7 de julio de 2015

La dura realidad social paraguaya ante la mirada del Papa Francisco

Concentración de tierras, represión y violación a los derechos humanos problemas esenciales del Paraguay
Organizaciones políticas y sociales gestionaron hasta último momento un espacio en la agenda de Francisco. Campesinos, minorías sexuales y militantes de derechos humanos buscaban hacer visible la grave situación.

Con entusiasmo poca veces visto se esperaba la llegada a Paraguay del papa Francisco el 10 de julio. Organizaciones sociales, campesinos y víctimas de violaciones a los derechos humanos pugnaban por un espacio en la agenda del jefe de Estado Vaticano como intento de mostrarle al mundo la situación de los desposeídos en uno de los países más pobres y desiguales de América Latina.
Un mes antes de la visita al país –entre los días 10 y 12 de julio– trascendió en algunos medios de prensa que Francisco habría pedido especialmente que se baje el tenor de las discusiones políticas durante esas jornadas. Sin embargo los movimientos sociales tenían la esperanza de que su prédica ayude a revitalizar la agenda de las urgencias sociales, fundamentalmente de los campesinos.
Las organizaciones de trabajadores rurales agitaban en los días previos fragmentos del documento de la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP) de 1983 denominado El campesino paraguayo y la tierra. Uno de esos párrafos señala que “todo campesino tiene derecho natural a poseer un lote racional de tierra donde pueda establecer su hogar, trabajar para la subsistencia de su familia y tener seguridad existencial. Este derecho debe estar garantizado para que su ejercicio no sea ilusorio sino real. Lo cual significa que, además del título de propiedad, el campesino debe contar con medios de educación técnica, créditos, seguros y comercialización”.
La esperanza de los movimientos sociales es que la presencia de una voz tan importante como la de Francisco pueda ayudar a poner en agenda la reforma agraria en el país con peor distribución de tierras del mundo, donde el 3% de los propietarios tiene el 88% de las tierras.
Una lucha esencial que desde que gobierna Horacio Cartes se volvió más cruenta para indígenas y campesinos, que ven cómo los capitalistas del agronegocio, con la complicidad del poder judicial, del ministerio público y la policía, realizan injustos y criminales desalojos.


Los bañados
Una de las zonas más pobres en las que se esperaba al Papa es el llamado bañado Norte, una importante barriada construida en los lechos de inundación del río Paraguay a su paso por las zonas de tierras bajas de la ciudad de Asunción. Allí la comunidad jesuita tiene una obra de gran importancia llevada adelante, entre otros, por un referente de las luchas sociales y comunitarias en el país, el sacerdote español Francisco de Paula Oliva.
“Imagine que los bañados (Sur y Norte) no figuramos ni en los mapas oficiales”, suele repetir el veterano Pai (padre en guaraní) Oliva para dar una idea de la exclusión a la que son sometidas estas poblaciones, en su mayoría de origen campesino, expulsadas del campo por el agronegocio y la falta de tierras, que sobreviven reciclando la basura de la metrópoli.
La crecida del río Paraguay hacía difícil pronosticar si Francisco podría llegar a dar su mensaje. A fines de junio había en Asunción cerca de 30 mil evacuados, se asistía a buena parte de las viviendas y la cancha de fútbol donde daría su mensaje estaba embarrada. Hace un año el desborde del mismo río afectó a cerca de 200 mil personas en todo el país. Pese a los riesgos de suspensión, la decisión papal de al menos considerar la posibilidad de incluir ese sitio en su agenda social había sido bien recibida por sus pobladores.
Durante el armado de la agenda en las semanas previas a la visita los enviados del Vaticano mostraron otros gestos importantes que fracturan el perfil ultra conservador de la Iglesia Católica Paraguaya. Uno de ellos fue la invitación cursada al presidente del grupo defensor de los derechos de las personas Lgtb (lesbianas, gays, bisexuales y transexuales) denominado Somosgay, Simón Cazal, a la reunión que mantendrá con representantes de unas 1.500 organizaciones sociales.

Curuguaty
También procuraban un espacio en las horas del Papa en Paraguay los familiares y abogados de los 13 campesinos que están siendo juzgados por la llamada Masacre de Curuguaty, que el 15 de junio de 2012 le costó la vida a seis policías y 11 trabajadores rurales. “El Papa ya está informado, hay correspondencia con él a través de sectores sociales y de la Iglesia y también hay personalidades de Argentina que han colaborado con nosotros para hacerle saber al Papa esta situación”, anticipó Vicente Morales, uno de los abogados defensores de los campesinos. Agregó que “hay organismos de derechos humanos en Paraguay que trabajan para que el Papa se informe y se ocupe de los temas de las violaciones a los derechos humanos en nuestro país, incluidos los de los campesinos injustamente detenidos”.
El juicio por la matanza que desencadenó el juicio irregular que destituyó al entonces presidente Fernando Lugo debía haber comenzado a fines de junio pero fue pospuesto hasta el 27 de julio. El proceso que juzga a los campesinos fue sistemáticamente denunciado por ilegal tanto en el país como en el exterior por los abogados de los acusados y organizaciones defensoras de los derechos humanos.
Los 13 campesinos juzgados están acusados de invasión de inmueble ajeno y asociación criminal. Diez de ellos afrontan el cargo de intento de homicidio de los policías. El fiscal encargado del caso, Jalil Rachid, entiende que no hay nadie imputado por la muerte de los 11 campesinos. A lo largo de un mes desfilarán cerca de 150 testigos con unas 120 pruebas documentales y judiciales.
Los familiares insistían en la posibilidad de hablar con el Papa al considerar este juicio como una de las más graves violaciones a los derechos humanos de América Latina. Martina Paredes, hermana de dos campesinos asesinados en Curuguaty, acusó a la Fiscalía porque “no está investigando la muerte de los campesinos”. La mujer aseguró que el fiscal Rachid “sólo investiga cómo murieron los policías, pero no se investiga la masacre en sí, quién la provocó o por qué”. Y recordó que uno de sus hermanos, Fermin, “estaba herido en la pierna, tirado en el suelo cuando me llamó. Estoy segura que después fue ejecutado”.
El fiscal sostiene que no investiga la muerte de los campesinos porque la masacre “fue una reacción de los policías ante el ataque, ya que si ellos no respondían al fuego obviamente íbamos a tener más policías muertos”.

Las reuniones
Más allá de las reuniones con el presidente Horacio Cartes, el canciller Eladio Loizaga y el cuerpo diplomático, y oficiar misas con representantes de la iglesia local, Francisco tenía previsto visitar el Hospital Pediátrico Acosta Ñu y la mencionada población del Bañado Norte, además del referido encuentro con representantes de organizaciones sociales y con jóvenes en la Costanera de Asunción. La agenda incluía una reunión con familiares y víctimas del incendio del supermercado Ycuá Bolaños, frente al edificio siniestrado, donde en 2004 murieron 400 personas.
Se estima que millones de personas seguirán las actividades del pontífice durante su presencia en el país y qué, como sucediera tras la visita de Juan Pablo II en 1988, se produzcan grandes cambios. En aquella ocasión en febrero de 1989 caía la genocida dictadura de Alfredo Stroessner tras 35 años de oprobio.
Desde Asunción, Jorge Zárate

Realpolitik
Un acuerdo parlamentario entre los sectores disidentes del oficialista Partido Colorado, el Frente Guasu (FG), disidentes del Partido Liberal (PL) y otras alianzas consiguieron consagrar al senador Mario Abdo Benítez (h), como presidente del Congreso.
Benítez, que es hijo de quien fuera en vida secretario privado de Alfredo Stroessner, aspira a su vez a presidir la Asociación Nacional Republicana (ANR, nombre oficial del Partido Colorado) en las difíciles elecciones internas que se desarrollarán el 26 de julio próximo.
Allí competirá contra el candidato del presidente Horacio Cartes, el diputado Pedro Alliana, y todo indica que no las tendrá nada fácil contra el poderoso aparato estatal.
El hecho fue leído como un ejercicio de Realpolitik de parte del Frente Guasu, que conduce el ex presidente y actual senador Fernando Lugo, ya que para dicha elección terminó aliado con sectores que impulsaron el juicio político contra él mismo en el marco de golpe de Estado parlamentario. Otros analizaron que se trata de un intento de frenar la voluntad de poder absoluto del presidente Cartes.
Esta disidencia planteó hace un mes la modificación de la ley de Alianza Público Privada (APP) por la que se puede abrir paso a un proceso de privatización de las empresas públicas.
Casi un millón y medio de dólares se gastarán en la realización de los comicios. Allí estarán habilitados a votar 2.227.528 de afiliados que lo harán en 435 locales habilitados en todo el país. También habrá mesas en Argentina, en 13 locales de votación, y Estados Unidos, en cinco puestos electorales.

No hay comentarios: