La lentitud del cierre de la cantera hace que todavía no se pueda utilizar para recreación y esparcimiento.
Los gansos nadan a sus anchas en el lago de la cantera del cerro Ñemby,
sus alegres juegos en compañía de un pequeño pato syryry son todo el
ruido que se oye en el lugar.
Es de día y el cerro no está abierto al público porque hay un evento
que en ocasión de las fiestas de fin de año organizó la municipalidad.
Una suerte de paseo de compras para la navidad, con diversos puestos de
comidas y bebidas, que por las tardes y las noches de estos últimos días
se vuelve multitudinario.
Sin embargo, hasta hoy, por problemas burocráticos, no comenzaron las
obras de los senderos y otras acciones para que se pueda usar de manera
permanente como un sitio de esparcimiento y recreación, el objetivo por
el que peleó todo un pueblo durante más de una década.
“Le pedimos al municipio que ejecute la construcción de los parques
infantiles que podrían estar utilizando los niños; hay también una
cancha enorme que se puede mejorar y utilizar, la ciclovía, los senderos
que tanto hacen falta para que la gente camine, hay cosas que se pueden
hacer rápido con los recursos municipales, con los royalties”, insiste
Hugo Céspedes, de la Comisión Vecinal por la Recuperación del Cerro
Ñemby.
Esa organización que peleó por años contra la destrucción del cerro,
contra las explosiones de la cantera que literalmente hacían llover
piedras sobre las casas de los vecinos.
El intendente Lucas Lanzoni (PLRA) dice que comenzarán las obras del
primer sendero apenas acabado el evento que está en marcha, que se
estima será en Año Nuevo.
“El próximo desafío es hacer el circuito de 5 kilómetros de senderos”,
apunta, comentando que fue un año difícil en el que “levantamos la
medida judicial que nos impedía invertir, hicimos casetas para los
guardias, baños, empedrados para mejorar el acceso, trabajamos en las
calles aledañas”.
Señala a su vez que el Ministerio del Ambiente (Mades) tiene que
aprobar el proceso de “cierre de cantera”, que la administración
municipal pretende realice una empresa europea “que tiene la experiencia
en este tipo de situaciones, ya que en el país no tenemos ninguna que
lo pueda hacer”.
A partir de allí, asegura que se tendrá vía libre para las inversiones
más grandes “porque ahora hacemos lo poco que se puede en lugares
seguros que no generen riesgos. Hablamos con los inversionistas rusos
que hicieron el teleférico que se colocó en Camboriú. Ellos dicen que es
factible hacer uno aquí uniendo el cerro Ñemby con el cerrito que está
aquí a 2 kilómetros, lo que sería una obra que generaría un gran
movimiento turístico para la ciudad y la zona toda”, comentó.
Lanzoni dice que los eventos que se vienen realizando, como el vía
crucis de Semana Santa o el lazo rosa gigante que reunió a más de 2 mil
mujeres, son parte de un programa de empoderamiento de la gente en el
lugar. Resalta para el caso el reconocimiento que le hiciera la
Universidad de Florida, sita en Miami, que consideró a Ñemby entre las 5
mejores prácticas de empoderamiento ciudadano.
Céspedes tiene sus críticas: “Valoramos la iniciativa de la Navidad,
pero no compartimos que se le cobre a la gente humilde que toda la vida
luchó por la recuperación y ahora tiene que pagar entrada a estos
eventos”.
“No nos indemnizaron”, se queja Céspedes, señalando que la Fiscalía
relevó datos del daño directo que la escuela San Pedro y San Pablo, que
está apenas a 400 metros del cerro, recibió a raíz de las explosiones de
la dinamita en las canteras que se producían hasta tres veces por día,
generando grietas por el temblor en sus paredes.
“El municipio jamás se hizo cargo de los afectados, ni decir la
empresa”, agrega, recordando que son centenares los vecinos de Los
Naranjos, San Miguel, Florida y Caaguazú que tuvieron agujeros en sus
techos, grietas en las paredes, afectaciones varias como los suelos
carcomidos por el enorme volumen de agua que los explotadores bombeaban
para que no se les inundara la veta.
Hay una carpeta que se inició en el 2012 ante la Fiscalía del Ambiente,
que todavía no tiene resolución. “A pesar de ello, seguimos adelante y
rememoramos las cosas que fuimos pasando en la lucha; lo que criticamos
es al intendente Lanzoni, quien nos prohibió la entrada. Al reclamar,
fuimos condenados y apartados de los proyectos”, expone Ceśpedes, quien
fue uno de los pioneros de los grupos que apadrinó el sacerdote Pablo
Giménez allá en el 2007, cuando comenzó la pelea final.
Paisaje y humanidad
Hombres y mujeres, desde que son tales, subieron a las alturas para
experimentar, para la ofrenda, la perspectiva de la inmensidad
apareciendo ante los ojos.
Así, los guaraníes en aquella Cordillera del Ybytypanemá de la que
Ñemby es parte con sus hermanos los cerros Lambaré, Tacumbú, Kôi y
Patiño.
Hoy tiene 169 metros sobre el nivel del mar, aunque se cree que su cima estaba a más de 200.
Cuando lo vemos de arriba, con su herida que lo divide en dos, se
entiende que se paró a tiempo, que la lucha tuvo el sentido de cuidar un
patrimonio, una porción del paraíso que supo ser toda la zona.
Con la mayoría de sus arroyos contaminados, Ñemby, que fuera ciudad
balnearia por excelencia, tiene en el cerro una oportunidad de redimirse
de tanto daño.
Allí aparece curioso un yryvu, más arriba ronda un par de kara kara y
sus sombras se proyectan en las paredes grises y blancas que parecen
pintadas por un plástico moderno de paleta sideral.
Arturo está mirando la inmensidad, vino con su grupo para hacer los
preparativos del espectáculo de la noche, en el que dan vida a conocidos
personajes de dibujos animados de la TV para entretener a los niños y,
por qué no, a los padres.
Se acercó curioso a ver cómo se fotografiaba esta crónica.
Sus ojos buscan seguir las escenas que ilustran esta página.
Calla por un momento después del último cierre del diafragma de la cámara.
“¡Es lindo acá!”, dice suspirando.
Los viernes 13 y 20, así como los sábados 14 y 21, con conciertos en
agenda, las entradas al evento Ciudad Navidad tendrán un costo de 25.000
guaraníes.
Los recitales dispondrán de un área VIP, con asiento frente al escenario, al precio de G. 50.000.
Uno de los principales atractivos de Ciudad Navidad consiste en una
cascada artificial de 50 metros de altura emanada desde el cerro Ñemby.
Entre otras actividades previstas, se hará la presentación del pesebre
viviente, árbol navideño gigante, shows en vivo, espacios temáticos y
paseo gastronómico.
El pesebre viviente gigante será una réplica de la ciudad de Belén,
donde participarán 20 actores, dirigidos por Miguel Rodas, siguiendo la
visión de los realizadores Juan Carlos Maneglia y Tana Schémbori,
quienes recrearán el nacimiento de Jesús en 45 minutos, de lunes a
viernes, a las 21:00.
Jorge Zárate
Fotos de Nadia Monges y Pánfilo Leguizamón