El sacerdote César Anuncio López se tomó una foto
desnudo con una alumna de alrededor de 15 años.
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“Era perturbador como nos miraba”, contó la joven Luz Karina
Céspedes, que denunció haber sido acosada el sacerdote Anuncio César López. “Era
muy grosero con los varones, se expresaba de manera vulgar. Yo llegué a ver que
se encerraba con alumnas menores de edad. A algunas le abrazaba con toqueteos,
no eran abrazos normales”, recordó.
En la semana iniciada el 29/6, la Fiscalía comenzó a
investigar los casos denunciados por alumnas, adolescentes en los años 2013 y
2014, que se atrevieron a denunciarlo ante la congregación de los Oblatos por
una serie de abusos sexuales que habría cometido como director y profesor en el
Colegio Parroquial Santa María del Chaco de Mariscal Estigarribia.
Luz tiene ahora 21 años y reside en Villa Elisa y denunciar
ese abuso la puso a prueba en la vida.
“Cuando yo me empecé a dar cuenta como nos miraba, cómo se
mordía los labios cuando nos dabamos vuelta, cómo miraba nuestras piernas,
entendí que era ya un acoso y le comenté a mamá”, cuenta de aquellos días en
que le pidió por favor no ir más al colegio con polleras para evitar la mirada
lasciva del cura oblato.
Su madre, Nelly, se entrevistó con la hermana Librada
Ramírez, de la congregación de los Franciscanos, también docente en el colegio
chaqueño arriba mencionado.
“Es hombre, es normal, no hay nada que hacer”, cuenta que le
respondió la monja.
“Por decir eso, después de ese día comencé a tener problemas
en la iglesia y en el colegio por haber hablado y fue cuando con el tiempo
pasaron los meses y me mudé de colegio 2014 me fui al colegio nacional en el 2°
año de la media”, siguió narrando Luz.
Meses después “estaba en un grupo juvenil de la parroquia
sirviendo dentro de la iglesia y teníamos un evento de Pascua Joven 2014 y nos dan un tema a desarrollar: Me tocó de cómo a veces ocurren casos de este
tipo de abusos sexuales y nadie hace nada, se hacen oídos sordos, la persona no
encuentra acompañamiento dentro de la Iglesia”, expuso.
“Parece que la monja se intimidó con mi tema y me quitó el
micrófono en el momento en que hablaba ante los más de 50 jóvenes reunidos en
la Parroquía Santa María de Mariscal Estigarribia. La hermana Librada comenzó a
decirme que soy una mentirosa, que estoy buscando atacar a la Iglesia que estoy
ocultando algo con mi mamá que busco problemas… en ese momento me sentí atacada
y humillada”, dijo.
“Me retiro del lugar ya que me dijo como que no valía nada
mi presencia. Desde ese día no pisé más el templo, la parroquia, ni el grupo
juvenil, me fui a integrar otro grupo. Todo ese año fuimos perseguidas mi mamá
y yo, nos calumniaron y pretendían hacernos callar”, recordó.
“Ahí fue que un mes después me acerqué al grupo juvenil San
Miguel Roga donde me contaron que ya habían hecho una denuncia en contra de
este sacerdote, que tenían pruebas y que se las presentaron al obispo Lucio
Alfert, (titular del Vicariato
Apostólico del Pilcomayo) y este dijo que el sacerdote sería
trasladado”, corría noviembre o diciembre de 2014
Ese grupo de siete jóvenes presentó una carpeta con fotos,
las que ilustran esta página, en las que se ve al sacerdote Anuncio César López
besándose con menores de edad, desnudo o semidesnudo.
“En ese tiempo me acerqué al provincial de los Oblatos,
Francisco Carillo y no me dijo nada, sólo que iba a haber un cambio”, es decir,
confirmando la idea del traslado de López.
“Nos sentimos intimidadas por las autoridades eclesiales
para ir a denunciar a la Fiscalía porque sabíamos que se iba a atajar todo, son
ellos los que tenían que haber denunciado, mover todo como lo hacemos ahora,
solas no íbamos a poder si atajaron hasta lo último”, reflexiona en el día en
que fue citada a declarar.
Desde ese momento, todo fue soterrado.
Un día Luz y Nelly sintieron que las cosas no podían quedar
en el Opareí.
Así en noviembre de 2019 pidieron la reapertura de la
investigación a la congregación de los Oblatos y en febrero de 2020 dialogaron
con dos sacerdotes de la orden, Guido Acosta y Miguel Fritz: “Solamente me
escucharon, escribieron en unos cuadernos y unas semanas después se entera mi
madre que estos dos ¡convivían con el denunciado, compartían casa parroquial
con él!”, dice todavía asombrada.
“Y es allí donde cuestionamos: ¿Cómo es que van a investigar
si están conviviendo con el denunciado? ¿Qué seriedad puede haber? Entonces redactamos
una nota y la enviamos al canciller de los Oblatos. No nos hizo caso, no
recibimos respuesta y fue cuando acudimos a los medios: Me entrevistaron y les
pasé las pruebas y pasaron los meses y no salía nada: Tampoco se atrevieron a
investigar”, contó.
La Congregación de los Oblatos en enero de 2020. Anuncio López, a la izquierda, detrás de la última fila. |
Reincidente
El problema del caso del cura Anuncio César López es la
reincidencia. “Hay una profesora Marta Díaz que comentó que hace 14 años ella
era docente de una comunidad indígena en la que López aparecía de macatero y ya
tenía esta fama de que se metía con alumnas, llevaba mercaderías a cambio de
tener algo con las chicas, es lo que le pude escuchar. Después le trasladaron a
Mariscal y se fue a hacer todas sus macanadas”, sigue relatando.
“No sé si él llegó a tener relaciones con otras alumnas pero
no dudo de que haya pasado de que muchas chicas más se habrán sentido
afectadas, ninguna se está animando a denunciar espero que puedan hacerlo para
que no sea la única persona porque se que no soy la única”, asegura.
Anibal Cazuriaga, un sacerdote que acompaña a las víctimas y
recibió la denuncia de parte de los familiares comentó que: “El hecho se
denunció a las autoridades eclesiásticas, las cuales no procedieron como se
debía; es decir, le llevaron a otra parte y el caso quedó encubierto y
silenciado durante 7 años. López, el año pasado (2019) fue a Chile y después de
algunos meses volvió y fue suspendido porque se reabrió la investigación
canónica y algunas de las víctimas, que habían sido acalladas en su momento, se
animaron a hablar”, expuso.
Un comunicado de la orden de los Oblatos señaló el pasado 24/6
“que, desde noviembre de 2019, se comenzó un proceso canónico de investigación
por supuesto caso de mala conducta al padre Anuncio César López, a raíz de una
denuncia recibida contra su persona, por hechos ocurridos años atrás. Desde el
15 de noviembre de 2019 se le aplicó una medida cautelar por la cual no podía
celebrar públicamente ningún sacramento,. Habiéndose llegado al final de la
investigación, el mismo P. Anuncio, pidió al Papa la laicización y dispensa de
votos con lo cual dejará de ser miembro de la Congregación de los Misioneros
Oblatos de María Inmaculada”
El texto está firmado por el padre Antonio Mariangelli,
secretario provincial de la Congregación, cuya sede está en Dolores 446 en la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, capital de la Argentina.
Al concluirse la investigación canónica, el procedimiento
eclesial indica que la denuncia debe acercarse al Ministerio Público, que son
los pasos que ahora, 7 años después, recién se están cumpliendo.
Sin mencionar sanciones, o algún pedido de disculpas a las vícitmas,
el texto de los Oblatos es la cereza de la torta del encubrimiento
eclesial. Sólo dejan de respaldar al acusado, cuando la presión social
lo hace irreversible. Es algo notorio y repetido, para confirmarlo
recomendamos ver, aquí dejamos link, la película Spotlight.
“La chica de la foto,
en ese tiempo, era una chica muy vulnerable, de escasos recursos y que quería
estudiar, y ahí se habrá sentido acorralada y se aprovechó de ella el
sacerdote. Y esto es muy triste e indignante, que se aprovechen de la pobreza y
de las ganas de salir adelante de las jóvenes”, indicó Casuriaga.
Acompaña esta nota una foto de la Congregación de los
Oblatos de enero de 2020 en la que se ve a las Hermanas de la Inmaculada
Concepción de Bonlanden que eran las responsables del Colegio Santa María del
Chaco en los años 2013/14. “Las hermanas unos años después, dejaron el Colegio,
no se sabe si fue a consecuencia de lo que ahí sucedía o por otros motivos.
Pero no hicieron ninguna denuncia, al contrario, aparentemente minimizaron los
hechos y tomaron represalias contra los denunciantes”, agregó.
Jorge Zárate