“El
sonido, el arte que tienen, es como leer un libro”, describe
Antonio Espínola. La ceremonia de la escucha del disco de vinilo
tiene algo de antiguo, de ritual, que ellas y ellos disfrutan de
celebrar. A su lado, Mónica De los Santos cuenta que comenzaron a
feriar en diciembre del 2016 en la primera edición de “Asu en
Vinilos” en la que se dieron a vender y comprar discos de Heavy
Metal, “que son nuestros favoritos”.
En la era del
“streaming”, de los increíbles ultracomprimidos archivos
digitales en que se escuchan hoy, la música que sale de
las dos bandejas montadas en el centro de la Plaza Infante Rivarola
llama la atención de la gente. Es que el sonido del vinilo tiene
una amplitud y generosidad que las nuevas tecnologías todavía no
alcanzaron.
Marcelo Veiga,
organizador del evento, cuenta que el mismo viene creciendo porque
“en las familias estuvo el disco, todavía hay quienes conservan
materiales que aquí pueden venir a comercializar y también hay un
resurgimiento del uso de las bandejas”, expone.
Los discos se
consiguen desde 30 mil guaraníes hasta casos excepcionales como un
disco con las grabaciones originales de Agustín Pío Barrios
“Mangoré” compiladas en una edición estadounidense que permitía
escuchar en 33 Revoluciones por minuto (RPM) lo que nuestro genio de
la guitarra editó en la época en que se usaban las 78 RPM. “Una
joya, un disco muy raro, lo vendí por 600 mil guaraníes”, cuenta
Fernando Verón y muestra otras tapas de discos estadounidenses,
ingleses, brasileños y argentinos.
“También
la gente pide discos de músicos nacionales, todo Aftermads y los 80´
salen a full, también se piden mucho los discos de Luis Alberto del
Paraná”, cuenta Veiga. Básicamente clásicos del rock mundial y
latinoamericano, pero también jazz, bossa y pop en su más amplia
acepción se encuentran en las cajas de los feriantes que la gente
revisa con la parsimonia a la que invita el objeto. Rubén Benítez
tiene una colección personal de 180 discos y cuenta que entre los
coleccionistas se van buscando piezas especiales. “Hay una
reedición española de un disco que hicieron los Iodi, unos hermanos
de padres alemanes que ahora se busca mucho, también es muy querido
el de los Pro Rock Ensamble, “Música para los perros”, que es un
clásico de la discografía nacional”.
El universo de las
bateas revive en “Asu en Vinilos”, la feria que se realiza todos
los primeros sábados de cada mes. Para nostálgicos, para nuevos
fans de esta sana locura.
Jorge Zárate
Fotos de Pánfilo Leguizamón publicadas en La Nación.
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