22 de diciembre de 2013

Los renovados pesebres del Rey del Barro

Reinaldo Sanabria, un fenómeno de la alfarería. Foto de Aníbal Gauto, publicado en La Nación
Por Jorge Zárate

Hay giros en el arte popular que necesitan destacarse, brisas frescas que ayudan a releer lo propio. De eso se trata la obra de Reinaldo Sanabria, “El Rey del Barro”, un alfarero de 30 años que encontró la manera de presentar una mirada diferente de los tradicionales pesebres paraguayos. Pensó en hacer mil pesebres y ofreció exponerlos en la plaza Uruguaya y generó una movida más que interesante.
“Se me ocurrió que podrían tener vida, entonces puse en uno de los pesebres a María dando de mamar al niño, en otro al San José abrazándolo y luego jugué también con los emplazamientos”, contó el dinámico muchacho.
“Fue increíble como le gustó a la gente y también la repercusión que tuvo en la prensa”, dice mientras cuenta que tiene citas para entrevistas televisivas y todavía no sale de su asombro por la nota que le hiciera la agencia española de noticias Efe. “Rey del Barro Paraguayo bate récord de mil pesebres” la tituló El Comercio de Ecuador, por ejemplo.
Sanabria incorpora a las piezas trozos de ñandutí, o se juega por introducir un pesebre en miniatura en una semilla de Jacarandá, o usa tacuaras y otros elementos para combinar cerámica con otras expresiones del arte popular paraguayo. El resultado es de una belleza particular.
Pero no se queda allí, también tiene mucho de showman: “Para esta muestra de los mil pesebres se me ocurrió que podría moldear uno mientras cantaba un villancico, así que me hice acompañar por un amigo en la guitarra y me salió bien, fue muy emotivo para mí y para el público que es lo importante”, cuenta.
Este aspecto mediático que tiene su capacidad de hacer piezas a gran velocidad, le dieron un lugar destacado en programas televisivos que él aprovechó para hacer crecer las posibilidades de este oficio del que vive hace unos 10 años.
“También me preocupa que la gente pueda comprar las piezas, por eso las ofrezco desde 20 mil guaraníes, es importante que la gente pueda tener un pesebre, no sólo que lo venga a mirar y sabemos que no hay mucha plata por la calle”, dice.
“Me llamo Reinaldo y la mayoría de mis amigos me llaman Rey... y como hago alfarería, en un grupo de baile que teníamos bromeando me decían “Rey del Barro”... y bue... me gustó”, contó sobre el origen de su particular nombre artístico.

Un paseo en Lambaré
Hiperactivo, el Rey del Barro tuvo una idea. “Se me ocurrió hacer un Paseo del Barro en Lambaré, ciudad en la que vivo desde hace unos años porque soy de Itapúa”, cuenta. Así fue que en as calles Arasá y Paz del Chaco, pudo desarrollar una historia de la ciudad con burreritas, galoperas, con el Cacique Lambaré, la India Juliana, con pájaros típicos y una ornamentación que llama a visitar un espacio de recreación. Con el apoyo de la municipalidad espera también poder montar un taller de alfarería en la zona “para enseñarles a los más chicos” y poder seguir trabajando en “aportes solidarios a la comunidad. Hicimos un festival muy importante gracias a la colaboración de Juan Cancio Barreto y otros grandes artistas para juntar fondos y alimentos para el Hospital de Itauguá y estoy formando una ONG para estos fines”, comentó.  

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