10 de mayo de 2015

Paraguay: Un millón y medio de pobres y mayor concentración de riqueza


La pobreza total en Paraguay aflige al 22,6% de la población. Se trata de un millón 536 mil personas que no alcanzan los ingresos suficientes para siquiera alimentarse. De ese grupo unas 710 mil personas están en pobreza extrema y representan un 10,5% del total de población. Así lo reveló la Secretaría Técnica de Planificación (STP) al dar a conocer los resultados de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) 2014. El ministro de la STP, José Molinas, aceptó que la pobreza extrema no se redujo en los últimos tres años: “se mantuvo estable”, informó.
El funcionario admitió que “no tenemos mucho de que alegrarnos porque siendo un país importante, un líder en la producción de alimentos, no podemos tener tanta gente en pobreza”. Molina expuso durante una reunión con representantes de la prensa y miembros del Consejo que evalúa las estadísticas oficiales.
Durante el encuentro se reveló un dato que expone la concentración de la riqueza en este país: el aumento de 14,6% de los ingresos del quintil de los más ricos contra la casi nula evolución de los ingresos de los pobres y de los sectores medios de la sociedad. La información se completó con una leve disminución de la pobreza urbana en 2014 y un también leve incremento de la pobreza rural.
“La idea era reducir la pobreza con políticas que alentaran la construcción de caminos y viviendas para que la gente, especialmente la población rural, pudiera encontrar un trabajo rural no agropecuario”, expuso Molinas. Admitió que de las 7.600 viviendas que se pensaban construir, se iniciaron 6.800 y sólo se terminaron 555.
El Ministro destacó el proceso por el que se pudo censar a las 125 mil familias más pobres del Paraguay. La meta asumida por el Gobierno para este año era reducir la pobreza extrema al 9,4%.

Contundencia
El Gobierno también dio a conocer que el desempleo es de 7,4% y la subocupación de 19,9%. Un dato significativo es que el 10% de los niños entre 10 y 14 años trabajan. Las cifras oficiales indicaron además que sigue siendo alto el porcentaje de niños que no tienen cédula de identidad, aunque se redujo de un 24 a un 23%. Apenas 8,5% de la población tiene 10 y más años de estudios.
Los datos económicos y sociales de la Encuesta Permanente de Hogares también indica que menos del 30% la población tiene acceso al seguro médico. Un 68,7% tiene movilidad propia, una cifra que registra el impacto de la motocicleta en la vida nacional; 87% tiene heladera y 44% tiene acceso a la televisión ya sea por cable o por antena parabólica.
La EPH considera como personas en situación de pobreza a aquellas que residen en hogares cuyos ingresos son inferiores al costo de una canasta básica de consumo y distingue entre tres zonas diferentes para evaluar el costo de vida: Asunción y su área metropolitana, el resto de ciudades y el área rural.
Así, en la capital y su cono urbano se consideran pobres las personas cuyos ingresos mensuales son inferiores a 626.159 guaraníes (unos 130 dólares) y en extrema pobreza a quienes no llegan a los 372.029 guaraníes (77 dólares) por mes. Para las áreas rurales, el umbral de pobreza total baja hasta los 386.388 guaraníes (80 dólares) mientras que el límite de la pobreza extrema se sitúa en 264.185 guaraníes (55 dólares). En base a estos criterios, el informe concluye que 870 mil personas son pobres en el área rural y 659 mil en las ciudades.
La administración del presidente Horacio Cartes invirtió unos 700 millones de dólares en programas vinculados con la pobreza extrema y tiene previsto superar esa cifra este año, según la STP, escasos recursos si se tiene en cuenta la gravedad de la situación y que el Presidente asumió prometiendo un “combate a la pobreza” que está lejos de verificarse en los hechos.

Oligarquía
“Sólo el 1% de la población progresa en Paraguay”, sostuvo el sociólogo José Carlos Rodríguez en su estudio “La insoportable desigualdad del Paraguay”. Allí consideró que “la extrema desigualdad es el rasgo que mejor define nuestro infortunio como nación, como cultura y como sociedad” y explicó que ese grupo de la sociedad pasó de ganar 1.200 dólares por mes en los inicios del siglo XXI a unos 4 mil dólares en el mismo lapso.
Como segundo grupo, aparece un 9% de la población a la que el estudioso llama “los acomodados” que pasaron de ganar 280 dólares a unos 800 por mes. En tanto lo que podría llamarse como clase media un 40% de la población pasó de 80 dólares en 2000 a unos 280 dólares cifra que no alcanza “ni al salario mínimo”, expuso. La clase popular, poco más del 50% de la población pasó de tener ingresos de 24,5 dólares a un total de 100 dólares.
Un artículo de la revista Economía y Sociedad , del Centro de Análisis y Difusión de la Economía Paraguaya (Cadep), señaló que “todos hemos mejorado nuestros ingresos pero los más ricos mejoraron mucho más mientras que los más pobres mucho menos. Y eso no es todo lo malo: hay algo peor, habíamos tenido una leve mejoría en los últimos años entre los años 2000 a 2013 y volvimos a empeorar en 2014”. El texto señala que “nuestra enfermedad crónica, la desigualdad, está empeorando de manera intolerablemente injusta. De continuar así, no nos depara ningún futuro. En esta orientación, como pueblo, no tenemos futuro. Salvo, el infortunio”, expuso.
Ante el aluvión de cifras desfavorables el Gobierno recurrió a un informe del Índice de Progreso Social, una encuesta privada que contrató el año pasado. Así pudo exponer que el país avanzó 16 lugares en el ranking de esa organización. En 2014 Paraguay ocupaba el puesto 72 del ranking y hoy se encuentra en el puesto 56.
A pesar de ello, según el Índice, las principales áreas de alerta para el país son la mortalidad materna, la vivienda y el acceso a la educación básica, en los que Paraguay se encuentra entre los últimos cinco países de América Latina, y la corrupción percibida, que ubican al país entre los 15 últimos a nivel mundial.
El mejor desempeño relativo de Paraguay se debe a mejores puntajes que el país obtiene en la dimensión de “oportunidades”, especialmente en medidas de derechos personales, tolerancia e inclusión, donde ocupa el puesto 25 en el mundo.
El Índice de Progreso Social de 2015, que califica en base a su desempeño social y ambiental, fue creado por un equipo cuyo asesor principal es Michael Porter de la Harvard Business School. El informe fue realizado por la Social Progress Imperative en conjunto con la Universidad de Harvard y el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés).

Cartes compró el Grupo Nación de Comunicaciones
La empresaria Sarah Cartes, hermana del Presidente fue presentada como nueva dueña del Grupo Nación de Comunicaciones, responsable de los diarios La Nación y Crónica y de las radios 970 en amplitud modulada (AM) y Montecarlo (100,9) en frecuencia modulada (FM).
Actores políticos y de organizaciones sociales recordaron la expresa prohibición que establece la constitución a los propietarios de medios ser candidatos a la presidencia y sugieren que detrás de la compra de estos medios puede estar el afán reeleccionista del presidente Horacio Cartes.
El grupo seguirá siendo dirigido por su anterior propietario y actual presidente de la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF), Alejandro Domínguez Wilson Smith, que según dijo se ocupó “especialmente” de garantizar que se abonen las obligaciones previsionales del medio, que debe más de 11 mil millones de guaraníes (unos 2,2 millones de dólares al cambio actual) al Instituto de Previsión Social (IPS). Sobre el tema existe una demanda planteada por el IPS actualmente en espera que el Grupo Nación presente un plan de pagos acorde.
En la presentación Sarah Cartes saludó a los trabajadores, anunció que no habría despidos, que habría una “continuidad” en la línea editorial del Grupo y en especial del diario La Nación, especializado en temas económicos y de negocios. Dijo también que seguirían los periodistas que están al mando de las redacciones de los distintos medios.
El Sindicato de Periodistas de Paraguay (SPP) señaló: “estamos en la obligación de estar vigilantes ante esta situación y ante las posibilidades de despidos que si bien se descartaron de palabra pueden ocurrir cuando los administradores de Sarah Cartes comiencen a ocuparse de las cuentas y, algo trascendental, de la cuestión editorial de las empresas”. Pidió también estar “en alerta antes las cuestiones editoriales y de conciencia que puedan comenzar a plantearse ante el vínculo de la propietaria con el presidente de la República, Horacio Cartes, a pesar de las promesas de que se respetará la libertad de expresión y de temática que caracterizaron al grupo”.
Desde Asunción, Jorge Zárate.

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