8 de octubre de 2013

Cartes abre el proceso de privatizaciones


Libreto: el Gobierno ofreció en Nueva York “seguridad jurídica, reglas claras y transparentes, (y) seguridad física para las personas y bienes” de aquellos inversores que quieran llevar sus recetas financieras al país. El presidente Horacio Cartes adelantó que su administración tomará deuda y colocará bonos para presentarse “ante el mundo como un país de oportunidades para invertir y prosperar”. Su ministro de Hacienda abundó: “hoy en día, Paraguay se está vendiendo solo”.
El presidente del Paraguay, Horacio Cartes, reafirmó en Nueva York su voluntad de abrir Paraguay a la inversión extranjera, en momentos en que el Congreso analiza una ley de amplias facultades para la privatización de empresas y de servicios públicos. En su discurso ante el 68º período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), el mandatario presentó al país como una “tierra de oportunidades”, que “no quiere limosnas sino dignificarse a través del trabajo y el estudio”.
El jefe del Estado destacó las “cifras envidiables de la economía paraguaya (…) un país claramente elegible para las inversiones”. Agregó que su Gobierno “está comprometido a ofrecer seguridad jurídica, reglas claras y transparentes, así como seguridad física para las personas y bienes”.
En su discurso ante Naciones Unidas, señaló que “independientemente de las ventajas de la naturaleza, de la energía limpia, renovable y abundante, tenemos una población mayoritariamente joven donde más del 75% tiene menos de 30 años, un sistema impositivo favorable a la inversión y un crecimiento económico claramente superior a las cifras de la región”.
Cartes señaló que la democracia en el país se consolidó en las elecciones de abril pasado, ya que fueron la “conclusión de la prolongada transición democrática de Paraguay”. El mandatario estimó que asumió la presidencia en agosto “en la culminación de un proceso electoral ejemplar, que tuvo su máxima expresión el 21 de abril, en unas elecciones a las que el pueblo acudió libremente y cuyos resultados son incuestionables”.
El jefe de Estado colorado prometió una lucha “sin tregua” contra la pobreza, pero no “por el camino del asistencialismo, sino por la vía de la dignificación humana”. Se comprometió a dar “retorno a la senda del verdadero destino paraguayo de vivir en paz y crecer en armonía con todas las naciones del mundo, principalmente con sus vecinos”, en referencia indirecta al Mercosur.

Viejos amigos
Fuera del ámbito de la Asamblea General, Cartes demostró acercamiento hacia las políticas de Estados Unidos y presentó como un éxito la reunión que mantendría con el presidente de ese país, Barack Obama, en una fecha a convenir. “Obama me dijo que quería tener una reunión y que trabajemos juntos Estados Unidos y Paraguay”, dijo tras el encuentro que tuvo en la cena que el mandatario estadounidense ofreció a los jefes de Estado presentes en la asamblea mundial.
En una de sus actividades en Nueva York, el presidente paraguayo se reunió con el emir de Qatar, Tamim Bin Hamad Al Thani, quien manifestó intenciones de invertir en hotelería. También se avanzó en conversaciones para que la línea aérea de ese país pueda llegar a Asunción.
Por su parte, el canciller Eladio Loizaga se reunió con la subsecretaria de Estado de Estados Unidos para Latinoamérica, Roberta Jacobson, en la sede de la misión permanente de Paraguay ante las Naciones Unidas, en Nueva York. Extraoficialmente se presume que la marcha de la Alianza del Pacífico estuvo como punto central de agenda.
El ministro de Hacienda, Germán Rojas, se reunió con representantes del grupo de inversión y valores Goldman Sachs, del Citigroup, del Banco Credit Suisse y de la agencia calificadora Standard & Poor’s, quienes manifestaron interés en participar en el mercado de bonos emitidos por el Estado  paraguayo, según un comunicado de la presidencia del país. Tras esta serie de encuentros, Rojas dijo que “hoy en día, Paraguay se está vendiendo solo”.
Durante el viaje por Estados Unidos, Gran Bretaña anunció la reapertura de su embajada en Asunción en un encuentro entre su ministro de Relaciones Exteriores, William Hague, con su par Loizaga, quien lo invitó a visitar el país. En paralelo los funcionarios paraguayos dialogaron con empresarios ingleses que propusieron la creación de un club de inversores.
La delegación paraguaya mostró ante los financistas estadounidenses dos proyectos de ley que luego serían aprobados por el Congreso. Una de estas iniciativas es la de responsabilidad fiscal, que limita el déficit anual al 1,5 % del Producto Interno Bruto y sostiene el gasto público para que no exceda a la tasa de inflación interanual más del 4%. La otra, es la llamada ley de “participación público-privada”, que facilita la privatización a través de inversión privada nacional y extranjera en áreas de infraestructura.
El Ministro de Hacienda dijo en la sede principal de Goldman Sachs que el presidente Cartes “renueva ese interés (por tomar préstamos y colocar bonos), no solamente de los organismos multilaterales sino también de la comunidad financiera internacional, de los inversores privados”. E invitó a los inversionistas interesados: “Hay espacios para todos”.
Rojas explicó que la calificación de riesgo de Paraguay “está en proceso de revisión”. Estimó: “nos falta muy poco para llegar al grado de inversión. Significa un salto muy alto en la calidad de créditos paraguayos, y que automáticamente representa, no solamente para el sector privado, sino para el sector público, un acceso más fluido y a menor costo de tasas de interés”.

Leyes preocupantes
La Ley de Participación Público-Privada tuvo sanción automática al quedarse sin quórum la sesión del Senado en la que el cuerpo legislativo estaba haciendo modificaciones al articulado en particular, tras aprobar la norma en general. Durante el debate parlamentario llamó la atención que el propio jefe de bancada del oficialista Partido Colorado, Luis Castiglioni, abandonara la sala de sesiones.
Los senadores del Frente Guasu denunciaron que la norma otorga “un cheque en blanco” al presidente Cartes para dar inicio a un proceso de privatizaciones que no requeriría el acuerdo del Congreso. El artículo 11 de la normativa deja a cargo del Estado los riesgos relativos a las inversiones en materia de infraestructura, en tanto que el sector privado será beneficiado con indemnizaciones y otros privilegios incluso si registra pérdidas por su propia ineficiencia.
La norma no incluye la palabra “concesiones” buscando adrede evitar el precepto constitucional que impide otorgarlas sin acuerdo del Congreso. A tal punto que establece períodos de 30 años prorrogables por otros 10 en concepto de reparación de los daños por hechos “fortuitos” ajenos a la voluntad del participante.
También somete las controversias que pudieren surgir a un “arbitraje” que se especula quedaría en manos del Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi), un organismo del Banco Mundial que rara vez falla en contra de las transnacionales.
La operación en el Senado se dio en el mismo momento en que se reclamaba una declaración de emergencia para cinco departamentos afectados por un temporal de lluvias y granizo que destrozó techos, viviendas y cultivos de poblaciones humildes. El cuerpo ni siquiera consideró la autorización que ya había otorgado la Cámara de Diputados para una ampliación presupuestaria de 20 mil millones de guaraníes (unos 5 millones de dólares), para asistir a unas 70 mil personas afectadas. La propia Secretaría de Emergencia (SEN) admitió que sólo había llegado a asistir con chapas y alimentos a un 40% de los afectados. 
La ayuda, efectivamente, no llegó a todos los damnificados por la tormenta. Ante la Asamblea General de la ONU, el presidente Cartes señaló: “He instalado como prioridad de mi gobierno la lucha contra la pobreza. Es incomprensible que con las riquezas de mi Patria, tengamos la cantidad de pobres que tenemos”.

Desde Asunción, Jorge Zárate

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