7 de abril de 2010

Estados Unidos y Colombia tras un supuesto brazo de las Farc

Escalada: una queja por escrito del Ministro de Defensa a la embajadora de Estados Unidos por organizar un almuerzo en el que se realizaron críticas al presidente Lugo, derivó en una feroz ofensiva de la derecha contra el funcionario. Buena parte de la oposición, incluso algunos aliados en el Gobierno, condenaron el método y las palabras del ministro, general Luis Bareiro Spaini. Washington esgrime una supuesta lucha contra un grupo armado para intervenir militarmente en Paraguay a través de militares colombianos. El vicepresidente, Federico Franco, invitado estelar a la polémica reunión, cuestionó al jefe de Estado delante de delegados civiles y militares de Washington en Asunción.
Luis Bareiro Spaini se plantó frente a la embajada de EEUU. Un acto de valentía que aprobó la ciudadanía.

 Un almuerzo de militares estadounidenses con figuras políticas y de las Fuerzas Armadas del Paraguay, al que asistió el vicepresidente Federico Franco, derivó en una crisis donde estuvieron en juego la política exterior del gobierno del presidente Fernando Lugo, la difícil convivencia con los supuestos aliados liberales y la propia cabeza del ministro de Defensa, general Luis Bareiro Spaini. El incidente motorizó, una vez más, el alineamiento entre los sectores más radicalizados de la derecha paraguaya que intentaron en vano desplazar al funcionario, que además había cuestionado la cooperación ofrecida por el gobierno colombiano en materia de seguridad. El ministro Bareiro Spaini denunció que en esa reunión, realizada el 19 de febrero en la embajada de Estados Unidos en la capital paraguaya, los delegados de Washington analizaron con sectores de la derecha algunos aspectos relacionados con cuestiones internas del país y que el vicepresidente Franco desmereció "de forma sarcástica y denigrante, la función y tareas del presidente Lugo".
En una carta enviada a la embajadora estadounidense en Asunción, Liliana Ayalde, el funcionario relató que, durante la reunión, los asistentes le hicieron preguntas al vicepresidente para tantear qué posibilidades de triunfar tendría un pedido de juicio político al presidente Lugo. Como se sabe, este mecanismo institucional es una de las armas que esgrime la oposición en su intento de derrocar al Jefe del Estado. Al ser informado por su viceministro Cecilio Pérez Bordón, que asistió al encuentro, el general Bareiro decidió enviar la misiva en la que, entre otras cosas, acusaba a la Embajadora de cometer "el error inexcusable Ðsólo admisible en diplomáticos primerizosÐ de haber invitado en forma conjunta a compartir la misma mesa de agasajo a personas notoriamente enfrentadas por sus ideas, actitudes y opiniones sociopolíticas, absolutamente opuestas e irreconciliables" (en referencia a la radicalizada ofensiva contra el Gobierno de algunos sectores de la derecha paraguaya).
El Ministro de Defensa agrega que "un claro ejemplo de esta situación han sido las palabras del vicepresidente Federico Franco, presente en la reunión y también partícipe de la misma mesa que, en su condición de público, notorio y acérrimo enemigo y cuestionador del presidente Fernando Lugo con rencor y cólera evidentes, pretendió desmerecer de forma sarcástica y denigrante la función y tareas del presidente Lugo". La nota a la representante de Washington en Asunción, advierte que "en caso de resultar un gesto intencional de mala fe, pone en grave e innecesario riesgo las ya de por sí difíciles, aunque felizmente todavía no conflictivas, relaciones entre los gobiernos del Paraguay y Estados Unidos".
Pero el vicepresidente Franco, del Partido Liberal Radical Auténtico, aclaró que, "en ningún caso se habló, ni mucho menos fue iniciativa de la embajadora de los Estados Unidos, del tema político ni de nada parecido al del juicio político". Y aseguró que "el monotema del almuerzo fueron las declaraciones que justamente ese día hizo el Ministro de Defensa respecto al tema de Colombia que también tomó carácter público". Franco hizo referencia a declaraciones de Bareiro Spaini en las que decía que el Ministerio de Defensa no necesitaba de asesores extranjeros, en relación a una colaboración ofrecida por Colombia para combatir al llamado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), una supuesta extensión de las Farc que el Gobierno rastrea en las selvas de tres departamentos.

Reacciones y acciones
La carta del Ministro a la embajadora de Estados Unidos generó una fuerte reacción opositora, pero también despertó el aval de sectores que creen que, efectivamente, en el polémico almuerzo se hicieron críticas al presidente Lugo y que alguien del Gobierno debía ponerle freno a la injerencia de Washington en los asuntos paraguayos. El diputado Sebastián Acha, del opositor Patria Querida, dijo que "la irresponsabilidad del Ministro al elaborar el comunicado fue para «cepillar» (halagar en idioma popular paraguayo) a Hugo Chávez", e ironizó: "no sea que se enoje, porque nosotros nunca vamos a estar con Colombia, es una cuestión no menor". Otro legislador opositor, Cándido Aguilera, dijo que el Ministro "metió la pata hasta la maceta. Se equivocó groseramente, primero con el gobierno colombiano y luego con el gobierno de Estados Unidos".
Pero los cuestionamientos llegaron incluso desde dentro de las propias filas oficialistas. La diputada del Partido Democrático Progresista, Desireé Masi, esposa del ministro del Interior, Rafael Filizzola, que construyó el acuerdo para el asesoramiento colombiano, pidió la destitución del Ministro: "Se ve que Bareiro Spaini tiene el respaldo del Presidente y de algunos partidos políticos de izquierda que, por lo visto, vale más que la imagen del país". Sin embargo la reacción popular fue para defender al Ministro. Como pudo notarse en las encuestas de los sitios web de los principales periódicos de Asunción, la postura de Spaini fue aprobada con más del 65% en algunos casos. Los partidos de izquierda, agrupados en el Espacio Unitario Popular (EUP), también manifestaron su respaldo en un documento en el que señalaron que "conocemos la gravedad de los últimos hechos (como el secuestro durante 94 días del ganadero Fidel Zavala a manos del Ejército del Pueblo Paraguayo) que se han perpetrado en nuestro país y en este sentido, apostamos a que las fuerzas de seguridad, con la colaboración y la vigilancia de organismos de derechos humanos y movimientos sociales, lleven adelante la tarea de enfrentar y derrotar al crimen organizado, respetando nuestra soberanía y los derechos humanos que los nuevos tiempos democráticos requieren y por los cuales nos hemos pronunciado la mayoría de los paraguayos y las paraguayas el pasado 20 de abril de 2008".
En el mismo sentido se pronunció el titular del Partido Comunista Paraguayo (PCP), Ananías Maidana, que en esa semana fue condecorado con la Orden Nacional del Mérito en el Grado de Gran Cruz, por el presidente Lugo: "Hay que rendir homenaje a los institucionalistas militares, a los que están tomando la postura digna y patriótica en defensa de la soberanía nacional, tras lo cual pidió hacer llegar el sentimiento de solidaridad al Ministro de Defensa". También la Mesa de Organizaciones Campesinas (Mcnoc) hizo lo propio: "Ahora los golpistas y entreguistas atacanÉ y piden su destitución porque este compatriota defiende la soberanía y la dignidad nacional y al proceso de cambio iniciado y marcado por nuestro pueblo el 20 de Abril de 2008". Calificaron como "valiente posición patriótica del ministro de Defensa Luis Bareiro Spaini" y le pidieron "que continúe firme sin ninguna vacilación en la defensa de la soberanía nacional y más todavía ante el imperialismo norteamericano que está acostumbrado a intervenir en los asuntos internos de los países, como el Plan Colombia". La Mcnoc agregó que "no es extraño que el imperialismo norteamericano, respalde abiertamente la conspiración contra el presidente Lugo, contra el proyecto de cambio democrático, patriótico y progresista, porque recientemente ha a poyado el golpe de Estado para el derrocamiento del presidente de Honduras, Manuel Zelaya".
Desde Asunción, Jorge Zárate

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