5 de enero de 2015

Colas en la frontera Falcón-Clorinda: La pesadilla de viajar a Argentina


Cola de 500 metros para cruzar la frontera entre Paraguay y Argentina... el viejisimo y obsoleto puente... y la mentalidad argentina de agredir a los vecinos...igual de vieja, igual de absurda
Mal trato, desidia, desconsideración, todo junto, en un punto de frontera. Acciones que dan una sensación de hastío que hacen risibles todas las declaraciones de presidentes cada vez que se reune Mercosur o Unasur. Más de 6 horas de espera si se va en ómnibus, un poco menos en automóvil, para cruzar la frontera de países que supuestamente viven un proceso de integración.
Así se vive en la frontera entre Puerto Falcón y Clorinda el paso por el puente San Ignacio de Loyola, este viejo puente militar Acrow de 70 metros de largo y 8 de ancho que tiene más de 50 años de instalado y que en abril pasado sufriera una fisura que lo puso al borde del colapso.
“Vergonzoso... es posible que el cruce a dos países tan importantes sea tan precariamente arcaico de solo dos vías!. Solo ese puentecito? Che!!! Por lo demás siempre buen trato de parte de mis compatriotas paraguayos y argentinos. Me gustaría mi gobierno, el de Argentina se ocupe más de los.pasos que ocupamos los pobres que andamos en auto o en cole y no en avión”, señaló Luciana Stanicio, una viajera que pasó más de una hora y media haciendo cola bajo el sol del mediodía de este enero naciente.
Las explicaciones de los oficiales de la Gendarmería, la Aduana y Migraciones de Argentina se caen de absurdas, de inconsistentes y están claramente basadas en antiguos prejuicios que los funcionarios no pueden ocultar.
Para entenderlo basta señalar que en la cola también quedaron atrapados aunque sólo por poco tiempo, personas que se dirigían a Clorinda con la intención de hacer compras. Un mínimo de sentido común haría diferenciar las personas que viajan con destinos más lejanos que las que sólo estarán por la tarde y regresarán. Ni siquiera eso.
Ambos países tienen responsabilidad porque no existe un centro de controles unificado, como resultado del proceso de “Integración”, que esté a la altura de las circunstancias. Todo se tiene que hacer doble en una pérdida de tiempo inadmisible en la era de la informática.
Este paso, es la cruda imagen de cuestiones de fondo de ambos países: del viejo prejuicio argentino y la del poco respeto del gobierno por sus ciudadanos en Paraguay.

Puentes prometidos
Luego de que fuera cerrado al tránsito por fisuras en la estructura del Puente San Ignacio de Loyola a mediados de abril del año pasado, Argentina y nuestro país se apuraron en firmar los estudios de factibilidad para la instalación de un puente entre Asunción y Clorinda y otro entre Ñeembucú y Puerto Bermejo. A fines de este enero deberían conocerse el resultado de los mismos. El nodo 1, entre Clorinda y área metropolitana de Asunción está a cargo del consorcio argentino-paraguayo Serman Consulpar, con un costo de USD 521.337. El nodo 2, Ñeembucú-Río Bermejo, fue designado a CSI Ingenieros, de Uruguay, por un monto de USD 498.951. Este segundo proyecto incluye una conexión ferroviaria y los estudios fueron financiados por el Fondo Financiero para el Desarrollo de la Cuenca del Plata (FONPLATA).
Jorge Zárate

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