Arquéologos hallaron huesos de más de
2 mil años cerca de Bahía Negra.
Los Anabsoro eran gigantes
de hasta 5 metros que fueron buenos amigos de los Chamacoco,
convivían, se ayudaban, hasta que un día se pelearon a muerte,
quizá por territorio.
Vencieron los Ishir
Yvytoso, como le gusta a los indígenas Chamacoco que habitan el Alto
Paraguay que se los llame.
Los enterraron en un sitio
cercano a la comunidad de Karcha Bahlut, ubicada a unos 15 kilómetros
de Bahía Negra de acuerdo a lo que generación tras generación, por
tradición oral, se fueron transmitiendo estos hombres de vida
fabulosa, siglo tras siglo, como cuenta el cacique Bruno Barras.
“No sabemos si los
huesos son de los gigantes o no, si sabemos que tienen más de 2 mil
años, cuando nosotros pensábamos toparnos con huesos del período
pre-colonial”, contó Gherardo La Francesca, el arqueólogo que
coordina de la investigación.
“En Italia hacemos los
estudios para determinar si estos restos pueden confirmar la
tradición oral, sería fascinante”, dice durante la presentación
del tema en una conferencia en la embajada de Italia. Allí
acompañado del cacique Barras; la ministra de Cultura, Mabel
Causarano y la embajadora de Italia, Antonella Cavallari, contó que
la expedición que encabezó en 2013/14 seguía los pasos del
etnógrafo italiano Guido Boggiani (1861-1901) que murió justamente
en manos de los Chamacoco.
Así llegó hasta lo que
sería el sitio de una necrópolis sagrada donde hallaron dos huesos
que se enviaron a analizar a Roma con el método carbono 14
lográndose el sorprendente hallazgo. Así lo meramente etnográfico
derivó en arqueológico con el apoyo del Centro de Estudios
Antropológicos de la Universidad Católica (Ceaduc) y la Universidad
de la Plata (Argentina).
“Necesitamos hacer una
nueva excavación que queremos sea con profesionales paraguayos, para
poder transferir conocimientos y experiencias”, dijo La Francesca.
Es que este hallazgo sería
apenas una porción mínima de todo lo que contendría el cementerio
a más o menos cinco metros bajo tierra junto a diferentes objetos y
piezas.
“Los Anabsoro y los
Chamacoco comían un molusco de río, así que se los enterró con
muchas conchas, es un hallazgo más que interesante que podría
deparar sorpresas”, apuntó. “Según su leyenda, los Anabsoro
les enseñaron a los ishir chamacoco técnicas avanzadas como la
caza, pesca, recolección de frutos. Pero las relaciones empeoraron y
los chamacoco mataron a los Anabsoro, que quedaron enterrados en el
lugar”, señaló el arqueólogo italiano.
Está previsto que los
huesos que se encuentran en Roma, sean trasladados a Asunción para
quedarse en la capital paraguaya, dijo Causarano, recordando que se
dará participación en la nueva expedición de los arqueólogos del
Consejo Nacional de Investigación italiano a las autoridades
departamentales de Alto Paraguay.
Jorge Zárate
Tierra de misterios
Fue Branislava Susnik la
responsable de los últimos hallazgos arqueológicos en el Chaco, un
sitio todavía bastante inexplorado en ese sentido. Este grupo de
italianos quedó fascinado con la colección de arte plumífero que
recolectó Guido Boggiani en el siglo diecinueve y que finalmente
donara al Museo Pigorini de Roma, institución que impulsó la venida
de la misión. “La disposición de las plumas ayudaba en las danzas
para atraer la lluvia, o para la fertilidad”, explicó La Francesca
que le contó el cacique Barras. Para el sabio jesuita Bartomeu
Melia, “este evento abre algunas posibilidades para la
investigación que ojalá tenga la buena predisposición del
gobierno, ya que es importante entender que a medida que se busca, se
encuentra y estos territorios sagrados generan derechos e impiden
después la venta compulsiva de las tierras que parece ser el plan
que se lleva adelante en el Chaco”.
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