El grupo de viajadores en el Hotel Las Margaritas en Asunción. Foto de Aníbal Gauto. |
Guíados por el escritor y periodista
Mariano Saravia un grupo de residentes en la provincia de Córdoba,
ingresó por Encarnación y recorrió territorios históricos en un
viaje muy especial. “Estuvimos en las Misiones Jesuíticas, en
Paraguarí, en Tacuarí, que fueron las batallas previas a la
independencia, recorrimos el centro histórico de Asunción, fuimos
al solar de Gervasio Artigas y pasamos por los lugares más
emblemáticos del genocidio de la Triple Alianza: Pribebuy y Acosta
Ñú”, comenta el impulsor de este peculiar tipo de viajes.
A su turno Martha André y Juan
Sánchez, una pareja de Cruz del Eje, explicaron: “Nuestros
hermanos paraguayos nos llevaron de la mano a recorrer su historia
que es también la nuestra: Dolor y vergüenza, guerras entre
hermanos, impiedad, genocidio. Sin rencor nos regalaron con su
humanidad, sus comidas, sus artes, su cultura. Hoy nos vamos,
conociéndonos desde ya, un poco mejor. Como despedida decimos:
Perdón y gracias”.
Inés Pacheco consideró el ejercicio
como “una experiencia tan enriquecedora, en la que pudismos
descubrir a gente valiosa por su pensamiento y sus acciones,
descubrir la historia que desconocía en gran parte y me dolió
saberla, descubrir a Paraguay y su gente tan amable, a sus lapachos y
santa ritas en flor”. Víctor Romero a su lado pondera “la
posibilidad de actualizar y poner en valor la verdadera historia y no
la que nos cuentan siempre los vencedores”.
Lo dicen reflexionando sobre la
criminal Guerra Grande y también sobre ciertos elementos de
actualidad que todavía se hacen difíciles de explicar como las
inquietudes que presenta Graciela Gonano: “No entiendo la figura
eterna de (Alfredo) Stroessner exhibida en un negocio centrico y la
del bello cuerpo de una casi niña nuevamente embarazada tratando de
dormir a su bebé casi al lado del Panteón de los héroes y frente
al emblematico bar Lido, la escasa disposición de recursos de todo
tipo para el espacio de memoria de Martín Almada y María Stella
Cáceres”,
Teresa Saravia considera que “nos une
un sabor, un olor, una filosofia, una cosmovision circular de los
pueblos originarios, un aprendizaje mutuo para darnos cuenta que "la
patria es el otro" que la tierra no nos pertenece que al
contrario nosotros le pertenecemos a ella”.
Saravia cuenta que “el grupo se llama
"viajadores", que es una palabra que no existe, un
neologismo inventado. Viajador es una mezcla de viajero y trabajador.
Es viajero y se diferencia en todo al turista, y sobre todo, tiene
conciencia de su condición de trabajador: lo que intentamos es hacer
viajes culturales, históricos, políticos. Viajar en la geografía y
también en el tiempo”, dice.
Lilian Schuk lo explicó así: “Me
impactaron sus contrastes en lo social, lo político y lo económico.
Tuve oportunidad de hablar con varias personas de la calle, en su
mayoría vendedores ambulantes, muy buena gente y a pesar de su
humildad, conocedores de su historia y de lo que puede pasar con el
nuevo gobierno. Son muy educados y nos tratan muy bien a pesar de
todo lo que los hicimos sufrir y todo lo que les quitamos, no guardan
resentimientos. Me alegró que pude pedír disculpas por el proceder
de nuestra gente en la Guerra de la Triple Alianza”.
Para Guillermo García el viaje "a lo profundo de la historia de Paraguay y a su presente político y social abrió mi corazón a este pueblo muchas veces olvidado e ignorado, aún por los que nos decimos pertenecer a la Patria Grande soñada por San Martín, Bolivar, Artigas y el Che". El viajador dijo llevarse un "gran cariño por esta tierra y su pueblo cordial, respetuoso y sufrido desde su nacimiento que al igual que otros pueblos americanos acumula día a día desigualdades y marginacion económica, social y politica; pero quizas en este pais sea mas evidente. Una sola imagen lo dice todo : frente al palacio de gobierno y el congreso esta una villa miseria mas grande del pais. El poder es obsceno y desvergonzado. Como argentino he sentido verguenza por todo el dolor causado por esa infamia que fue la guerra de la Triple Alianza, tan ocultada por nuestros "proceres"", concluyó.
Conocer para querer
Mariano Saravia |
“También es distintivo de este tipo
de viajes estar con personas, es como meter al viajador o la
viajadora en un gran reportaje periodístico de una semana. Estuvimos
con los afroparaguayos de Kambacuá, con Idilio Méndez, Martín
Almada, Jorge Zárate, Julio Benegas y Ulises Silva, con las maestras
y los alumnos de la Escuela Artigas, con la gente de la Coordinadora
de Derechos Humanos del Paraguay (Codehupy) y con los historiadores
de la Asociación Cultural Manduará que nos dieron elementos para
comprender historia, actualidad y perspectivas de futuro”.
Jorge Zárate
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