La especialista argentina
brindo una serie de conferencias en el país. Foto de Aníbal Gauto
|
El 21/10 concluyó la edición N°24 del
Vale Clave organizado por el Centro Terapéutico Máximo Ravenna
Paraguay bajo el lema ‘’Lo que crees, creas’’.
En ese marco se dió la charla “Las
razones de mi engorde, las creencias que me hacen engordar. Cazando
mitos y construyendo verdades’’ a cargo de Patricia Rubistein,
médica nutricionista del Centro Ravenna de Argentina.
”Es importante dejar las excusas de
un lado para centrarse en la medida, en el corte y en la distancia.
Cortar con todos los excesos de nuestra vida, y con las excusas que
me llevaron al engorde.
Es necesario tomar decisiones serias
que vayan construyendo las realidades y verdades que me acercarán a
la delgadez’’, señaló en la ocasión la especialista.
En diálogo con La Nación recordó que:
“Trabajo hace muchísimos años en esto porque fui obesa desde
chiquitita. Fue allí cuando juré que estudiaría para ayudar a
otros. La obesidad se relaciona con la conducta adictiva. Tenemos
pacientes que nos dicen “no puedo dejar de comer”. Y a partir de
ahí uno le explica al paciente que pasan cosas con determinados
alimentos que cuando entran al organismo se comportan de manera
bastante similar a una droga”, apunta.
La especialista explica que “esto no
pasa con los alimentos naturales, con la carne, el pollo, las frutas,
las verduras, ocurre con los alimentos procesados, harinas mezcladas
con azúcar, o con sal y grasa, todo lo que vemos en panaderías y
kioscos”. Recuerda entonces que “en todo ese tipo de alimentos,
la industria alimentaria trabaja para alcanzar lo que se denomina
“punto de éxtasis” que es una sensación de que el primer bocado
me lleve a comer muchísimo más. Es un producto que está pensado
para que sea adictivo”, indica.
Sobre cómo comenzar a tratar indicó
que “el eje del tratamiento son los grupos terapeúticos que ayudan
a trabajar la cabeza, porque no nos sirve que el paciente tenga un
cuerpo delgado con cabeza gorda. Un paciente que bajó 50 kilos es un
referente para que otros digan, si él pudo, yo también, lo que
genera un contagio positivo”.
También un plan nutricional que en lo inmediato ataca el hambre. “A los tres días de comenzar el tratamiento el paciente deja de tener hambre porque se produce una serie de efectos químicos en el centro de saciedad del cerebro”, contó.
También un plan nutricional que en lo inmediato ataca el hambre. “A los tres días de comenzar el tratamiento el paciente deja de tener hambre porque se produce una serie de efectos químicos en el centro de saciedad del cerebro”, contó.
“Muchas veces se mezcla lo emocional
con la comida. En este tratamiento aprendemos que la comida va por un
lado y la vida por otro, porque hay muchas otras cosas en la vida que
también dan placer, no sólo comer”, señaló. “Es un método
fantástico, lo probé en mí bajando 20 kilos”, apuntó.
Epidemia de obesidad
Rubistein señaló que el mundo enfrenta el problema de la industria
de la alimentación que llevó el problema de los azúcares a las
bebidas también: “La cuestión se da también en los alimentos
líquidos, ya que hay una gran epidemia de obesidad que tiene un gran
elemento en los jugos que aparentemente son de frutas que tienen poca
fruta y mucha azúcar. En los 80`comenzaron a surgir los productos 0%
grasa que para que sean más o menos ricos les agregaron muchísimas
azúcares dando inicio a la epidemia como la conocemos”.
Mencionó a su vez lo dificil que es conseguir comida sana en las calles. “En Estados Unidos en las escuelas hay locales de las cadenas de pizzerías, entonces cómo se hace para convencer al niño de que es mejor una manzana que una porción de pizza. Se educa con el ejemplo, si en la casa no se consume fruta, ¿cómo aprende un niño?”, se preguntó.
Mencionó a su vez lo dificil que es conseguir comida sana en las calles. “En Estados Unidos en las escuelas hay locales de las cadenas de pizzerías, entonces cómo se hace para convencer al niño de que es mejor una manzana que una porción de pizza. Se educa con el ejemplo, si en la casa no se consume fruta, ¿cómo aprende un niño?”, se preguntó.
Jorge Zárate
No hay comentarios:
Publicar un comentario