12 de junio de 2012

Ricos del Chaco podrían aportar más de 200 millones de dólares al fisco


A propósito de la Paz del Chaco y sus festejos
Justo Martínez, Arsenio Benítez y Gavino Ayala. Veteranos de la Guerra. Foto de G.Irala/Ultima Hora
Hubo 31.500 muertos y desaparecidos paraguayos durante la Guerra del Chaco. Todavía sobreviven unos 1.800 veteranos de guerra según los cálculos más optimistas y cada 12 de junio o 29 de septiembre es un ritual volver la mirada hacia sus rostros ancianos, sus uniformes, sus historias de vida, sus medallas y regresar todo al arcón de los recuerdos.
Para qué pelearon, sigue siendo la pregunta.
El Chaco o la Región Occidental constituye el 61% del territorio paraguayo y tiene una densidad poblacional de 0.4 habitantes por kilómetro cuadrado.
Allí se viene repitiendo en la propiedad de la tierra el esquema latifundiario de la Región Oriental en un país en el que existen 300 mil campesinos sin tierra.
Es el lugar donde sobreviven los Toba, Maka, Chamacoco, Ayoreo, Guaicurú, Enxet y Chiriguanos.
Los Ayoreo están siendo desplazados con el avance a topadora limpia que destruye sus bosques ancestrales de parte de “colonos” brasileños en Alto Paraguay. El estado, todos esos que desfilaron ayer, hacen muy poco por detener esta barbaridad.
En el Chaco también hay ganadería de alta genética y explotación medieval de los trabajadores, petróleo y gas en el subsuelo en cuya prospección no interviene Petropar, la actividad industrial lechera de los menonitas que siguen sin pagar los mismos impuestos que otros productores.
Todavía no se comenzaron las obras del acueducto.
Aquí unos cálculos de Julio Cesar Valiente del M-20 que alientan un camino posible para corregir tanta injusticia:
El 90 % de la superficie del Chaco Paraguayo pertenece a aproximadamente 2 % de la población total del Chaco. Con excepción de los menonitas, la gran mayoría de ese 2 % vive en Asunción, Brasil, Uruguay, Corea y Alemania.
Esta gente paga en promedio una tasa impositiva de 0,12 centavos de USD por hectárea anual, por sus tierras en el Chaco. Si se pagara 1 USD por hectárea, por año, que es nada comparado con los países vecinos (en Uruguay se paga un impuesto a la concentración de inmuebles rurales -ICIR, de entre 12 a 16 USD por hectárea), se podría recaudar 20 millones de USD/año, por los aproximadamente 20 millones de hectáreas que están en manos de esta gente.
Aplicando las tasas uruguayas a estos 20 millones de hectáreas de ricos paraguayos presentes y ricos extranjeros ausentes, se podría recaudar entre 200 y 250 millones de USD por año, cifra que se acerca a la compensación por energía vendida a Brasil”.
Apenas algunos datos para mover a la reflexión en estos formales festejos de la Paz del Chaco. Para buscar darle sentido a tanta pompa y circunstancia, para que no sea apenas una gala más del conservadurismo atávico, para que tengan sentido tantas vidas sembradas en suelo chaqueño.


Jorge Zárate

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