17 de noviembre de 2013

Una mayoría quiere políticas de mano dura y tener armas para defenderse

Nota publicada en La Nación, para descargar el informe hacer click en la imagen

Armarse como una forma de defenderse está en la pretensión de un 52,2% de los encuestados para el Informe Regional de Desarrollo Humano. Seguridad Ciudadana con Rostro Humano 2013/14 del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Un número que coincide con otro indicador fuerte: Más de un 75% se mostró de acuerdo con que se apliquen políticas de mano dura con la delincuencia.
A pesar de ello la mayoría considera que la policía debe cumplir con la ley. Así lo manifestó más de un 60% de los encuestados aunque un 34,5% dijo que haría justicia por mano propia.
Los reflejos de una policía cuestionada en su efectividad se hacen notar en el número creciente de guardias de seguridad presentes en el país. Hay alrededor de 450 guardias privados cada 100 mil habitantes, un número mayor que el de policías que es de 350 cada 100 mil habitantes.
Una cuestión que es tomada con preocupación en el informe donde se consigna que “los agentes de seguridad privada de América Latina son los más armados del mundo, con una tasa de posesión de armas por empleado 10 veces mayor que la de Europa Occidental”.
Como dato positivo se expone que hay 16,2 jueces cada 100 mil habitantes una de las tasas más altas del continente aunque la mayoría de la población tiene poco y nada de confianza en la justicia criminal del país.
El informe describe también como la informalidad económica funciona como un escudo para evitar robos y secuestros: “También los empresarios y el sector privado han modificado sus conductas debido a la violencia. Por ejemplo, en casos extremos, los empresarios, especialmente los más pequeños, pueden pasar de la formalidad a la informalidad u ocultar sus ganancias para atraer menos a los criminales. En países donde la corrupción y el crimen han penetrado en las instituciones del Estado, los empresarios temen que los delincuentes accedan a información confidencial de sus empresas para efectos de extorsión. Al esconderse en el sector informal, las empresas pueden gozar del anonimato pues no registran su existencia o sus finanzas ante el Estado”. Agrega que “sin embargo, el aumento de la informalidad niega valiosos ingresos fiscales al Estado, lo que debilita aún más la capacidad de sus instituciones, como la policía y el poder judicial; además, restringe las acciones de las empresas y, muchas veces, su crecimiento”, considera

Preocupación principal
La seguridad ciudadana es una de las principales preocupaciones de los ciudadanos de América Latina. El delito, la violencia y el temor que éstos generan son desafíos que comparten todos
los países de la región, aunque con distintas intensidades. De ahí que el Informe Regional de Desarrollo Humano. Seguridad Ciudadana con Rostro Humano 2013/14 del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) centre su atención en esta modalidad específica, sin negar que una concepción amplia de la seguridad —que integre aspectos como la salud, la educación y la seguridad alimentaria— es la base de la seguridad ciudadana y del desarrollo humano.
Esta consiste en la protección de un núcleo básico de derechos, incluidos el derecho a la vida, el respeto a la integridad física y material de la persona, y su derecho a tener una vida digna.
Igual que en informes anteriores del PNUD, esta concepción está centrada en el bienestar de las personas y considera que la provisión de seguridad ciudadana es un requisito indispensable para su desarrollo humano. Asimismo, subraya el papel central que tiene la vigencia real y la tutela de una serie de derechos humanos que son exigibles frente al Estado. Así, la falta de empleo, la pobreza, la inequidad o la carencia de libertades, por citar sólo algunos ejemplos, son obstáculos directos para la convivencia y la seguridad ciudadana, reporta el estudio.

Desconfianza en la justicia
√ Más de un 60% de los encuestados consideró que debe respetarse siempre la ley

√ Un 34,5% dijo que haría justicia por mano propia

√ Más de un 75% se mostró de acuerdo con políticas de mano dura

√ Un 52,2% dijo que tendría un arma de fuego para su protección

√ En el país hay alrededor de 450 guardias de seguridad privada cada 100 mil habitantes

√ También unos 350 policías cada 100 mil habitantes.

√ Hay 16,2 jueces cada 100 mil habitantes una de las tasas más altas del continente
√ La mayoría de la población tiene poco y nada de confianza en la justicia criminal del país

√ En el país se tienen registradas 361.093 armas. Un 56,1% de los homicidios se dan con armas de fuego (estudios del 2009) y también están presentes en el 27,1% de los robos.

Fuente: Informe Regional de Desarrollo Humano. Seguridad Ciudadana con Rostro Humano 2013/14 del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).


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