidente.
Tekojoja (Igualdad en guaraní), el partido más grande del Frente Guasu, se reunió en congreso el 14 de octubre y adelantó que nominaría sus propios candidatos para presidente y para los demás cargos, dentro de un calendario que se definiría “en breve”. El senador Sixto Pereira, líder del partido, y uno de los postulantes a la primera magistratura por el Frente Guasu, consiguió aglutinar una reunión formal, pero sin grandes respaldos políticos, por lo que el escenario sigue abierto. Pereira cuestionó a Ferreiro por tomar una “decisión equivocada”. Agregó que “se hizo todo el esfuerzo de construir la unidad, pero el Bloque 10 (en referencia al sector que lidera el periodista) quiso desconocer la fuerza y el peso político de Fernando Lugo”. Además, convocó a resistir para construir una unidad verdadera y genuina para defender la lucha histórica de los pueblos y el proceso de integración en América Latina.
Las fisuras en el Frente Guasu dilatan no sólo las candidaturas sino también la conformación de eventuales alianzas electorales. Más allá de que el propio Lugo rechazó las acciones conjuntas con alguno de los partidos tradicionales de Paraguay, sorprendió dentro de los espacios populares la inscripción de la precandidatura presidencial de Domingo Laíno, para disputar la interna del Plra contra quien ya se creía consagrado, Efraín Alegre.
La disputa en el Partido Liberal Radical Auténtico se dará el 16 de diciembre y si bien Alegre exhibe una aparente diferencia importante, Laíno puede recolectar el descontento del pueblo liberal con el gobierno de facto de su correligionario Federico Franco. El veterano y respetado dirigente liberal fue uno de los pocos representantes del viejo partido en manifestarse públicamente contra la destitución de Lugo denunciando, además, que se trataba de un golpe orquestado por la derecha pero motorizado por los Estados Unidos.

Desde Asunción, Jorge Zárate

2 comentarios:

Anónimo dijo...

la decision de separar a mario ya estaba mucho antes que el saliera del frente guazu. aplicacaron los supuestos principios sicialistas solamente para la candidatura de mario!! para lo demas los principios no importan. senadores corructos, dirigentes de ongs mas que corructos dentro del FG. hace unos meses ya debatimos que jamas las tres personas que "cranean" dentro del FG. los "testimoniales" van a dejar que un candidato de "televisor" lçles supere een muchos aspectos, es como si los ridiculizara!!! mario no va porque tres personas lo desidiron!! atte amigo chaqueño.

Jorge Daniel Zárate dijo...

Gracias por el comentario, para debatir suelo pedir que la gente se identifique... Saludos...