Impactante, como una radiografía de
una fractura social expuesta, resulta el Segundo Censo Nacional
Penitenciario presentado el 22 de mayo pasado. Un 94% de las personas privadas de
libertad (PPL) son hombres, en lo que constituye el dato más
impactante. Entre los varones más jóvenes el hecho punible más
frecuente está relacionado al hurto y robo, y en los adultos mayores
a 40 años, el abuso y coacción sexual. Las mujeres representan sólo
el 6% de la población carcelaria y la mayoría está en esa
situación por tráfico de drogas.
El Censo comprendió a 9.414 personas
privadas de libertad (PPL) en 14 penitenciarías y dos granjas
comunitarias y el levantamiento de datos se realizó durante los
meses de noviembre y diciembre 2013, mientras que la depuración, el
ingreso de la base de datos y el análisis, durante los meses de
enero a marzo del corriente, informó el Ministerio de Justicia (MJ).
Los datos son crudos: Un 16% de las PPL
son analfabetas y un 36% tiene la primaria incompleta, aunque un 79%
tiene ganas de estudiar y capacitarse.
Los procesados suman un 60% y los
condenados un 39% con 1% de personas que tienen ambos procesos.
”El 65% señala que es la primera
ocasión en la que comete un hecho punible, mientras que el 35% se
declara ya reincidente. Entre este último grupo, se tiene que el mínimo número de
reincidencias es 1 y el máximo 84, siendo la moda 2 y el promedio
2,9”, reseña el informe.
El promedio de tiempo de procesado es
de 1.8 años llegando algunos hasta 5 años sin ser condenados, mientras que el 48% de la PPL no recibe
la visita de su abogado defensor, “lo que apunta a la necesidad de fortalecer el trabajo con el Poder
Judicial y el Ministerio de la Defensa Pública”, admite en las
conclusiones.
De acuerdo al censo sólo un 14% se
encontraba desempleado al momento de su detención y de los que
trabajaban el 17% eran changueros, un 13% trabajaba en construcción
y un 8% como vendedor ambulante. También que el 35,6% de los
internos afirmaba recibir menos del salario mínimo por su
trabajo, además, con respecto a dependencias de sus hogares,
declararon poseer de un promedio de: 0,8 cocinas,
0,7 salas y 1,1 baños por vivienda.
En lo que hace a expectativas de
reinserción, se ve que el 33% trabaja en el centro penitenciario
aunque en buena proporción ganan menos del salario mínimo.
El MJ menciona como objetivos “lograr
que toda la PPL se alfabetice y termina la educación primaria es un objetivo prioritario
para el programa educativo que se desarrolla en conjunto con el
Ministerio de Educación (MEC).
Además, lograr que, en el marco del
programa de reinserción social, la totalidad de la PPL esté
empleada, generando un salario mínimo mensual,
generaría beneficios en la calidad de vida de la PPL y sus
familiares, así como para el sistema penitenciario
conforme a la Ley 210/70”.
Jorge Zárate
Sin preservativos
Los agentes de salud se sorprendieron
ante el dato de que un 77% no usa preservativos en sus relaciones
sexuales dentro del penal lo que predispone a las ITS y el VIH. Un estudio de prevalencia de estas
patologías se encuentra en etapa de preparación.
Es grave también la cuestión de la
atención médica ya que un 44% declaró haberla recibido contra un 56% que afirmó lo contrario. A pesar
de ello el Ministerio de Justicia indica que “el concepto de salud
integral que apunta a la prevención de enfermedades y promoción de
la salud en el área física, mental, social y
espiritual -por un equipo multidisciplinario de profesionales de la
salud como psicólogos, médicos, enfermeras,
psiquiatras, odontólogos, nutricionistas y trabajadores sociales- es
un concepto ya desarrollado por esta
administración, a través de acciones concretas”.
Panorama a revertir
√ Un 96% de los reclusos son hombres
√ El 79% de la población tiene entre
18 y 37 años
√ Un 16% es analfabeto, cifra que
casi triplica la media nacional que es de 4,6%
√ El 36% tiene la primaria incompleta
√ El 14% se encontraba desempleado al
momento de su detención
√ Un 79% desea estudiar y capacitarse
√ Del 6% de reclusas mujeres, la
mayoría está presa por tráfico de drogas
√ Un 77% no usa preservativos en sus
relaciones sexuales
√ Un 60% del total están procesados,
sólo un 39% tiene condena y un 1% está en una situación intermedia
√ En promedio se pasan 1,8 años para
ser condenados, aunque en la realidad pueden pasar hasta 5 años para
recibir una condena
√ El 48% no recibe la visita de su
abogado defensor
√ Hay un 35% de reingreso al sistema
√ Tacumbú concentra el 42,8% de los
recluidos
√ La Penitenciaría Regional de Ciudad del
Este tiene el 12,7% del total.
√ Solo el 44% declaró haber recibido
atención médica en el sistema penitenciario
√ Un 25,9% dijo no haber tenido
ningún contacto con el juez de su causa
√ El 17% eran changueros, un 13%
trabajaba en construcción, un 8% vendedor ambulante
Fuente: Segundo Censo Nacional
Penitenciario, trabajo conjunto de los ministerios de Justicia (MJ) y
Salud (MSP).
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