15 de octubre de 2013

Todo se paga en Tacumbú

Contundendente informe del Mecanismo de Prevención de la Tortura (MNP). 

“Salvo los adultos mayores y las personas transgénero que cuentan con espacios particulares, el resto es asignado en función de su capacidad de pago. Los internos que cuentan con recursos logran ubicarse en los pabellones de mejor infraestructura”, denunció en su informe sobre la Penitenciaría de Tacumbú el Mecanismo de Prevención de la Tortura (MNP).
El documento explica que “la población pobre vive en condiciones inhumanas, sea bajo el tinglado o en la baldosería. Quienes pueden pagarlas, acceden a celdas dotadas con baños individuales, aire acondicionado y equipos varios, destinados al confort y al entretenimiento: son las llamadas Celdas Vip a las cuales le siguen otras de menor costo y comodidad”, apunta.
“La venta de colchones, camas, sábanas y frazadas está vigente debido a que la provisión de estos enseres por parte del MJT fue suspendida hace dos años”, recuerda para explicar que “el comercio interno es tolerado en el entendimiento de que, en un ambiente de carestía, no puede prohibirse a las personas contar con estos elementos, ya que es la única forma en que pueden satisfacer necesidades básicas que la administración no puede cubrir”.
“Podemos mencionar que adquirir un colchón cuesta originariamente 20 mil guaraníes y es revendido por 5 o 10 mil guaraníes, las frazadas entre 15 y 30 mil guaraníes y para acceder a una celda varía entre los 100 y los 500 mil guaraníes”, recordó Roque Orrego, uno de los miembros del MNP.
Allí se detiene a ver la situación de los “pasilleros” apuntando que siempre están deambulando llevando escasas pertenencias y que “tienen como denominador común una aguda situación de pobreza. El acceso a una celda o lugar en el pabellón cuesta por lo menos 100 mil guaraníes, suma que gran parte de ellos no está en condiciones de pagar”. Al 18 de septiembre pasado habían en el penal 330 “pasilleros”.
Relata a su vez que “proliferan cantinas administradas por internos como también puestos de venta de tortillas y empanadas, preparadas en muchos casos con pedazos de carne rescatada de la comida que entrega el penal. También existen puestos de comestibles que reciben alimentos adquiridos por quienes se dedican a la venta de sustancias prohibidas”, expone el estudio.
Da cuenta que existen unos mil consumidores de drogas como cocaína, marihuana, crack o chespi y que el dinero es lo único necesario para conseguirlas en el penal.
La cuestión sexual sigue la misma regla, el informe consigna que “el uso de las llamadas privadas, habitaciones donde los internos tienen relaciones íntimas con sus parejas es destinada a una caja chica manejada por el director. El mismo explicó que es la única manera de cubrir gastos imprevistos. El monto recaudado es de aproximadamente 15 millones de guaraníes al mes pero ha disminuido a 12 millones pues los internos utilizan como privadas algún recodo de los laberínticos pasillos”, cuenta el informe.
“Las situaciones encontradas son estructurales e históricas y pueden ser calificadas de tratos crueles, inhumanos degradantes y, en algunos casos, configurar tortura. El Estado debe tomar medidas urgentes a corto, mediano y largo plazo para poner fin y lograr que el modelo penitenciario que viola derechos no continúe ni se reproduzca”, concluyó el MNP.

Incumplimiento
“La luz natural y eléctrica es escasa o inexistente en una buena parte del penal y la instalación sanitaria es notoriamente deficiente. A modo de ilustración, cerca de las 400 personas, casi 10% de la población del penal, que habitan los pasillos no tienen habitación y sólo cuentan con 6 duchas, 6 letrinas y una hilera de mingitorios, todos ellos en pésimas condiciones. Las duchas no cuentan con agua caliente”, reporta otro párrafo del informe.
“Debido a que las instalaciones eléctrica están en pésimas condiciones, los internos despliegan cables desde el techo hasta las paredes, pasando por las camas superpuestas para acceder a equipos de uso cotidiano, como microondas, radios, calentadores, ventiladores, heladeras y televisores. La penitenciaría tampoco cuenta con extintores y equipamiento suficiente en la cantidad necesaria. Ante ello, el peligro de cortocircuitos e incendios es permanente”, agrega.
El sector de celdas de castigo, Alcatraz, reune dos celdas que “si bien cuentan con baños, los mismos están colmatados. El hedor invade las precarias instalaciones. En las entrevistas se señala que la derivación de un interno hacia Alcatraz puede ser suspendida mediante un pago que ascendería a 100 mil guaraníes. En conversaciones con internos aislados allí, el MNP tuvo conocimiento que el proceso de castigo no cumple con la normativa jurídica establecida y que constituye una forma de trato cruel, inhumano y degradante. Ningún juez de ejecución controló estas áreas de encierro y de tortura”, expone el reporte.
“El Estado no cumple con la obligación de velar por la calidad de vida de las personas que están bajo su custodia. De ello da cuenta, la situación en la que viven cerca de 4 mil personas privadas de libertad en la Penitenciaría de Tacumbu, el mayor centro de encierro del Paraguay”, concluye el Mecanismo de Prevención de la Tortura (MNP).
Jorge Zárate

A presión

√ Tacumbú alberga el 46% de los presos del país

√ Con una capacidad para 2.202 personas tiene 3.859 internos, un 75% más de la capacidad real.

√ De ellos sólo 762 personas, el 20% tiene condena

√ A pesar de importantes aumentos presupuestarios para el MJT (61,1%) y el MP (155,9%) el número de personas con condena sólo tuvo un incremento del 1,1%

√ Por día egresan entre 12 y 15 internos e ingresan 20 en promedio. Los lunes la cifra de ingresados puede trepar a 35

√ En días de visita el penal recibe unas 2 mil personas y en días especiales hasta 3 mil, sumado a la población, llegarían a 7 mil personas que son custodiadas por 46 guardias.

√ Desde el año 2008 la población penitenciaria creció un 28,83%.


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