Graciela luchó por seguir adelante con una tradición de su familia paterna, vivir en los barcos |
“La libreta de navegación dice: Don Graciela Beatriz Santos,
imaginate”, dijo esta mujer de 28 años, que es la primera marinera
habilitada oficialmente en el país. Su caso tomó relevancia por un
episodio de discriminación que vivió cuando intentó homologar el título
que obtuvo en Uruguay, donde estudió entre los años 2012 al 2016 para
recibirse de Oficial Fluvial y Patrón de Cabotaje, certificado que le
permite navegar hasta 50 millas náuticas de la costa en el mar y en los
ríos interiores.
“Me trataron mal en la Prefectura, los denuncié, hubo cambios y ahora
me facilitaron la libreta de navegación como marinero, aunque todavía
espero la homologación de mi título. A algunos les salió en 2 años y
medio, otros 3 años”, comentó. “Le agradezco a la Prefectura, porque en
este segundo intento, en menos de un mes me otorgaron la libreta, en
todo momento me trataron de manera impecable y me explicaron que no me
daban los documentos porque las leyes están viejas y es cierto, ¡hay
normas que se aplican para buques de vapor!, no están actualizadas, ni
se menciona la posibilidad de tener a una mujer a bordo”, relató.
En esta lucha tuvo el especial apoyo de su madre, María Isabel
Ramírez, y de sus hermanas, “somos 6 en total, tengo dos hermanas”,
contó. También hubo otra gente que la alentó en el país: “Aquí hay una
Sociedad de Capitanes y Prácticos de la Zona Norte, que tiene más de 100
años en actividad, fue la primera en conocerme y en señalar el
reconocimiento y el derecho de las mujeres de poder navegar, en ese
momento, Alfredo Torres era su presidente”, recordó.
El casco rosa, todo un distintivo para la primera marinera oficial del país. |
Tradición paterna
Hija de padres separados, hoy sin contacto con su padre, maquinista
naval, le viene sin embargo de él la pasión por la navegación. “Las
mujeres tenemos más afinidad con nuestros padres, siempre quise ser como
él, pero no tuve apoyo para seguir sus pasos, él viene de una familia
de navegantes”, reveló. Hasta el momento, Santos consiguió estar
embarcada 6 meses en los remolcadores del puerto de Montevideo. “El Río
de la Plata es muy cambiante, tenés un día lindo a la mañana y a la
tarde se levanta el viento y las olas son terribles, es como en el mar,
el tiempo es muy cambiante”, comentó.
Ahora, espera ansiosa embarcarse la próxima semana en uno de los
buques de la naviera Copanu que tiene petroleros y portacontenedores.
“Esta empresa fue la primera que solicitó al entonces presidente,
Nicanor Duarte Frutos, para incorporar mujeres cocineras, que desde
ese tiempo navegan. Como los barcos son grandes, tienen espacio y
comodidades para la mujer”, dijo.
Mensaje a las mujeres
Soltera, sin hijos, dice que todavía no piensa en la situación del
matrimonio. “No hace muchos meses que vivo de nuevo aquí, así que entre
que le conozco bien al muchacho, le calculo que a los treinta y pico
seré mamá”, manifestó entre risas. Graciela también tiene un mensaje
para las mujeres. “El mayor acto de rebeldía en un país machista como
este, es poder estudiar, capacitarse y exigir los derechos, estamos en
un país donde no nos escuchan mucho, nos conformamos con el no podés o
no se puede, así que hay que perseverar e insistir”, concluye.
Jorge Zárate
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