La llegada de marines a Paraguay por el proyecto Hidrovía alertó a los gobiernos de la región |
El gobierno de Horacio Cartes pretende desarrollar una buena relación con Donald Trump. Lo expresó el Canciller, Eladio Loizaga, al señalar que la “relación (con Washington) está en su mejor nivel y seguirá así”. Admitió que la victoria del magnate provocó una convulsión pero luego se mostró atento al tono “conciliador” que tuvo el vencedor en su primer discurso tras la victoria del 8 de noviembre.
Desde su llegada al gobierno, en agosto de 2013, Cartes estableció nuevos compromisos económicos y comerciales con Estados Unidos, reactivó viejos proyectos y profundizó los existentes. También existen nexos poblacionales: de acuerdo a datos de la Embajada de Paraguay en Washington casi 50 mil paraguayos viven en Estados Unidos. Se estima que de ese total unos 10 mil estarían indocumentados.
Según el razonamiento del Ejecutivo paraguayo uno de los puntos que permitirá confirmar esa “continuidad” es el intento de hacer ley el polémico Memorándum de Entendimiento Adicional al Convenio General de Asistencia Económica y Técnica firmado entre ambos países a mediados de 2015.
Este acuerdo compromete la asistencia técnica del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos (Usace) para asesorar en un proyecto de dragado y obras en la Hidrovía, ruta central de las exportaciones de este país meditarráneo.
La Hidrovía está conformada por los ríos Paraguay y Paraná. Permite el paso de barcos y barcazas de diferente calado y la salida hacia el Océano Atlántico. Se inicia en Puerto Cáceres, en el estado brasileño de Mato Grosso y desemboca en el delta del Paraná, frente al puerto de Nueva Palmira, ubicado en el departamento uruguayo de Colonia. Su longitud total es de 3.442 km y atiende a las principales cuencas productivas, económicas y poblaciones de Brasil, Paraguay, Argentina y Uruguay e indirectamente a Bolivia, que tiene varios acuerdos con estos países para la salida de sus productos.
“Es una necesidad que tiene el país desde hace años”, expuso a la prensa el director de la Marina Mercante, Ronald Zayas, uno de los impulsores de la concreción del acuerdo, en conjunto con el ministro de Obras Públicas, Ramón Jiménez Gaona. “Este acuerdo con los americanos (sic) no es una consultoría. Es una transferencia de tecnología, de venir a enseñarnos a hacer un plan maestro de lo que tendremos que hacer en el río, a lo largo de 20 años”, insistió Zayas.
La idea ya figuraba en el Convenio signado el 26 de septiembre de 1961, durante la tiranía de Stroessner. La administración de Cartes, claramente alineada a Washington, reavivó la iniciativa 55 años después. Según el documento, las tareas serán encaradas por el Ministerio de Obras Públicas, la Administración Nacional de Navegación y Puertos y los militares del Usace, de Estados Unidos. El Plan Maestro referido tiene un presupuesto de 16,5 millones de dólares.
La inminente llegada de los marines, aunque sea detrás de obras civiles, alertó a más de un gobierno de la región y a diferentes movimientos políticos y sociales. Argentina fue el primer país en poner reparos y consiguió mediante una nota enviada en octubre pasado por su embajador en Asunción, Eduardo Zuaín, que la Cámara de Senadores detuviera el tratamiento del proyecto que venía apurado por la presión del gobierno y empresarios.
Antes de eso únicamente en la Comisión de Legislación, Codificación, Justicia y Trabajo, se produjeron dos dictámenes: uno por la aprobación y otro, por el rechazo. Las otras seis comisiones que analizaron el proyecto del Ejecutivo aconsejaron la aprobación sin modificaciones.
Ante el incidente el canciller Loizaga mostró su enojo con el embajador argentino Zuaín: “Debe limitarse a cumplir sus funciones conforme a lo establecido en la Convención de Viena”, dijo. Luego mantuvo una conversación con su par argentina Susana Malcorra y bajó el tono de confrontación.
Diez gremios empresariales remitieron una nota al Senado en la que expresaron su apoyo a la concreción del acuerdo. El convenio generará varias licitaciones que ya cuentan con muchos interesados. “Debemos destacar que el Usace es la organización con mayor trayectoria a nivel mundial sobre este tipo de estudio y además es una entidad sin fines de lucro dependiente del gobierno americano, por lo que es condición que el acuerdo sea necesariamente de gobierno a gobierno”, señala el texto. En la carta los empresarios aseguran que “países como China, Colombia e inclusive Brasil han recurrido a la experiencia y conocimiento en el tema de manejo de recursos hídricos”.
En defensa del acuerdo con Estados Unidos los empresarios agregaron que en los últimos 20 años el 85% del comercio de ultramar se realiza por esta vía Paraguay-Paraná. Informaron que “esto produjo el surgimiento de 35 puertos privados en el río Paraguay y provocó que la flota fluvial de este país sea hoy la primera en Suramérica y la tercera a nivel mundial”. Señalaron que en Paraguay existen 46 empresas armadoras de bandera paraguaya y el surgimiento de 13 astilleros navales “únicos en la región por tecnología y desarrollo, que crearon a su vez más de 50 mil puestos de trabajo”.
El presidente del Centro de Armadores de Paraguay (CAP), Juan Carlos Muñoz, comentó: “Actualmente nos lleva al menos 40 días pasar desde Corumbá, Brasil, hasta Palmira, Uruguay, y si eso se logra reducir al 50% tendremos una flota dinámica eficiente. Para eso necesitamos ríos señalizados, puertos con mayor capacidad de carga, terminales con menor burocracia, todo esto permitirá un crecimiento estimativo para 2030 de transportar aproximadamente 40 millones de toneladas anuales”.
Exportación de carne
Otra antigua ilusión de los ganaderos es poder vender carne a Estados Unidos que desde hace al menos 20 años viene restringiendo el ingreso mediante barreras para-arancelarias. El presidente de la Asociación Rural de Paraguay (ARP), Luis Villasanti, dijo que están a punto de cumplir las exigencias impuestas por la administración Obama para admitir el producto.
Paraguay exporta carne a más de 40 países y pretende convertirse en el quinto exportador de carne bovina del mundo para 2020, pero no hay muchas esperanzas de que los estadounidenses compren más que la cuota Hilton. No hay certezas sobre los posibles cambios que pueda aplicar el gobierno de Trump a favor o en contra de esta intención exportadora.
El presidente de la Cámara de Comercio Paraguayo Americana, Daniel Elicetche, consideró que el rubro cárnico y productos orgánicos tendrían potencialidad en el mercado norteamericano. “La Cámara busca un mayor intercambio y más dinamismo en la balanza comercial, puesto que es desfavorable para el Paraguay. El principal producto exportado al mercado norteamericano es el azúcar orgánica, que acapara el 60% de los envíos; luego también pueden apuntarse el sésamo, las oleaginosas, madera, un poco de yerba, pero todo más atomizado y en pequeñas cantidades”, refirió.
La presidenta de la Cámara Paraguaya de Empresas Maquiladoras, Carina Daher, celebró la exportación de juguetes caninos a Estados Unidos. “Solo necesitamos reglas claras, no importa el gobierno que esté de turno (…) nosotros ya estamos trabajando con ellos y no nos afectará”, dijo sobre las ideas del entrante gobierno republicano.
Energía
El director paraguayo de la represa Itaipu Binacional, James Spalding, (exembajador de Paraguay en Estados Unidos), exhibió en la Universidad Columbia de Nueva York las ventajas que se ofrecen en torno a la energía limpia: “Itaipú. Energía limpia y renovable para el desarrollo sustentable”, se denominó su ponencia. Allí recordó que la central hidroeléctrica, la segunda más grande del mundo, con una capacidad instalada de 14.000 Mw, alcanzó en los 10 meses del año una generación acumulada de 85.906 Gw/h, 4,2% más que el mismo periodo del 2013, año en que se alcanzó un récord mundial.
“Si se mantienen las condiciones actuales, Itaipú superará este año 100.000.000 de Mwh por primera vez, estableciendo un nuevo récord mundial”, dijo. Por más de 32 años, la represa que Paraguay comparte con Brasil produjo alrededor de 2,4 mil millones de Mw/h de energía limpia y renovable. Paraguay sólo utiliza lo que producen 2 de las 20 turbinas que tiene la hidroeléctrica.
Otra antigua idea de la diplomacia paraguaya es convencer a los estadounidenses cuyas empresas figuran entre las grandes consumidoras de la energía que produce Itaipú en la zona industrial de San Pablo, que instalen alguna fábrica electrointensiva en este país. Esto permitiría el uso de la energía de las 10 turbinas que le corresponden a Paraguay y que en la actualidad se venden a precio de costo a Brasil, merced a las leoninas cláusulas del tratado que permitió la construcción de la megaobra.
Desde Asunción, Jorge Zárate
No hay comentarios:
Publicar un comentario