2 de agosto de 2013

9 Aniversario del Ykua Bolaños “La justicia se vendió por monedas”

Cheques del Banco de la Impunidad para los jueces de la causa.
Foto de Roberto Ovando/La Nación
En un sentido manifiesto las víctimas y familiares del Ykua Bolaños calificaron al intento de los abogados de Paiva de quitarlos del memorial “como el último arrebato de estos carroñeros” señalando que el local “ya fue pagado con nuestros 400 muertos”. Insistieron en la necesidad de que el terreno del edificio siniestrado sirva para la memoria nacional. “Tenemos que demostrar que la justicia no es un privilegio para quien la puede comprar”, señalaron al tiempo de presentarse en el escenario con billetes cubriendo sus bocas y con unos cheques ficticios del “Banco de la Impunidad” librado a favor de los jueces de la causa con la firma de Juan Pío Paiva.
Los condenados recibieron penas menores que muchos abigeatos, se recuerda, Daniel Paiva, hablando por celular a salvo, en la vereda de en frente al local que se incendia, ordenando cerrar las puertas en la memoria popular.
¡Cuatrocientos muertos, eso no se olvida, no se queda impune!”, cantó la gente emocionada interrumpiendo la lectura del manifiesto. “¡Las puertas se cerraron, los Paiva lo ordenaron!”, otro cántico emblemático también se encendió un tanto cuando se recordaba cómo jueces y fiscales intentaron sostener que las puertas del supermercado no se habían cerrado con mil y una tretas que fueron desmontadas por la lucha persistente por verdad y justicia de este colectivo ejemplar.
¡Poder Judicial, corrupto y criminal!”, se escuchó.
Emotivo discurso de Ña Pancha recordando la desaparición de su hija y sus tres nietos en ese fatídico instante. Su rezo recuerda que somos todos un mismo cuerpo, una idea que se hace presente cuando a las 11.25 suenan las sirenas de las autobombas y las lágrimas cubren los rostros de la mayoría de la concurrencia.
Solidaridad”, piden y recuerdan la matriz de injusticia que se repite con las víctimas del marzo, con los soldados muertos en el servicio militar, con los más de un centenar de campesinos muertos en la lucha por la tierra, con los familiares y víctimas de la masacre de Curuguaty.
En los cantos, en los llantos, se siente que este coraje cívico de los vecinos de Trinidad crece y es ejemplo para la lucha profunda de reformar la justicia, condición indispensable de un país mejor.

Repudiaron ausencia de Samaniego
Nos envió una carpeta con cuatro hojas como toda respuesta a la ciudadanía sobre la seguridad de los edificios”, se quejaron las víctimas y familiares al explicar la ausencia del intendente Arnaldo Samaniego durante el acto del 9 recordatorio de la tragedia del Ykua Bolaños. También condenaron “la pretensión del gobierno que asumirá próximamente de proponer como candidato al Consejo de la Magistratura al ex intendente Enrique Riera, que nunca hizo nada por nosotros, que nunca vino a dar la cara”, indicaron. 

Que la plata no nos separe”
Los invito a reflexionar con buen espíritu sobre la situación que estamos pasando porque fue la plata, el afan de lucro, lo que provocó esta masacre y es por la plata que hoy se pretende dividir esta lucha”, dijo Carmen Rivarola de la Coordinadora de Víctimas de la tragedia del Ycuá Bolaños. Las recurrentes trabas judiciales interpuestas por los abogados de Juan Pio Paiva, que era dueño del supermercado, al igual que en el juicio penal, impidieron que el procedimiento de demolición del edificio pueda concretarse. En el juzgado existen varias acciones impulsadas para evitar ejecutar esta ley. Uno de los planteamientos de los abogados Luis Escobar Faella y Raúl Netto Parodi, es que el Estado abone 2 millones de dólares a Paiva, cuestión para la que trabajan buscando convencer a otros nucleamientos de familiares y víctimas. Rivarola recordó que merced a la ampliación de la ley todavía resta resarcir a los abuelos y hermanos “por lo que están quedando unas 100 personas sin cobrar las indemnizaciones del estado y también falta resarcir a los trabajadores”, expuso.

Jorge Zárate 

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